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La asombrosa tienda de la señora Yeom, de Kim Ho-yeon
Una novela sobre la sencillez, la empatía y las segundas oportunidades.
28 de septiembre de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo
Qué: La asombrosa tienda de la señora Yeom Autor: Kim Ho-yeon Editorial: Duomo Ediciones Año: 2024 Páginas: 256 Precio: 17,10 €
La asombrosa tienda de la señora Yeom, de Kim Ho-Yeon, es el último fenómeno de la literatura de Corea del Sur, cuyos movimientos culturales en general, también en cine o televisión, llevan extendiéndose con mucho éxito en los últimos años.
Encuadrada en el género, también de moda, de las llamadas novelas feel good (literalmente para sentirse bien) o de mensaje positivo y agradable, cuenta una historia coral de varios personajes que van pasando por una tienda cuya propietaria, la señora Yeom del título devuelve el favor que le ha hecho un indigente —el verdadero protagonista—.
Esos personajes tienen puntos y relaciones en común que van cambiando por la intervención de ese indigente, que ha perdido los recuerdos de una dura historia detrás que solo descubriremos al final.
Kim Ho-yeon
Novelista, dramaturgo y escritor de cómics, Kim Ho-yeon nació en Seúl en 1974 y está considerado como un narrador completo.
Su obra destaca por la humanidad de sus personajes y unas historias sencillas que pretenden empatizar con nuestras propias vidas.
La asombrosa tienda de la señora Yeom — Sinopsis
La señora Yeom, una exprofesora de mediana edad, es propietaria en Seúl de una pequeña tienda de las que abren las veinticuatro horas y, en un viaje en tren, pierde el monedero. Al mismo tiempo recibe una llamada de alguien que lo ha encontrado en la estación y le dice que se lo guarda hasta que ella vuelva.
La señora Yeom se encuentra con un indigente de los que viven y duermen en la estación, pero agradecida por su gesto y sus maneras educadas, lo invita a comer siempre que quiera en su tienda, y no solo eso: ante la necesidad de cubrir una vacante en el turno de noche, le ofrece el trabajo.
Él acepta, también agradecido, y solo menciona que lo llaman Dokgo porque, a causa de la bebida, no recuerda su verdadero nombre ni si tenía una vida o una familia antes de quedarse en la calle. Y en ese nuevo trabajo empieza a ayudar a la gente que va a la tienda.
Ese trato con los demás, y de ellos con él, los cambiará a todos en sus actitudes y formas de ver el mundo y la vida, hasta que al final Dokgo recupera la memoria y una nueva fuerza y motivo para seguir adelante.
La asombrosa tienda de la señora Yeom — Reseña
En realidad, la traducción literal de esta novela es La incómoda tienda de la señora Yeom, como luego se ve en uno de sus capítulos, y remite a la sensación de incomodidad que sienten los clientes que entran en la tienda cuando ven la imponente figura de Dokgo, un hombre alto y fornido, detrás del mostrador.
Pero esa incomodidad se diluye en cuanto hablan con él y reciben sus amables gestos. Esa actitud y presencia consiguen mejorarles la vida tanto a sus compañeros de trabajo como a esos clientes. Y a él mismo termina devolviéndole la memoria. Así, en el último capítulo, sabremos quién es y qué le ocurrió para acabar perdiendo todo —familia y trabajo— y en la calle. Nos lo contará en primera persona y también cómo ha ido recuperando tanto la fuerza como el deseo de vivir y cómo afrontará el futuro.
Es posible que el éxito de esta novela esté en la necesidad —y el gusto— de los lectores por leer historias sencillas que dejen un poso de energía, bienestar y sensaciones agradables ante el complicado mundo que vemos alrededor. Quizás es un espejismo de buenas intenciones, pero funciona y, al terminarla, uno piensa que todavía queda calidez y emoción que compartir con los demás a través de acciones como un pequeño favor, unas palabras de ánimo o de simple comunicación, e incluso, una sonrisa comprensiva sin palabras pero reconfortante.
En definitiva, una agradable lectura para recuperar la fe en el ser humano.
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