Lionel White, el escritor de novela negra que ideó el atraco perfecto

14 de abril de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Lionel White (1905-1985) fue un periodista y novelista estadounidense cuyo nombre no ha quedado en las listas de los grandes escritores de género negro, sin embargo, los más aficionados y entendidos sí lo localizan detrás de uno de los clásicos entre clásicos del cine, no solo ya del género, sino de la historia: Atraco perfecto, una de las obras maestras de las tantas que hizo Stanley Kubrick. Pero White firmó muchas más historias oscuras que se convirtieron en películas.

White (también conocido como L.W. White) había sido reportero de sucesos y comenzó a escribir novelas policiacas en la década de 1950. Escribió más de 35 libros, que se tradujeron a varios idiomas.

Sus primeras novelas fueron publicadas bajo el sello de ficción criminal Gold Medal, muy popular en esos años, pero cuando la editorial Dutton lanzó una línea de libros de misterio y suspense, también escribió para ellos. Una reseña del New York Times lo describió como «el maestro de la gran jugada».

Mucho más tarde, y siete años después de la muerte de White, el director Quentin Tarantino lo acreditó como fuente de inspiración para su película de 1992, Reservoir dogs.

 

Lionel White y sus adaptaciones al cine de sus obras

 

Atraco perfecto (The killing), 1956

Basada en el título de White Clean Break, Stanley Kubrick firmó una de las mejores películas de la historia del cine en cuyo guion también participó un Jim Thompson, otro grande del género aún por despuntar.

Historia más que clásica de perdedores y contada en un innovador lenguaje cinematográfico, el protagonista es Johnny Clay (Sterling Hayden en estado de gracia y que trabajaría más con Kubrick) que, después de salir de la cárcel, ha decidido dar el último golpe de su vida para retirarse junto a su amada Fay. El plan es llevarse la recaudación de las carreras de caballos de un hipódromo. Después de una meticulosa selección de colaboradores, planea el asalto con una precisión milimétrica: intentará provocar un altercado en la sala de apuestas y matar al caballo favorito de la séptima carrera. Entre sus compinches están Randy, un policía corrupto, George, el cajero de las apuestas, y Mike, barman del hipódromo. El atraco sale perfecto, pero los problemas llegan con el reparto del botín.

 

La gran jugada (The big caper), 1957

Dirigida por Robert Stevens y estrenada en 1957 con el título de The big caper, La gran jugada cuenta la historia de una pareja de recién casados que se instala en una ciudad controlada por el hampa.

El ambiente se irá enrareciendo poco a poco y alterará, como no podía ser de otro modo, su incipiente relación.

Rory Calhoun encabezaba el cartel que comparte con otras figuras como Mary Costa, James Gregory, Robert H. Harris, Roxanne Arlen...

 

Pierrot el loco, 1965

Dirigida por Jean-Luc Godard. Ferdinand es un hombre de vida acomodada que conoce a la joven Marianne cuando su mujer la contrata como niñera. Pronto ambos huirán de París hacia el sur de Francia. Pero a Marianne la persiguen unos criminales argelinos y el viaje se pone muy peligroso.

Con este título Jean-Paul Belmondo se consagró como uno de los actores más importantes del movimiento de la Nouvelle Vague.

 

La trampa del dinero, 1965

Joe es un detective de policía que vive acuciado por las deudas.

Cuando Joe descubre el lucrativo negocio de un traficante de drogas, averigua dónde esconde el dinero para robárselo y poder deshacerse así de sus acreedores y poner fin definitivamente sus problemas económicos.

Glenn Ford, Rita Hayworth, Elke Sommer, Joseph Cotten, Ricardo Montalbán eran tan sólo algunos de los nombres de este extraordinario reparto inolvidable.

 

 

La noche del día siguiente, 1969

Una joven llega al aeropuerto de Orly y es secuestrada por tres desconocidos: el conductor del coche, un hombre muy fuerte y una rubia que se parece mucho a la azafata del avión en el que viajaba. La llevan a un caserón apartado al cuidado de un hombre peligroso llamado Leer. Mientras tanto, los secuestradores se ponen en contacto con su padre, al que piden un cuantioso rescate a cambio de la vida de la chica.

En el reparto estaban Marlon Brando y Rita Moreno.