¿Vas a publicar tu libro? Estos son algunos pasos para hacerlo

02 de abril de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

En los cambios de estación, al comenzar el nuevo curso o simplemente "porque ya toca" cumplir un sueño, se suelen tomar decisiones que, en el caso de los escritores, es la de publicar. Desde la experiencia más cercana, ahí van una serie de conceptos y recomendaciones para poder llevar a cabo ese deseo de la mejor manera posible.

 

Publica tu historia

Es buena y te ha costado mucho escribirla (o no). Pero llega el día en que logras escribir el punto final. Después te sientes satisfecho, aliviado, orgulloso o temeroso. Te parece una historia buena, pero ¿lo es realmente?

Pues puedes pasarla a esos amigos que pueden ser sinceros o a los que pones en un compromiso porque resulta que sí, que puede que no les guste y no se atrevan a decírtelo. Sinceramente, si son buenos amigos, te dirán esa verdad, sea la que sea. Como la familia, otro apoyo fundamental. Y siempre hay que contar con que no podemos gustar a todo el mundo, ni nosotros ni nuestras historias.

Y también puedes acudir a los llamados lectores beta o a un informe de lectura que lo hacen profesionales o incluso los correctores a los que también hay que recurrir. Ahora lo veremos. Entonces ¿por qué nos decantamos? ¿Editoriales o autopublicación?

 

Publicar con editoriales tradicionales

Apuestan por autores noveles e invierten en ellos, en el proceso de edición y en la distribución de su obra. Sólo las grandes editoriales hacen grandes tiradas a los nombres grandes (o que más venden) y les lanzan grandes campañas comerciales. Las pequeñas y medianas tienen bastante con sus ediciones pequeñas y medianas, casi artesanales algunas, pero muy decentes, cuidadas y ajustadas a sus inversiones. Es lógico. Así que es el autor el que se tiene que trabajar esa visibilidad y ese mercado, o por lo menos, lograr hacerse con un público.

 

Servicios editoriales para publicar tu libro

El enorme número de escritores deseosos de publicar ha llevado a la proliferación de las también incontables editoriales que ofrecen facilitar el proceso con sus servicios de edición (corrección, maquetación, etc.), distribución y marketing en paquetes o a elección del consumidor previo pago en función a lo demandado.

Posiblemente sea la manera más fácil de hacerlo. Se trata de una inversión en ti mismo. Muy lícito también. Pues adelante. Se puede probar, aunque hay una diferencia que siempre genera debate: ¿quién tiene más en cuenta la calidad de una historia?, ¿la editorial tradicional o la que vende sus servicios?

En realidad, lo que siempre es objeto de debate es la calidad, pero no acabaríamos nunca si nos metemos ahora en él. Sin embargo, podemos acotarlo en un aspecto: una historia puede ser muy buena, un éxito potencial, pero en la primera página el editor se encuentra con cuatro faltas de ortografía, un error de concordancia y otro par en la sintaxis. Y ante eso muchos directamente no siguen leyendo, lo que nos lleva a la siguiente recomendación.

 

La corrección de tu libro

Es tan importante como su contenido. Es más, es la forma, la corrección del texto, la que organiza, estructura y hace comprensible ese contenido. Desgraciadamente esto no se considera aún tan fundamental como es de verdad. Así que, repetimos, una historia no revisada puede acabar en la papelera.

Dominar el lenguaje parece inherente a quien se considera escritor, redactor o profesional de la comunicación (escrita o audiovisual), pero a veces no es así. Así que, si la ortografía, la gramática o la sintaxis son tu talón de Aquiles, hay que reconocerlo primero y después tratar de mejorar, aprender o revisar. ¿Cómo? Hay muchos manuales y sitios de referencia (Ortografía de la RAE, El libro del español correcto, por ejemplo), pero si el problema es serio hay dos opciones:

Correctores profesionales

Miran todo, desde la ortotipografía hasta el estilo, y siempre sugieren, no imponen criterios propios, sobre todo en ese estilo. Es el autor quien tiene la última palabra. Y claro, también tienen un precio, pero es que el tiempo —y la formación específica y profesionalidad— lo tiene para todos.

Servicios editoriales

Las editoriales que los ofrecen son lo tuyo entonces y en sus servicios de corrección sigues encontrando a esos profesionales y también habrá precios. 

 

Autopublicación

Ya ampliamente extendida y usada. Hay mil plataformas y la reina del baile, Amazon.

Para quien quiera aprender todo el proceso editorial, crear su libro a su manera, maquetarlo y diseñar la portada, saber lo que cuesta ponerlo a la venta o hacerlo en formato digital. Es relativamente complicado dependiendo del nivel de manejo informático, lingüístico y creativo que poseas, pero todo es ponerse y se puede. Y desde luego, si se tienen ganas, ilusión y te apasiona el mundo editorial, lo haces. ¿Mil dudas? También hay mil sitios, tanto de consulta como de formación, para aprender.

 

Visibilidad

Quizás el proceso más difícil para el escritor autopublicado o publicado con una editorial modesta. Porque hacer visible tu obra es complicado y un trabajo diario. El universo de internet es infinito, pero tienes las redes sociales o puedes crear un blog o una web, no es difícil y encuentras muchas herramientas gratuitas.

Planifica un tiempo diario, escribe cosas y compártelas, mantén un cierto ritmo e interés. Todos los procesos necesitan tiempo y muchas veces sólo es necesario un me gusta, un retuit o un «¡qué bien, sigue así, cómo me ha gustado!» para irse satisfecho a la cama y con ánimo para seguir. Ese es el último punto.

 

Siempre con ánimo

Ánimo y mucha fe en tu historia. Sí, hay muchos escritores, pero tu historia es única, puedes darla a conocer y publicarla. ¿Que guste? Para gustos los infinitos colores. Pero si no lo intentas, es cuando nunca lo sabrás.