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La vida de Mary Wollstonecraft, la escritora de carácter indómito
Un claro referente para el feminismo actual.
30 de septiembre de 2024. Sandra Chamorro de Vega
Qué: Biografía de Mary Wollstonecraft
Inquietud, inteligencia, intensidad, independencia y, sobre todo, un carácter indómito. Estas son algunas de las íes que podrían definirla personalidad de Mary Wollstonecraft, un claro referente para el feminismo actual.
«No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas». - Mary Wollstonecraft
Fue posiblemente su carácter indómito, pero también su valentía, lo que le otorgó la fuerza suficiente para dedicar su vida a la lucha por la emancipación y la libertad de las mujeres. Una postura pionera y arriesgada que alumbró obras de las que el feminismo actual sigue bebiendo.
Infancia y juventud de Mary Wollstonecraft
Mary Wollstonecraft nació en Spitalfields, Inglaterra, el 27 de abril de 1759 en el seno de una familia de clase media que le proporcionó una infancia muy inestable. El padre de Mary Wollstonecraft era un hombre violento y especulador que maltrataba a su madre y derrochaba los ahorros familiares, lo que les obligó a mudarse varias veces durante su infancia.
Mary creció sumida en un abandono absoluto por parte de sus padres, que ignoraron completamente la necesidad de educar a su hija. La parte positiva de esta negligencia fue quizás que, al igual que no recibió una educación reglada, tampoco la obligaron a aprender las tareas «propias de una mujer». Esto le permitió crecer alejada del concepto de «qué significaba ser una “buena” mujer» y probablemente fue la base de su pensamiento futuro.
Mary Wollstonecraft encontró en las familias de sus mejores amigas una fuente inagotable de recursos para su desarrollo intelectual. Destacan dos de sus amistades.
Por un lado, Jane Arden, con quien solía leer y debatir y cuyo padre, filósofo y científico, daba clase a las dos. Mary disfrutaba enormemente del ambiente intelectual de la casa.
Por otro lado, Fanny Blood, dos años mayor que Mary, se convirtió además de amiga en mentora y fuente de educación.
Mary pasaba mucho tiempo en la casa de la familia Blood, de la que obtuvo la formación que le permitió desarrollar un pensamiento crítico. Nunca fue a la universidad ni recibió formación superior. La amistad entre ambas duraría toda la vida, hasta la muerte de Fanny en 1785.
Llegada la edad de emanciparse, se le plantearon dos posibilidades: casarse, lo que tenía muy claro que no haría, o trabajar en una profesión que estuviera a la altura de una mujer de su clase y rango. Las opciones se reducían a cuatro: dama de compañía de otra dama, profesora, institutriz o escritora. Mary Wollstonecraft realizó todas ellas:
- Fue dama de compañía para una señora mayor, más tarde cuidó a su madre y, finalmente, de su hermana.
- Abrió una escuela en el norte de Londres junto a sus hermanas y Fanny Blood y también trabajó como institutriz para una familia irlandesa.
- Terminó trabajando primero de traductora y correctora y más tarde como escritora a raíz de conocer al editor londinense Joseph Johnson.
Vida activa y lucha por los derechos de las mujeres de Mary Wollstonecraft
Uno de los acontecimientos más relevantes en la vida adulta de Mary Wollstonecraft fue la muerte de su amiga Fanny Blood. Fanny se mudó a Lisboa con su marido y su salud, que nunca fue muy buena, empeoró al quedarse embarazada.
Mary viajó a Lisboa para cuidarla y dejó al cargo de sus hermanas la escuela que habían fundado juntas. Fanny Blood murió por una hemorragia al dar a luz en 1784. Este evento afectó enormemente a Mary y le sirvió de inspiración para escribir La novela de María años más tarde.
Cuando volvió a Inglaterra, la escuela estaba muy descuidada y se le hizo muy difícil volver a encaminarla, así que Mary decidió cerrarla para trabajar de institutriz.
Se permitió experimentar con la educación de los niños, hizo pruebas y, en definitiva, investigó sobre el desarrollo desigual entre niños y niñas debido a la educación segregada por sexo. Esta experiencia le sirvió como principal fuente de inspiración para escribir su primera obra Reflexiones sobre la educación de las hijas, que publicó en 1787. Se puede considerar el comienzo de su carrera literaria.
