Nos gusta el Cuaderno Blackie Books

28 de julio de 2012. Emilio Ruiz Mateo

Algún día, en un futuro lejano, alguien encontrará el Cuaderno Blackie Books y no sabrá si se trataba de una publicación muy seria o muy cómica, dudará si los humanos de principios del XXI habían perdido del todo el norte o eran especialmente autocríticos... Lo que es seguro es que se morirá de envidia.

No entenderá mucho, porque en el Cuaderno Blackie Books se mezclan las referencias a la cultura clásica y moderna con los astros y personajillos de las televisión actual, y estos, dios quiera, acabarán desapareciendo de nuestras cabezas y memorias…  Pero seguro que aprende bastante sobre cierta mirada postmoderna, irreverente, apasionada y simpática que caracteriza a nuestro tiempo, y de la que la editorial Blackie Books forma parte.

Con texto de Daniel López Valle e ilustraciones de Cristóbal Fortúnez, pero parido por las mentes varias que componen el Comité Blackie, este Cuaderno Blackie Books es una mezcla de página de pasatiempos de diario, Trivial Pursuit, libro de actividades escolares para el verano (esos odiosos artefactos) y Enciclopedia Infantil.

Un servidor, desde que lo recibió, ha aprovechado sus ratos muertos para leerlo y rellenarlo: porque este cuaderno hay que usarlo con un bolígrafo en la mano, para completar el mapa de España señalando sus tópicos o sus supermercados de la droga, aprender diversas traducciones del lenguaje de Chiquito de la Calzada, conocer los mejores insultos de la literatura (“Seiscientas páginas por la polla de un guardabosques son demasiadas páginas, Céline a D. H. Lawrence) o reescribir las escenas más famosas de la historia del cine.

Si a alguien le quedan dudas de que el humor oculta altas dosis de inteligencia, solo le hace falta hacerse con una copia de esta joyita para comprobarlo. El Comité Blackie informa que se necesitan más de 100 horas para disfrutarlo. No lo hemos comprobado, pero que aquí hay mucha miga y mucho cachondeo inteligente, sí. En cuanto publique esto, me pongo otro rato con el cuaderno…