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Recordando a Pier Paolo Pasolini

Un paseo por la vida, plena y genial de un personaje inclasificable.

28 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: Biografía de Pier Paolo Pasolini

Biografía de Pier Paolo PasoliniPier Paolo Pasolini nació en Bolonia el 5 de marzo de 1922 y murió asesinado en Ostia –Roma– el 2 de noviembre de 1975. Una vida corta (53 años), apasionante, intensa que se movió con igual maestría en todas las artes. Fue escritor, poeta, director de cine, actor, ensayista y figura política.

Se podría decir, sin exagerar, que Pasolini, con sus luces y sus sombras, las mismas que adjetivaron aquella época, era un hombre del renacimiento, que podría haberse movido sin complejos, entre aquellos personajes que hicieron de Italia el centro cultural de Europa.

Siempre arriesgado, siempre apasionado, siempre provocador, su obra y su vida siguieron un camino paralelo donde tanto su homosexualidad, su curiosidad y su pasión creadora como sus enfrentamientos con la sociedad, con el partido comunista, con el consumismo, con el fascismo o con la Iglesia retrataron la esencia de un maestro de las letras y la imagen.

Hijo de militar y de maestra, su infancia y juventud estuvo marcada por traslados y cambios de residencia: Bolonia, Conegliano, Belluno, Casarsa della Delizia, en la región de Friuli, Idrija, Cremona, Scandiano y Reggio Emilia.

Un peregrinar que en 1950 le llevó a Roma. Allí llegó con su madre, tras ser expulsado de la enseñanza pública, del Partido Comunista y ser acusado de corrupción de menores. Se enamora de la ciudad, descubre sus arrabales, el proletariado, la miseria, la violencia… Es ese el escenario de su primera novela Chavales del arroyo (Nórdica), una crónica de la vida en los suburbios romanos, un retrato realista de las vidas periféricas, una mirada crítica y amorosa a esa ciudad que hizo de esta novela una obra maestra.

Pero mucho antes, en aquellos traslados familiares, y desde muy temprano empezó a sentir la pasión por la lectura, por la poesía y los pinceles. Fue precisamente la belleza de Casarsa la inspiradora de sus primeros poemas, unos poemas escritos en parte en el idioma local, el friulano, y que recopiló y publicó en 1942 bajo el título de Poesie a Casarsa. Su trabajo tuvo una más que favorable acogida por la crítica. Su afinidad por el lenguaje local –una forma de oponerse al fascismo– le llevó junto a otros apasionados de este dialecto a fundar a mediados de los cuarenta la Academia Friulana de la Lengua.

En un rápido repaso a su vida destacaremos las etapas que fueron marcando su devenir: estudió letras en la Universidad de Bolonia; luchó en la Segunda Guerra Mundial, fue detenido por los alemanes; se afilió al Partido Comunista colaborando en su revista Lotta e lavoro y trabajó como profesor. Sus desavenencias con el partido dieron paso a su expulsión.

Es en Roma donde inicia su carrera en la narrativa, allí logra también lo mejor de su poesía, al tiempo que sus colaboraciones en la prensa, como la desarrollada en el Corriere della Sera, fueron la cuna de interesantísimas recopilaciones. Y es en Roma donde, tras una brillante carrera cinematográfica, encontró la muerte en un brutal asesinato, cruel, denigrante y, todavía hoy, lleno de interrogantes.

La poesía, el periodismo, la universidad, la enseñanza, la homosexualidad, el comunismo, la religión y el fútbol fueron marcando su vida. De sus experiencias, de sus enfrentamientos ideológicos, de su sentido de la belleza, de su crítica aguda a la hipocresía, a la sociedad consumista, al fascismo surgieron artículos, grandes poemas, ensayos y recopilaciones en los que el lector puede seguir el hilo de sus sentimientos.

Con el poemario Las cenizas de Gramsci (1957) vuelca su gran admiración hacia aquel pensador marxista, una elegía que se mueve al compás de la narrativa y la lírica que le valió el Premio Viareggio. Y son libros de poesía (forma de expresión que nunca abandonó y que en España podemos encontrar en el catálogo de Visor) El ruiseñor de la Iglesia Católica (1958), Poesía en forma de rosa (año 1964, cuando ya había comenzado su imparable carrera cinematográfica), y Trashumanar y organizar (1974).

