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Laudatio Naturae, de Joaquín Araújo

Una alabanza a la naturaleza y un homenaje al naturalista Joaquín Araújo.

27 de octubre de 2020. Estandarte.com

Qué: Laudatio Naturae Autor: Joaquín Araújo Editorial: La Línea del Horizonte Año: 2019 Páginas: 248 Colaboradores: Antonio Muñoz Molina, María Novo, Ramón Andrés, Alicia Puleo, Antonio Colinas, José Antonio Marina, Fermín Herrero, Pilar Rubio Remiro, Raúl Tapia, María Sánchez, Eduardo Martínez de Pisón y Julio Llamazares Precio: 23 €

Laudatio Naturae, de Joaquín Araujo“Campesino, agricultor, ganadero y, también, escritor, poeta, divulgador en radio, guionista, documentalista de cine y televisión, articulista en varios medios, comisario de exposiciones, y así hasta casi un centenar de oficios. Cincuenta años dedicados al activismo ecológico dan para mucho y han dejado un poso en una ingente bibliografía sobre naturaleza, aunque seguramente le gustará ser reconocido como el gran plantador de árboles (unos veinticinco mil), como poeta, siempre entregado a la Natura, y como predicador tenaz de un mensaje conciliador hacia el medio ambiente que ha convertido a la causa a miles de adeptos dentro y fuera de nuestro país”. Este es Joaquín Araújo, según le describe la editorial La Línea del Horizonte en el último libro de este gran divulgador: Laudatio Naturae.

Se trata de una obra maravillosamente editada en la que para introducir los doce capítulos en los que el naturalista vierte sus alabanzas a la naturaleza ha encontrado estupendos compañeros de viaje: Antonio Muñoz Molina, María Novo, Ramón Andrés, Alicia Puleo, Antonio Colinas, José Antonio Marina, Fermín Herrero, Pilar Rubio Remiro, Raúl Tapia, María Sánchez, Eduardo Martínez de Pisón y Julio Llamazares. Con sus textos, estos intelectuales se convierten en cómplices de Araújo y del lector en este bello ejercicio de aprender de la Natura –como la bautiza el autor– a base de contemplar y de escuchar sus silencios. Muñoz Molina –por ejemplo– compara a Araújo con Delibes; Antonio Colinas le dedica un bello poema a propósito del tema que le toca introducir, la soledad; Pilar Rubio Remiro le identifica con el agua, y Raúl Tapia en su remembranza a los árboles comparte el amor que siente Araújo por ellos. Una de las frases de Tapia (“hay que volver a educar la mirada […]”) nos lleva a pensar en esa capacidad del personaje para enseñar a contemplar y a escuchar el silencio. Araújo se acerca y defiende la naturaleza con un difícil y bien logrado equilibro, o más bien fusión, entre el científico y el poeta que necesita la belleza de las palabras. “El arte es el instrumento con el cual Joaquín toca sus partituras naturalistas”, escribe el que fuera su maestro de geografía, Eduardo Martínez de Pisón.

En sus textos: poemas, aforismos, sentencias, breves ensayos (“parpadeos, chisporroteos, susurros, gotas… excepcionalmente zurriagazos. Instantes expresados por instantáneas escritas”, los define él) va navegando en los temas que le interesan en esos doce capítulos: desde la Natura; el Horizonte; el Sonido; los Ciclos –un inciso para recordar que la vida de Araújo en su aislado paraíso de las Villuercas cacereñas se rige por los ciclos de la naturaleza–; la Soledad (un firme alegato a la misma de alguien que la disfruta a menudo en aforismos como “es lo más valiente que conozco”); el Silencio; el Aire; el Agua; el Árbol; la Vivacidad; el Paisaje o el Vacío.

En todos ellos hay mucha belleza, a veces cierto humor y otras subyace la tristeza de quien es consciente de que son demasiados los que han dado la espalda a lo natural y los que en vez de acariciar, torturan. Pero no se rinde. Su libro termina con esta sentencia: “Resulta ineludible elegir: / ser como el bosque / o ser como el aserradero.” Araújo no solo tiene claro que quiere ser bosque, sino que merece la pena seguir contagiando a quienes quieran escucharle y leerle y que, a juzgar por el reconocimiento de su labor, son muchos. Ha recibido dos veces el Premio Nacional de Medio Ambiente, el Global 500 de la ONU, el Wilderness Writting, el del BBVA a la Conservación de la Biodiversidad, es miembro numerario de la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura.

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