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Harlan Ellison, el escritor temperamental, agotador, implacable, rabioso y rugiente...

...que supo ser también amable, cariñoso y generoso, en palabras de George R. R. Martin.

07 de mayo de 2024. Iván de la Torre

Qué: Biografía de Harlan Ellison

Harlan Ellison (1934-2018) tuvo una infancia muy difícil en Cleveland, su ciudad natal, debido al acoso que sufrió por su baja estatura y su religión: “Cuando era un niño, el único judío en el pueblo, me pegaron y yo aprendí sobre los matones, sobre ser desvalido. Yo era el mono verde, el paria. No tenía amigos. Ningún amigo. Estaba solo. Aprendí a cuidar de mí, a pelear mis peleas”.

A mediados de la década del cincuenta, tras intentar seguir una carrera en la Universidad Estatal de Ohio, Ellison se mudó a Nueva York y comenzó a escribir.

Web of the city, de Harlan EllisonEn 1958 publicó Web of the city, su primera novela, basada en sus diez semanas como integrante de “Los barones”, una pandilla a la que se había unido bajo una identidad falsa: “Vi un grupo de muchachos, sus pechos cubiertos por cuero negro, sus pies en pesadas botas del Ejército. Eran los primeros miembros de una banda organizada de adolescentes que yo había visto alguna vez, y había algo terrible e inflexible en ellos… Sus ojos no decían nada. Tenían ojos muertos”.

En 1961 aparece “Spider Kiss”, su segunda novela, que retrata el ascenso y caída de un cantante, basada libremente en las vidas de Jerry Lee Lewis y Elvis Presley.

Tras el fracaso de estos títulos, que tuvieron un nulo impacto entre la crítica y el público, Ellison deja la narrativa realista para concentrarse en sus trabajos cortos de ciencia ficción, terror y fantasía, escribiendo decenas de cuentos que le permiten pulir su talento y muestran su deseo de emular a Theodore Sturgeon, Fritz Leiber y Alfred Bester, los grandes innovadores de la ciencia ficción.

Arrepiéntete, Arlequín, dijo el señor Tic-Tac, de Harlan EllisonEl primer gran éxito de Ellison llega en 1965, con el cuento Arrepiéntete, Arlequín, dijo el señor Tic-Tac, sobre un bromista que desafía una autoritaria sociedad del futuro mediante el humor y el sinsentido (el personaje servirá de modelo para el personaje central de V de vendetta, el clásico tebeo de Alan Moore); poco después, el escritor publica otro texto fundamental de su obra: No tengo boca y debo gritar (1967), la historia de los cinco únicos sobrevivientes de la humanidad que son torturados durante décadas por AM, una inmensa computadora enloquecida.

Visiones peligrosas, de Harlan EllisonParalelamente a su trabajo como escritor, Ellison se convierte en editor con Visiones peligrosas (1967), una inmensa antología en tres tomos que replica en Estados Unidos la revolución generada en Inglaterra por Michael Moorcok, Brian Aldiss y J. G. Ballard desde la revista New Worlds.

En el libro, los escritores más importantes del género fueron invitados a escribir relatos “sin ningún tipo de censura”, lo que generó obras como Moscas, de Robert Silverberg; La fe de nuestros padres, de Philip K. Dick; Por siempre y Gomorra, de Samuel R. Delaney; o Los jinetes del salario púrpura de Philip José Farmer.

Ellison tenía muy claro su objetivo y así lo expresa en el prólogo que le pone a la antología: “Esto que tienen en sus manos es más que un libro, si tenemos suerte será una revolución”.

Visiones peligrosas renueva la ciencia ficción norteamericana, haciendo que los editores de diarios y revistas acepten enfoques poco ortodoxos, lo que permitió el lanzamiento de historias que, poco tiempo antes, hubieran sido censuradas, como Un muchacho y su perro (1969), un brutal relato del propio Ellison que cuenta, de manera muy directa, la historia de Vic, un joven apremiado por sus deseos sexuales que usa a su perro Blood para buscar mujeres en un mundo post-apocalíptico y someterlas a sus deseos: «Ahora voy a ir allí y cogeré uno de esos colchones de lucha, para que resulte mejor, más cómodo, ¿eh? Si haces un solo movimiento te arranco una pierna de un disparo, y te joderé lo mismo, solo que tendrás una pierna menos».

Again, dangerous visions; de Harlan EllisonEn 1971 apareció Again, Dangerous Visions, con algunas de las más importantes autoras femeninas de la década: Ursula K. Le Guin (El nombre del mundo es bosque), James Tiptree Jr (La leche del paraíso) y Joanna Russ (Cuando eso cambió).

Tras el éxito de su nueva antología, Ellison vuelve a escribir ficciones cortas e inaugura una costumbre que repetirá durante los siguientes cuarenta años: publicar colecciones temáticas de cuentos, con un eje central (la muerte, el amor…) que permita leerlos como novelas, aunque no lo sean.

Approaching Oblivion: Road Signs on the Treadmill Toward Tomorrow, de Harlan Ellison Approaching Oblivion: Road Signs on the Treadmill Toward Tomorrow (1974), trata el tema del olvido y la importancia de no perder la memoria e incluye Una vida, tempranamente arruinada por la pobreza, donde Ellison cuenta la historia de un hombre que vuelve en el tiempo para contarle al niño que fue, golpeado y maltratado por sus compañeros, que al final todo saldrá bien.

