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El Caso de los Asesinatos del Obispo

Un clásico del género policiaco que inspiró a Agatha Christie.

21 de agosto de 2021. Estandarte.com

Qué: El Caso de los Asesinatos del Obispo Autor: S. S. Van Dine (Willard Huntington) Editorial: Reino de Cordelia Año: 2020 Páginas: 392 Traducción: María Robledano Precio: 19,95 €

El Caso de los Asesinatos del Obispo, de S. S. Van Dine“[…] Vance era de tipo netamente nórdico; rostro alargado y esculpido de forma pronunciada; ojos grises separados, nariz aguileña y fina y barbilla ovalada. Su boca, también firme y bien definida, mantenía una apariencia de crueldad cínica, más mediterránea que nórdica. Su rostro, poderoso y atractivo, no era exactamente bello. Era el rostro de un intelectual ermitaño, y su gran seriedad –al mismo tiempo estudiada e introspectiva– actuaba de barrera entre él y sus semejantes.” Con esta descripción física, en nada opuesta a la que podríamos tener de Sherlock Holmes, S. S. Van Dine, pseudónimo de Willard Huntington (Charlotteville, Virginia, 1888-Nueva York, 1939) nos presenta al protagonista de sus novelas, un perfecto arquetipo de investigador culto y excéntrico, experto en polisemia, conocedor de idiomas, apasionado de las matemáticas, del ajedrez y creyente acérrimo de la psicología (no de pistas, intuiciones o señales) como arma para desentrañar cualquier misterio.

Ese es el modo de ser y de trabajar de Philo Vance a lo largo de las doce novelas que vieron la luz entre 1926 y 1939. Y es el mismo al que ahora vemos actuar en su cuarto título, El caso de los asesinatos del Obispo, una novela publicada por Reino de Cordelia, en la que no faltan las notas a las que era tan aficionado y que según leemos en la introducción servían tanto para ayudar al lector como para demostrar el saber de Van Dine y de Vance.

Escrito al más puro estilo sajón, en el libro abundan los juegos de palabras, las alusiones al ajedrez, la polisemia (Bishop, por ejemplo, quiere decir obispo y también alfil), las matemáticas (varios personajes se dedican a esta profesión) y las canciones infantiles que, como las que aparecen en el libro de canciones de cuna Melodías de Mamá Oca, conforman la estructura de la narración y de los consecutivos asesinatos.

En el primer crimen los acontecimientos siguen la línea marcada por una canción, ¿Quién mató a Cock Robin? Al elegir una canción como hilo conductor, el autor estrenó una novedosa y felizfórmula que contó con el aplauso de crítica y público y que diez años más tarde sirvió de inspiración a Agatha Christie (1890-1976) para su famosísima Diez negritos, una narración que elimina personajes al tiempo que van desapareciendo, de una en una, las diez figuras que adornan la chimenea.

En el relato de Van Dine, es la muerte de Joseph Robin por un disparo de flecha, lo que mueve a Vance a una creciente actividad que le lleva de un diccionario de alemán, al recuerdo de canciones infantiles o a la lectura de un tratado de tiro. Y es el nombre Robin –que asocia inmediatamente a Robin Cock y a la canción que relata su muerte– el eje de una intensa investigación que encuentra el punto de partida en esos primeros versos “¿Quién mató a Cock Robin? / Yo –dijo Sparrow–. / Con mi arco y con mi flecha, / yo maté a Cock Robin.”

Todo empieza en Nueva York; Vance recibe una llamada de su amigo y fiscal de la cuidad, John F. X. Markham, pidiéndole ayuda para aclarar la muerte de un joven en el patio donde practicaba pruebas de tiro con arco. La causa es una flecha en el corazón. Todo se desarrolla en un ambiente de profesores de ciencias y parece claro que el asesino (siniestra figura que usa esa canción para perpetrar sus asesinatos) se oculta entre un reducido número de personajes, la mayoría matemáticos y físicos. La intriga crece en intensidad a medida que se suceden los crímenes, en un reto que pone a prueba la sagacidad de Vance para descubrir al causante de tanta muerte.  

El libro comienza con una más que interesante presentación, titulada Cuando Philo Vance instruyó a Sherlock Holmes, escrita por María Robledano y Jesús Egido (traductora y editor),que nos da las claves sobre la época, el personaje y el autor y en la que como punto final afirman: “Tal vez el mayor logro del autor de El caso de los asesinatos del Obispo sea moldear la literatura popular, las nanas que se cantan a los niños para que se duerman con el horror más viscoso y sangriento.”La emoción, la intriga e incluso la diversión están aseguradas.

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