En este viaje por su poderoso mundo poético podremos disfrutar con Maravillosa y mísera ciudad (Ultramarinos), donde traslada los secretos de Roma; La insomne Felicidad (Galaxia Gutenberg), recopilación donde se incluyen poemas de otros libros como el dedicado a Gramsci, o La Religión de mi tiempo (Nørdica), una edición bilingüe que recoge la principal obra poética desde 1957 hasta 1971.

Importante fue también la narrativa, a la impresionante Chavales del arroyo hay que añadir otras diez novelas entre las que destacamos Mujeres de Roma, Una vida violenta –de la que se rodó una adaptación libre dirigida por Mauro Bolognini, titulada La noche brava–, o Teorema, una historia difícil de resumir, una crítica a los valores de la pequeña burguesía que quedó eclipsada cuando Pasolini, el mismo año de su publicación, decidió llevarla al cine.

Su última e inacabada novela, Petróleo (Seix Barral), se publicó a título póstumo años después de su muerte, en 1992. Este libro se puede considerar como una de sus obras más ambiciosas, un texto inquietante que habla de temas y problemas reales: Italia, la petrolera nacional (ENI) y dos personajes Eugenio Cefis y Enrico Mattei.  La novela fue considerada por muchos la causante de su asesinato.

Otro libro también publicado después de su muerte es Escritos corsarios (Galaxia Gutenberg), con los artículos fechados entre 1973 y 1975 y donde analiza el consumismo, la uniformidad cultural, el conformismo, la mercantilización o el convencionalismo. Con un título similar encontramos Manual corsario (Altamarea), una revisión de su obra con atención especial a su poesía y a sus abundantes escritos periodísticos y sus cartas. Roma –la fascinación y extrañeza que esta gran urbe produce en el recién llegado escritor– protagoniza las páginas de La ciudad de Dios (Altamarea), en ellas están los artículos y relatos de la década de los cincuenta.

El fascismo y su evolución a lo largo de los años fueron una constante en sus reflexiones y sus textos. En El fascismo de los antifascistas (Galaxia Gutenberg), Pasolini reúne los trabajos más significativos escritos entre 1962 y 1975 sobre este nefasto fenómeno, poniendo el dedo en la llaga de un nuevo fascismo oculto, hipócrita, que se mueve a sus anchas en una trepidante sociedad consumista y en el que no hacen falta carnets ni uniformes.

Más relajante y lúdico es el aire que se respira en Sobre el deporte (Contra). A Pasolini le gustaba el deporte, el futbol: fue jugador amateur, seguidor a muerte del Bolonia CF. Trasladó al papel sus ideas sobre su deporte favorito y también sobre boxeo, ciclismo y las Olimpiadas de Roma. El libro empieza con una más que ilustrativa cita del autor “Los deportistas están poco cultivados, y los hombres cultivados son poco deportistas. Yo soy la excepción”. Era único.

Fue en 1961, cuando Pasolini –que siempre se sintió fascinado por el buen cine– descubrió la expresividad del lenguaje de las imágenes. A partir de ese momento su carrera comienza un camino tan imparable como provocador, con un retrato personal del sexo, Cristo, los clásicos, el humor…  Gustó y escandalizó, entusiasmó y desagradó, logró grandes críticas y furibundos rechazos. En ningún momento resultó indiferente.  Accattone, Mamma Roma, El evangelio según San Mateo, Pajaritos y pajarracos, Edipo, el hijo de la fortuna, Medea, Teorema, El Decamerón, Los cuentos de Canterbury, Las mil y una noches o Salò o los 120 días de Sodoma, entre otras creaciones, dan fe de su enorme y bien ganado prestigio en Italia y fuera de Italia.  

No es fácil conocer y abarcar todo lo que Pier Paolo Pasolini supuso para la cultura, pero sí se puede adentrar un poco más en su personalidad con el reciente Premio Comillas, Pasolini: El último profeta escrito por Miquel Dalmau y editado por Tusquets que brinda al lector muchas claves para entender una vida apasionada y contradictorias.

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