«Las mujeres solo deben doblegarse a la autoridad de la razón, en lugar de ser las modestas esclavas de la opinión», escribió Mary Wollstonecraft.
Se cansa de la vida de institutriz y decide mudarse sola a Londres y dedicarse por sus propios méritos a la vida de escritora. Joseph Johnson, un editor londinense, que ya había publicado las dos primeras obras de Mary Wollstonecraft le ofreció un puesto fijo como traductora, correctora y redactora de reseñas.
Este trabajo, además de libertad económica, le supuso un medio para cultivarse y aprender. También le permitió ponerse en contacto con grandes pensadores y personajes del momento, entre ellos, William Godwin, que se convertiría en una figura muy importante en su vida.
También conoció al pintor Henry Fuseli, con el que inició una relación a pesar de que él estaba casado, lo que no parecía preocupar a Mary, que incluso le propuso que vivieran los tres juntos. Este pensamiento espantó tanto a la esposa como al propio pintor, que no dudó en acabar su relación con ella. La noticia se extendió y supuso un pasaje bochornoso en su vida.
La humillación pública provocó que Mary Wollstonecraft decidiera mudarse a París para empezar de cero. La revolución francesa estaba en pleno desarrollo y ella la seguía al detalle. Para ella, ese era el punto de partida de todos los movimiento sociales y, partiendo de este pensamiento, escribió Vindicación de los derechos del hombre, que se publicó en 1790 y recibió muy buenas críticas y un gran reconocimiento.
Dos años más tarde, recibió la noticia de que Charles Maurice de Talleyrand-Périgord había escrito para la Asamblea Nacional la recomendación de que la educación de las mujeres se redujera al nivel doméstico.
Es ahí cuando Wollstonecraft se da cuenta de que los derechos y libertades de los que habla la Revolución y, en consecuencia, su libro, no apelan más que a los hombres. Decide escribir su obra maestra: Vindicación de los derechos de la mujer.
A pesar de lo que decía y reivindicaba, Wollstonecraft cayó en las garras del amor romántico cuando comenzó una tóxica relación amorosa con Gilbert Imlay. Se mudó al norte de Francia, tuvo a su primera hija, Fanny Imlay (en honor a su amiga), y se dedicó a la vida doméstica, aunque no tardó en cansarse.
Nunca formalizaron el matrimonio, aunque se hicieron pasar por casados y Gilbert se pasaba el año de viaje, limitándose a hacer visitas esporádicas y enviando cartas muy de vez en cuando, lo que favoreció el cansancio de Mary.
Wollstonecraft le persiguió hasta Londres, donde se confirmó que la engañaba y la llevó a cometer su primer intento de suicidio. Gilbert la salva de la sobredosis y, como vía de escape, Mary Wollstonecraft decide irse sola de viaje a Escandinavia. En este viaje está inspirado el libro que publicó en 1796 Cartas escritas en Suecia, Noruega y Dinamarca.
Vuelve renovada, pero Imlay vuelve a abandonarla y Wollstonecraft realiza su segundo intento de suicidio, esta vez tirándose al Támesis. Ahora no es Imlay el que la salva, sino su propio vestido, que la mantiene a flote e impide que se hunda.
Últimos años de vida de Mary Wollstonecraft
Los últimos cinco años de la vida de Mary Wollstonecraft estuvieron cargados de drama y acción. En 1976 comenzó su vida amorosa con William Godwin, viejo amigo, con el que mantenía una relación respetuosa e intelectual desde hacía años. Godwin comentó sobre su libro Cartas escritas en Suecia, Noruega y Dinamarca:
“Si alguna vez hubo un libro hecho para que el lector quedara enamorado de su autor, para mí es este. Ella habla de su dolor de un modo que te llena de melancolía y te deshace en ternura, al mismo tiempo que demuestra una genialidad que inspira una gran admiración”, escribió William Godwin.
