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La pequeña cerillera, de Hans Christian Andersen, el cuento más triste y hermoso de Navidad

Publicado en diciembre de 1845, es uno de los populares cuentos del escritor danés.

28 de diciembre de 2023. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Qué: La pequeña cerillera Autor: Hans Christian Andersen

La pequeña cerillera fue un relato publicado en diciembre de 1845 y es uno de los tantos y populares cuentos de Hans Christian Andersen, el escritor danés que, junto con los hermanos Grimm y Charles Perrault, está en la cumbre de los autores de cuentos infantiles.

Ambientado en la última noche del año, esta corta y emotiva historia siempre nos deja al final ese regusto de tristeza y felicidad a la vez. Habrás podido conocerlo como La pequeña cerilleraLa cerilleraLa niña de los fósforosLa pequeña vendedora de fósforos o La Nochebuena de Anita. Pero ¿cuál fue su origen?

 

La pequeña cerillera y su inspiración

Hans Christian Andersen nació en la ciudad de Odense una familia muy humilde que pasó penalidades económicas, con un padre zapatero y una madre lavandera. Y el origen de La pequeña cerillera se inspiró en unos grabados que le enviaron para que escribiera un cuento sobre ellos, pero a su vez se inspiró en la vida de su madre, que a veces le contaba que, de pequeña, la mandaban a pedir limosna en la calle.

A pesar del frío, ella sentía tanta vergüenza que pasaba todo el día acurrucada bajo un puente, llorando, sin atreverse a volver a su casa sin haber ganado ni una moneda.

Aquella imagen conformó la de la niña protagonista que en Nochebuena, incapaz de vender un fósforo, decide encenderlos y da rienda suelta a su imaginación para calentarse hasta que muere sobre la nieve.

Andersen quiso despertar también en los niños la capacidad de sentir compasión hacia el sufrimiento de un personaje anónimo, y mostrar la realidad de las diferentes clases sociales en aquella primera mitad del siglo XIX.

 

La pequeña cerillera y sus valores

Coetáneo de Dickens, Andersen también quiso dar ese toque de atención y crítica a la sociedad de la época, pero en veces en vez de recurrir al final feliz, como sucede con el famosísimo Cuento de Navidad del escritor inglés, él prefirió acabarlo de forma algo más realista aunque fuese triste.

Prefirió apelar a la reflexión y valores de esa época del año como son la humildad, la bondad, la caridad y la generosidad, además de la empatía. Porque la falta de ellos, como lo vemos en el cuento, es esa crítica a la sociedad más deshumanizada y egoísta. Y, desde muchos puntos de vista, La pequeña cerillera sigue siendo una historia actual.

Pero también quiso resaltar otros temas como la inocencia de los niños y su capacidad de transformar el dolor. Y es que la pequeña cerillera no sufría, sino que veía cosas maravillosas.

Cada uno de esos fósforos eran mágicos y aunque la debilidad y el frío le producían las alucinaciones, para ella eran una fuente de felicidad. En cuanto al triste final, también es cuestión de verlo con otro sentido: sí, la niña muere, pero en realidad se puede volver a encontrar con su abuela en el cielo. Aquí hay que tener en cuenta también que Andersen era creyente y para él la muerte no supone el final, sino el principio de una nueva vida.

 

Hans Christian Andersen en el cine

La pequeña cerillera tiene varias versiones animadas, pero la primera fue un cortometraje de 1902, y la más reciente, de 2006, también es un cortometraje de Disney.

En cuanto al escritor, seguramente los más cinéfilos hayan visto o recuerden El fabuloso Andersen, de 1952, un musical dirigido por Charles Vidor. No es una película biográfica, sino que se presenta como un cuento de hadas sobre su vida con canciones y bailes, e incluye los cuentos más famosos por ejemplo el de El patito feo. La protagonizó Danny Kaye, que guardaba cierto parecido con Andersen.

Fue un éxito internacional de la época y se llevó 6 nominaciones al Oscar, incluyendo la dirección artística y la banda sonora. Como curiosidad, uno de los responsables de los decorados y del vestuario fue el pintor español Antoni Clavé.

 

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