Otros relatos destacados del libro son Knox, sobre un hombre común dominado por el odio; y Silencioso en Gehenna, que muestra a un rebelde enfrentando un régimen totalitario.

Ellison explica la furia que resuena en esta colección de relatos como una consecuencia directa de sus experiencias personales: “Marché con Martin Luther King de Selma a Montgomery. Trabajé con César Chávez en el Valle de Coachella durante la huelga de la toronja. Me preocupo de lo que hago, creo en lo que hago y eso se extiende a mi escritura”.

Deathbirds, de Harlan EllisonEn 1975, publica Deathbirds, que habla sobre los “nuevos dioses” e incluye tres grandes relatos: Pretty Maggie Moneyeyes, sobre la adoración desmesurada de los hombres por el juego; Frágil como duendecillo de cristal, que denuncia el falso camino de las drogas; y El llanto de los perros azotados, inspirado en la muerte de Kitty Genovese, una joven que fue brutalmente asesinada en 1963 mientras sus vecinos miraban la escena sin hacer nada para salvarla.

El relato comienza describiendo esa situación de una manera tan realista como espeluznante: «La noche del día en que coloreó las ventanas de su nuevo apartamento de la calle Cincuenta y Dos Este, Beth vio cómo apuñalaban lenta y horriblemente a una mujer en el patio del edificio. Estuvo entre los veintiséis testigos de esa escena diabólica y tampoco ella hizo nada para impedirla. Lo vio todo, cada momento, sin interrupción y sin obstrucciones…».

Strange wine, de Harlan EllisonEllison cierra la década con Strange Wine (1978), otra gran colección de relatos, donde destacan tres títulos: Hitler painted roses, sobre una mujer condenada injustamente al infierno; From A to Z, The Chocolate Alphabet, veintiséis fábulas, una por cada letra del alfabeto; y Croatoan, que mezcla el antiguo mito de los cocodrilos que viven en las cloacas de Nueva York con el tema del aborto.

En los 80, afectado por varios problemas de, Ellison solo publicará dos colecciones de relatos. Shatterday aparece en 1980 e incluye dos narraciones destacadas: Jeffty tiene cinco años, sobre un niño que se niega a crecer; y All the lies that are my life, donde el escritor mezcla ficción y realidad para contar parte de su vida.

Angry Candy, de 1988, está marcado por la presencia asfixiante de la muerte: en Paladin the Lost Hours, la certeza del final convence al anciano Gaspar de entregar su reloj, un objeto mágico que puede decidir el fin del mundo, al joven que le salva la vida; en Laugh Track un escritor descubre que su tía muerta está atrapada en una vieja grabación y es obligada a reírse de los más tontos programas; In la Slab tiene ecos de J. G. Ballard y muestra la fascinación ejercida por un gigantesco cuerpo encontrado y exhibido por un productor de rock.

Slippage, de Harlan EllisonEn 1996, Ellison publica Slippage, su última gran colección de cuentos, que incluye Mefisto in Onix, la historia de un telepata negro obligado a meterse en la mente de un asesino serial blanco.

Desde entonces, el escritor publicó muy poco material original y se limitó a republicar viejos títulos hasta el 2014, cuando un derrame cerebral le paralizó el lado derecho del cuerpo.

Cuatro años después, el 28 de junio del 2018, Ellison falleció mientras dormía.

George R. R. Martin, creador de la saga de Fuego y Hielo, despidió a su colega escribiendo: “Los autores de la Edad de Oro querían impresionar a John W. Campbell; los autores de mi juventud querían impresionar a Harlan. Era un héroe para nosotros, pero no hay duda de que podía ser un hombre difícil. No aceptaba a los tontos de buen grado y se ofendía rápidamente ante cualquier desaire, real o percibido. ¿Cometió errores? Claro que sí. ¿Se equivocó de vez en cuando? Sin duda. ¿Quién no lo hace? ¿Era ruidoso, obstinado, a veces odioso? Oh, todo eso… pero también era amable, cariñoso y generoso… y por eso se está viendo tal efusión de afecto por este gigante temperamental, agotador, implacable, rabioso, amoroso y rugiente”.

 

Comentarios en estandarte- 4

1 | Mario Endrizzi 08-05-2024 - 00:51:23 h
Muy buena semblanza de Harlan Ellison. Como dato llamativo, para no demandar a los productores de Terminator porque el argumento era muy parecido a un relato suyo, hizo que lo acrediten en la película con la leyenda "basada en un relato de...". Gracias por la info, Iván

2 | Luz María Mikanos 08-05-2024 - 03:26:13 h
Excelente su compendio de cuentos y su mezcla de ficción y realidad! Muy completa y buena narración de De la Torre! Gracias Estandarte por ponerlas a nuestro alcance.

3 | Ivan 09-05-2024 - 13:03:40 h
Excelente dato, Mario! El relato al que haces referencia en que se basó Terminator es Soldier, que se basa en un cuento de Ellison que fue un capítulo de una serie llamada Outer Limits

4 | Iván 09-05-2024 - 13:04:53 h
Muchas gracias por tu apoyo, querida Luz, sé que sos una lectora muy atenta a cada detalle de los textos y por eso aprecio todavía más tus comentarios.