La igualdad entre chicas y chicos...

07 de marzo de 2021. Estandarte.com

La igualdad entre chicas y chicos no es ninguna broma es un libro por la igualdad, al que le molestan los estereotipos sexistas y los combate con un montón de preguntas y desmontando lugares comunes. Está creado a cuatro manos, con Stéphanie Duval y Sandra Laboucarie a cargo de los textos (con traducción al castellano del francés de Jordi Trilla) y Pascal Lemaître y Roger Zanni ocupándose de las ilustraciones. Juntos, y con la editorial Larousse como aliada, construyen un manual muy didáctico, enfocado al público infantil (recomendado a partir de 9 años), que en su organización y diseño recuerda a una revista divulgativa y se ordena temáticamente por páginas o dobles páginas.

Un titular, que puede ser una pregunta o una declaración, centra el asunto y una serie de breves textos lo desgranan, como si se tratara de pequeños artículos de prensa que ofrecen miradas desde distintas perspectivas y se apoyan en viñetas atinadas y en un diseño gráfico dinámico y atractivo.

Hay piezas que tiene que ver con la anatomía y explican de forma muy básica los órganos sexuales masculinos y femeninos o por qué se cae el pelo; encontramos muchas incursiones en la historia como la revisión de la incorporación de la mujer al voto en distintos países; miradas hacia el marketing –con una decidida denuncia a la utilización de la mujer como objeto–, hacia las aficiones, los juegos, la gestión de las emociones, la moda, la educación, las profesiones, la sexualidad, la familia o, entre otros aspectos, el lenguaje en el que, como en todo lo demás, se defiende la inclusión.

Son muchas cuestiones las que se abordan de manera sucinta, sin profundizar, a base de breves pinceladas que tienen el valor de dar visibilidad y de hacer caer en que ­–por ejemplo–cuando a las mujeres se las llama por sus nombres de pila en contextos en los que a los hombres se les cita siempre por sus apellidos se está mostrando “que se las toma menos en serio”. Las preguntas provocan otras preguntan e invitan a pensar en aspectos que se pasan por alto en demasiadas ocasiones.

El libro describe y denuncia situaciones, pero también las aplaude cuando viene al caso como un proyecto pedagógico que fomentó en una escuela francesa una mejor convivencia entre niños y niñas. Muestra que la discriminación también la sufren los chicos (¿por qué ellos no deben llorar ni maquillarse?) y explica expresiones como techo de cristal, carga mental, lenguaje inclusivo, etc. A modo de sección, los “¿Sabías que…?”  presentan curiosidades y datos que desmontan tópicos como los referidos a la mujer al volante.

La igualdad entre chicas y chicos no es ninguna broma está cargado de referentes femeninos: de cada tema se destacan nombres propios motivadores en la sección “Una mujer increíble” por la que desfilan –con una mínima nota biográfica– Clara Campoamor, que consiguió en 1931 que la mujer votara en España; María Moliner y su diccionario; la tenista Billie Jean King; la escritora George Sand; la activista Malama Yousafzai, o –entre otras muchas– la política Benazir Bhutto. Consciente de que la historia no ha sido justa con las mujeres que han alcanzado logros y que son necesarios espejos en los que mirarse, este paseo por la igualdad se cierra con un gran etc. que sigue a una lista de nombres: Indira Gandhi, Hannah Arendt, Louise Bourgeois, Annie Sugier, Carmen Laforet, Isabel Coixet, Gloria Fuertes…