Los consejos de Charles Baudelaire para los autores más jóvenes

16 de abril de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Charles Baudelaire publicaba en abril de 1846 los Consejos para los jóvenes escritores. Lo hizo en L’Esprit Public cuando tenía veinticinco años y le supuso que lo conocieran también por su tono cáustico. Ya había revolucionado la poesía francesa al poner el foco —en particular, en el tema moral— en que quizás lo mejor no era siempre, ni necesariamente, lo bueno.

Pero es que también su personalidad fue particular y arrolladora y terminó determinando su destino en el universo de los autores malditos, que compartió con otros nombres como, por ejemplo, el de Poe, autor al que tradujo muchas veces.

 

Charles Baudelaire

Baudelaire nació en París el 9 de abril de 1821. La muerte de su padre unos años después y el nuevo matrimonio de su madre con un militar marcaron una infancia y adolescencia muy problemáticas y llenas de conflictos, ya que nunca aceptó a su padrastro.

Tuvo una juventud, y en general una vida, muy bohemia y repleta de excesos de todo tipo —con intento de suicidio incluido— que, al final, terminó pasándole factura demasiado pronto.

Escribió artículos y poemas para revistas, firmó también varias críticas musicales, de las que fue pionero, una única novela y una obra poética que le dio la fama universal. Las flores del mal (1857), un conjunto de poemas escritos y reunidos durante ocho años que marcó un hito en la poesía francesa y también provocó escándalo entre algunos críticos.

 

Charles Baudelaire — Consejos para los jóvenes escritores

Obra muy corta, son también textos cortos donde tocaba varios temas como la fama, el salario que se debía recibir o incluso las relaciones con las mujeres.

Y también se adelantó a su tiempo con elementos que se desarrollarán después en la literatura como la profesionalización del autor no solo en ella, sino también en prensa, guiones de cine o televisión, etc.

Además, anticipó ese producto de consumo de la literatura más que de arte. Antes de empezar a enumerarlos ya lo advierte: «Los señalados preceptos no tienen pues otra pretensión que aquella de vademécum, ni otra utilidad que aquella del civismo pueril y honesto».

 

Los temas que trata Charles Baudelaire en Consejos para los jóvenes escritores

Podemos encontrar temas como "De la suerte y de la mala suerte en los comienzos" y afirmaciones como «Un éxito es, en proporción aritmética o geométrica, producto de la fuerza del escritor, el resultado de éxitos anteriores, a menudo invisibles a simple vista. Hay una lenta agregación de éxitos moleculares; pero generaciones milagrosas y espontáneas, jamás».

Sobre temas como el del salario dice: «Así la literatura, que es la materia más inapreciable, es ante todo un relleno de columnas; y el arquitecto literario, cuyo solo nombre no tiene posibilidad de proporcionar beneficio alguno, debe vender a cualquier precio».

O sobre vapulear a un autor comenta: «El vapuleo no debe ser practicado más que contra los partidarios del error».

Su toque visionario se ve cuando aconseja sobre los métodos de composición con frases como: «Hoy en día es forzoso producir mucho; es fundamental ir rápido». Y sobre el trabajo diario y la inspiración comparte opiniones que siguen a la orden del día como: «La inspiración es decididamente la hermana del trabajo diario», «La inspiración sucede, como el hambre, como la digestión, como el sueño», «Si se quiere vivir en una contemplación obstinada de las obras futuras, el trabajo diario ofrecerá la inspiración».

En cuanto a sus consejos sobre lo que es la poesía está este: «En cuanto a aquellos que se entregan o se han entregado con éxito a la poesía, les recomiendo que no la abandonen nunca. La poesía es una de las artes que más aportan, pero es una especie de inversión donde se alcanzan tarde los intereses, que a cambio son enormes».

En definitiva, Baudelaire sigue ofreciendo un espejo deformado pero también acertado de su particular visión del mundo y el arte que hay descubrir y estos consejos son un buen título para empezar.