El Cantar de mio Cid y el arquetipo del héroe en la epopeya

05 de febrero de 2024. Omar G. López Delgado

Hace siglos atrás, cuando la España medieval se encontraba en un contexto totalmente diferente al día de hoy, una gesta de un caballero se convertiría en uno de los mayores hitos de la literatura medieval y su influencia sería notable para nuestra actualidad. Me refiero al Cantar del Mío Cid, una obra que narra el destierro de Rodrígo Díaz de Vivar mejor conocido como el “Mío Cid” y de sus andanzas en tierras españolas hasta recuperar su honor perdido y el perdón de su rey.

Además, esta obra guarda unas características que son bastante comunes en la epopeya y que comparten con otros personajes de su género que a continuación quiero explicar.

El cantar de Mío Cid la conocemos por el volumen del copista Per Abbat, que por infortunio sólo falta la primera hoja del cantar y unas páginas intermedias, de lo que sabemos es que esta obra se divide en tres grandes pasajes.

Joseph Campbell en su prólogo del monomito (pasaje donde se explica al héroe junto a la mitología) nos explica que:

 “El héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos” (Campbell 11)

En la crónica de los 20 reyes, El Cid es injustamente desterrado de su “mundo” por haber defendido al rey de Sevilla contra el rey de Granada y el conde García Ordóñez de Barcelona:

“El rey como estaba muy enojado e irritado contra él, creyólos en seguida… [y envió luego a decir al Cid por carta que se saliera de su reino. El Cid, luego que hubo leído la carta del rey, como se apesadumbró mucho, no quiso hacer nada, pues no tenía más de nueve días para salir del reino]” (Poema de Mío Cid, 2019)

Otra característica que el héroe posee en una epopeya es su astucia, un rasgo importante que utilizará para resolver problemas que parezcan imposibles. el Cid utiliza su oratoria y de su figura imponente para negociar tratos, ya sea cuando se trata de estafar a dos banqueros o de convencer a sus propios rivales de aceptar tratos con él.

Las batallas, uno de los elementos insignia en la epopeya, en donde el héroe y el bando de “los buenos” se regodearán en la lucha contra los malos. Este es el caso de la obra del Cid:

“Embrazan todos sus escudos delante del pecho, enristran las lanzas unidas a sus pendones, inclinan todas sus caras sobre los arzones, y atacan para herir moros, con valiente corazón.” (Poema de Mío Cid, 2019)

Finalmente, un rasgo característico del cual comparte varios protagonistas en sus respectivas obras son un honor y valentía. El Cid, además de ser un excelente orador, nunca faltará respeto a su palabra, como la vez en que liberó a Ramón de Berenguer:

“Espoleó el conde y empezó a caminar, vuelve la cabeza y mira hacia atrás con frecuencia; tenía miedo de que el Cid se arrepintiera, lo cual no haría este, ni por todo el oro del mundo, deslealtad jamás lo hizo.” (Poema de Mío Cid, 2019)

Como habrán visto, el Mío Cid además de ser una gran obra, también es el mejor ejemplo para identificar los rasgos que posee el héroe de una epopeya. Además, quiero añadir mi sorpresa al descubrir que hemos seguido con este esquema de personaje y solo basta con mirar algunos super héroes como Batman o Superman para afirmar el gran legado literario de nuestros predecesores.

 

Referencias:

- Bolaño E Isla, A. (2007). Poema de Mio Cid (28a ed.). Porrúa. (Obra original publicada en 1968)

- Guarner, L. (Ed.). (2010). Cantar de Mio Cid. EDAF. (Obra original publicada en 2010)

- Poema de Mío Cid. (s.f.). Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

- Homero. (1982). Odisea. Gredos.

- El cantar de los Nibelungos (M. Oeste, Trad.; 16a ed.). (2019). Porrúa. (Obra original publicada en 1975)