El Ickabog, de J. K. Rowling

06 de enero de 2021. Estandarte.com

Hace bastantes años, J. K. Rowling contaba a sus hijos cada noche un trozo de la historia de El Ickabog. Cuando la acabó y llegó el tiempo de publicarla se le adelantaron otros proyectos y aquella historia terminó en el desván. La escritora británica se ha acordado de ella durante la crisis de la COVID-19 y el encierro forzoso.

La rescató, corrigió y se la volvió a leer a sus hijos, que le pidieron que recuperara alguno de los aspectos que en su corrección había cambiado: recordaban cómo les gustaba de niños.

Y dio el paso que no había dado años atrás: sacar El Ickabog de su ámbito familiar y compartirlo. Primero lo ha hecho en su lengua publicando cada semana uno, dos o tres capítulos a la semana en una página web creada para ello (theickabog.com). Después ha venido la traducción a otros idiomas (ya hay versión en español, con la traducción de Gemma Rovira), y el 10 de noviembre de 2020 Editorial Salamandra ya ha presentado El Ickabog. El libro está disponible en tapa dura (19 euros) y en e-book (9,99 euros).

La autora donará la totalidad de sus derechos a su fundación benéfica, The Volant Trust, con el fin de ayudar a las personas más afectadas por la pandemia en Reino Unido y otros países.

En la bienvenida de la página web, J. K. Rowling advierte de que El Ickabog no es Harry Potter y de que es una historia totalmente distinta (lo cual se agradece, Harry Potter ya existe y sus infinitos seguidores pueden volver a él siempre que quieran). No hay magia, pero sí la leyenda de un monstruo (el ickabog) del reino de Cornucopia. E intrigas palaciegas, amigos de verdad, un rey influenciable, manipulaciones, héroes, heroínas, villanos... Una aventura que habla de abusos de poder y de verdades y mentiras; que engancha, se desarrolla de forma trepidante y en la que la autora de vez en cuando se deja ver e interpela al lector, que la conoce –como hace más de diez años lo hicieron los hijos de Rowling– por entregas.

El Ickabog es un cuento entrañable y divertido sobre las aventuras de una niña y un niño con un monstruo. Un relato apasionante, en el que la esperanza triunfa contra todo pronóstico. El reino de Cornucopia era el más feliz del mundo. Tenía oro en abundancia, un rey con unos bigotes magníficos y un montón de carniceros, reposteros y queseros cuyos exquisitos productos hacían que la gente bailara de júbilo cuando los comía. Todo era perfecto, excepto Los Pantanos, la región del norte donde, según la leyenda, vivía el terrorífico ickabog. Cualquiera con un poco de cabeza sabía que ese monstruo no era más que una fábula que los padres utilizaban para que los niños se portaran bien. Aunque lo extraño de estas invenciones es que a veces cobran vida propia...