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Diez hoteles que son... ¡bibliotecas!

¿Qué tal un viaje para dormir entre libros?

13 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: Diez hoteles que son... ¡bibliotecas!

Quizá en estos días tan especiales nos leas en plenas vacaciones, brindando con una copa o desde tu sofá, o quizá en estos días el presupuesto o las circunstancias no te permitan un paréntesis largo en el trabajo.

Si te apetece repetir descanso más adelante, si buscas opciones para tus próximas escapadas o si —simplemente— quieres soñar con nosotros, hemos preparado para ti una selección de hoteles... que funcionan también como biblioteca. No se trata de una biblioteca al uso, a la que cualquiera puede acceder con un carné, pero sí de bibliotecas generosas en su catálogo e integradas dentro de estos hoteles. Algunos poseen un aura mítica, otros destacan por su originalidad... ¿Viajamos juntos?

 

Book and Bed (Tokio, Japón)

El primero de los hoteles que hemos escogido no destaca por su refinada arquitectura, por sus cuidadísimos diseños de interiores... Sí por su espíritu de ofrecer librería más hospedaje, como si se definen sus creadores, que lo prefieren al más exacto término «biblioteca», ya que los libros no se venden. Poseen un interesante fondo —con cerca de 2 000 títulos— en el que destaca su colección de cómics, de acuerdo con el espíritu del hostel, destinado a los viajeros más jóvenes. En la zona de Ikebukuro, uno de los centros de compras y ocio de la capital japonesa.

 

Carlisle Bay (St. Marys’, Antigua y Barbuda)

¿Esperabas toparte con una de las recias construcciones de la excolonia británica, repleta de muebles antiguos y joyas para bibliófilos? Te equivocas. La biblioteca de este hotel de playa —en el más refinado de los sentidos— cambia de color según la hora, lo que le permite transformarse en un espacio diferente. La selección de su biblioteca ha corrido a cargo de Philip Blackwell, exlibrero y editor, que consultó para ello a numerosos periodistas de viajes. ¿Su temática favorita? Por supuesto: los libros que permiten escaparse a lugares muy, muy lejanos...

 

Casa Antucura (Vista Flores, Argentina)

Este precioso hotel boutique —aquellos establecimientos que se caracterizan «por una particular ubicación, servicio y diseño»— en la provincia de Mendoza, cercano a la frontera con Chile, destaca por su bodega... y por su biblioteca. En una región conocida por el prestigio de sus vinos, los responsables del hotel decidieron maridar los suyos con la literatura, y sirven a sus huéspedes una biblioteca cuyo fondo supera los 8 000 títulos. ¿Lo tuyo es el cine, además de las letras? No te preocupes: suman una filmoteca con alrededor de 2 000 DVD. ¡Un brindis por ellos!

 

Gran Hotel Conde Duque (Madrid, España)

Seguro que en algunos de tus viajes has regresado a casa con un souvenir... y algo de menos en la maleta. ¿Dónde terminan los jerséis que dejamos colgados en el armario, o los libros que se quedan en la mesita de noche? Este hotel madrileño decidió crear la Olvidoteca, una biblioteca creada por los libros que los huéspedes olvidaron o, desde su inicio, donaron: más de quinientos volúmenes en decenas de idiomas —chino, español, inglés o ruso— que gozan de una nueva vida gracias a los nuevos visitantes que los rescatan del olvido. Los libros no poseen un orden concreto, sino que se depositan conforme se rescatan, y la idea se debe a Rafi Prieto García, gobernanta general del hotel desde hace lustros.

 

Library Hotel (Nueva York, Estados Unidos)

El nombre de este hotel no engaña: un hotel biblioteca en el corazón de Manhattan. Su fondo, con más de 6 000 títulos, ocupa tanto los espacios comunes como las habitaciones: cada una de ellas posee entre 25 y 100 volúmenes, cuyo tema depende del piso en el que se halle. Para esto, los responsables del hotel se han inspirado en cada una de las principales categorías del Sistema de Clasificación Decimal Dewey (CDD), que utilizan bibliotecas de todo el mundo.

