Blancanieves. El origen del cuento de los hermanos Grimm

09 de marzo de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Pocos cuentos son tan populares y conocidos como Blancanieves. Está recogido en un libro que recopilaba más de doscientos relatos publicado en 1812 por los hermanos Grimm, autores también títulos como la Cenicienta o La Bella Durmiente y muchos otros. 

Pero, como suele suceder con estos relatos clásicos, las historias o fuentes detrás de ellos están muy lejos del filtro y el tono infantil que se les dio o están inspirados en hechos reales más truculentos o dramáticos.

 

Los hermanos Grimm y su Blancanieves

Jacob y Wilhelm Grimm fueron de los eruditos alemanes más importantes de su tiempo. Lingüistas y estudiosos del folclore, se dedicaron a recoger música y relatos de la tradición oral. Y el de Blancanieves lo tuvieron muy cerca.

Con el tiempo han salido varias teorías que apuntan a que su historia se inspiró en la vida de una mujer real que pudiera tener dos identidades: la baronesa María Sophia von Erthal y la condesa Margaretha von Waldeck, ambas con destinos distintos. ¿Pero quiénes fueron?

 

Maria Sophia von Erthal

Maria Sophia von Erthal nació en 1729 en Lohr am Main, en Baviera, y los Grimm vivieron cerca de Hanau, que está a solo 50 kilómetros. Un historiador local, Karlheinz Bartels, estuvo investigando y descubrió que su padre, Philip von Erthal, se volvió a casar después de la muerte de su primera esposa, y la madrastra de Sophia, Claudia Elisabeth Maria von Venningen, condesa de Reichenstein, tenía fama de ser dominante y mirar solo por sus otros hijos, así que podría haberse dado la animadversión hacia la hija de su nuevo marido.

Además, Lohr era un famoso centro de cristalería y espejos en esa época. El barón era dueño de la fábrica de espejos y le regaló a su segunda mujer un espejo en el que podían repetirse las palabras pronunciadas frente a él debido a la reverberación. Ese espejo está en el castillo de Lohr, que ahora es el Museo del Spessart.

También cerca de allí hay un bosque y en las afueras de la ciudad también hay una mina, en desuso desde hace tiempo, que se encuentra cruzando siete colinas, las que Blancanieves atravesó al huir en el cuento. Precisamente allí podrían haber trabajado gente de baja estatura o incluso niños, ya que los túneles tenían poca altura, y solían vestir capas para protegerse de los posibles derrumbes de piedras o la caída de tierra.

Sin embargo, María Sophia se quedó soltera y ciega desde joven, se mudó a un convento y murió a los setenta y un años.

 

Margaretha von Waldeck

Nació antes, en 1533, y era la hija del conde de Waldeck y su primera esposa. El conde era el dueño de varias minas de cobre, donde la mayoría de los trabajadores eran niños, y se volvió a casar con una mujer a la que describían como vanidosa. Según referencias de la época, Margaretha era una joven de gran belleza y rebelde que huyó de su hogar porque no se llevaba bien con su madrastra.

El historiador alemán Eckhard Sander, en su libro Blancanieves: ¿un cuento de hadas?, cuenta que a los diecisiete años, su padre la envió a la corte de María de Hungría de Bruselas, hermana de Carlos V. Allí llamó la atención del futuro Felipe II de España. Se enamoraron y tuvieron la intención de casarse, pero ese enlace no convenía a ninguna de las partes. El caso es que después la salud de Margaretha empezó a resentirse y la llevó a morir a los veintiuno a causa de una misteriosa enfermedad. Muchos creyeron que había sido envenenada, pero su madrastra no pudo tener nada que ver porque ya había fallecido.

Sin embargo, por aquella época y zona también se dio el caso de un viejo que fue arrestado por darles manzanas con veneno a los niños.

 

Así que…

Pudiera ser que los Grimm recogieran datos y más elementos de aquí y de allí sobre ellas u otras historias similares que se contaban y le dieran forma a este cuento tan popular.