Este amor no tuvo nada que ver con el anterior. Fue la antítesis al amor romántico. Se mudaron a dos adosados, con el fin de que cada uno tuviera su espacio y no perdieran su independencia. Todo les iba muy bien y Mary Wollstonecraft se quedó embarazada al año siguiente de su hija Mary (la novelista Mary Shelley).
Ninguno de los dos quería que la niña fuera ilegítima, pero para ello tenían que casarse. El problema era que si se casaban, saldría a la luz que Wollstonecraft no había estado casada anteriormente y que su otra hija era ilegítima, lo que era un problema para aquella época. Al final inevitablemente todo salió a la luz y ambos perdieron multitud de amistades.
A los pocos días de dar a luz y debido a una infección derivada de las complicaciones durante el parto, Mary Wollstonecraft falleció.
Mary Wollstonecraft después de su muerte
Tras su muerte, William Godwin, que estaba destrozado, intentó hacerle un homenaje publicando Memorias de la autora de Vindicación por los derechos de la mujer.
¿El resultado? Justo el opuesto al que pretendía: las memorias sacaban a la luz detalles de la vida de Mary Wollstonecraft que no fueron bien vistos por los ojos de aquella época, como por ejemplo, la visión tan abierta que tenía sobre las relaciones o el haber intentado suicidarse teniendo una hija pequeña.
La memoria de Mary Wollstonecraft se enterró durante décadas hasta que Simone de Beauvoir la rescató al tomarla como referente. Las obras de Mary Wollstonecraft vuelven a leerse y publicarse actualmente.
Hoy Mary Wollstonecraft es considerada una de las madres del feminismo.
Vindicación de los Derechos de la Mujer
“Les ruego que ayuden a sus compañeras a ser independientes, para que ellas sean su mayor apoyo". - Mary Wollstonecraft
Vindicación de los Derechos de la Mujer se publicó en 1792 y puede considerarse el texto fundacional del feminismo. Se trata de una obra rompedora que alega clara y racionalmente la igual capacidades entre hombres y mujeres. Demuestra por qué se produce la desigualdad entre hombres y mujeres y anima encarecidamente a que las mujeres desarrollen su intelecto con el fin de conseguir la virtud y disfrutar plenamente de sus vidas.
De la introducción del libro, se extrae la siguiente cita, que resume la tesis principal que defiende Mary Wollstonecraft a lo largo de la obra:
"Atribuyo una de las causas de esta floración estéril a un sistema de educación falso, tomado de los libros que sobre el tema han escrito hombres que, al considerar a las mujeres más como tales que como criaturas humanas, se han afanado más en hacer de ellas damas seductoras que esposas afectuosas y madres racionales."
Vindicación de los derechos de la mujer es una oda a la razón como fuente de virtud de todos los seres humanos, ya sean hombres o mujeres. Mary Wollstonecraft se opone a la idea de que las mujeres sean meros seres sentimentales y que no tengan capacidad de razonar.
Wollstonecraft busca cambiar el concepto que se tiene de las mujeres. La mujer como ser con capacidad racional y capaz de controlar sus emociones y lleva a la mujer a un nuevo rango: la mujer actúa en sociedad como compañera del hombre y respetada por él.
"Ningún hombre elige el mal porque busque el mal, lo confunde con la felicidad, con el bien que busca". - Mary Wollstonecraft
"Es justicia y no caridad lo que necesita el mundo" - Mary Wollstonecraft
Este nuevo concepto de mujer marca un punto de inflexión en el feminismo y otorga un nuevo referente para las mujeres que no quieren limitarse a ser lo que les impone la sociedad.
Otras obras de Mary Wollstonecraft
Las obras de Mary Wollstonecraft están totalmente ligadas al momento vital en las que las publica y las vivencias que tuvo a lo largo de su vida. En ellas vuelca todo el conocimiento y sus reflexiones del momento. Una constante en sus obras es la búsqueda de la emancipación de las mujeres y de que reciban una educación igual que los hombres para poder desarrollarse totalmente.
- Reflexiones sobre la educación de las hijas (1787)
- La novela de María (1788)
- Historias originales (1788)
- Vindicación de los derechos del hombre (1790)
- Cartas escritas en Suecia, Noruega y Dinamarca (1796)
- María (1798)
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