De esa manera, quienes duerman en la primera planta leerán al salir de la ducha libros sobre Ciencias sociales; quienes tengan su habitación en la segunda planta, disfrutarán de Literatura; y así con Idiomas, Historia, Matemática y Ciencias, Cultura general, Tecnología, Filosofía, Arte y Religión. La decimocuarta planta alberga el Poetry Garden, un invernadero con un pequeño refugio para escritores, chimenea incluida.

 

Michelberger Hotel (Berlín, Alemania)

Cuando visites Berlín quizá te acerques a conocer la East Side Gallery, una galería de arte al aire libre —la más extensa y veterana del mundo— que ocupa más de un kilómetro en la cara este del muro: un espacio que se libró del derribo para servir como recuerdo.

A pocos metros se sitúa este hotel hípster, cuyo espíritu artístico encaja muy bien en el barrio: no nos referimos únicamente a su generosa biblioteca, que ocupa buena parte de las zonas comunes —en concreto, las cercanas al restaurante y a la recepción, en las que todos los muebles están literalmente ocupados por libros—, sino también al piano de cola, que te invita a relajarte mientras lees un buen libro y disfrutas de buena música en directo.

 

Taj Falaknuma Palace (Hyderabad, India)

Seamos realistas: si dispones del suficiente presupuesto, la visita a este hotel de lujo resultaría obligada con o sin libros. Este palacio se construyó a finales del siglo XIX y funcionó como residencia del Nizam, el título de los soberanos del estado indio de Hyderabad, considerados generación tras generación como los hombres más ricos del mundo; el palacio se erigió en la época de Fath Jang Mahbub Ali Khan Asif Jah VI, cuya esposa —una princesa turca— supervisó la decoración de todas las estancias.

Estancias con toques orientales, inspiradas en palacios europeos... incluida la biblioteca, una copia exacta de la del Palacio de Windsor, la actual residencia de fin de semana de la reina Isabel II de Inglaterra. En sus estanterías de caoba, ébano y vidrio podrás encontrar más de 6 000 volúmenes entre enciclopedias, libros —en inglés, persa y urdu, incluyendo numerosas primeras ediciones— y manuscritos. Destaca su colección de coranes de India.

 

The Alcove Library (Ho-Chi-Minh, Vietnam)

Todavía circula por las redes sociales un gráfico que recoge una advertencia del director de cine John Waters: algo así como «si vas a su casa y no tiene libros, no te acuestes con él (o con ella)». Los responsables de este hotel vietnamita han entendido que la mejor tarjeta de presentación es un libro, son dos libros, son decenas de libros: quizá por eso la biblioteca recibe a sus huéspedes, y el registro —mucho mejor que check in se efectúa a su amparo.

Una selección diversa —ficción y no ficción, con especial hincapié en la lengua inglesa— de la que sus clientes pueden disfrutar dentro y fuera del hotel, ya que cuentan con servicio de préstamo.

 

The Literary Man (Óbidos, Portugal)

El hotel The Literary Man nos gusta tanto que ya le dedicamos un artículo completo. Ocupa un antiguo convento en la villa del libro de Óbidos, y su fondo de 45 000 volúmenes —diez veces más que el que resulta habitual en este tipo de establecimientos— abarca desde clásicos a literatura reciente, sobre todo en inglés.

Se han integrado en la Red de Bibliotecas Municipales de Óbidos, y habitualmente alberga actividades en torno a la literatura, como las del festival FOLIO. La literatura impregna todos sus espacios, incluido The Literary Gin Bar, en el que disfrutar del mojito de Ernest Hemingway o el Long Island Ice Tea de Carson McCullers.

 

The NoMad Hotel (Nueva York, Estados Unidos)

Cuando Chelsea se confunde con Kips Bay, a pocos pasos del Empire State Building y en un edificio Beaux-Arts —el imponente estilo que impera en las construcciones de Broadway a principios del siglo XX—, un hotel esconde una biblioteca como las de nuestros sueños: una escalera de caracol para descubrir tesoros, luz tenue que facilita la concentración, sofás de cuero en los que recostarse con un buen libro en la mano... También funciona como bar, ojo, pero imaginamos las conversaciones en voz baja, para no molestar al lector de al lado.

 

 

 

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