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El origen y las distintas versiones de La Bella Durmiente

Un origen mucho más oscuro que el de la edulcorada historia que conocemos.

18 de marzo de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Qué: El origen y las distintas versiones de La Bella Durmiente

La Bella Durmiente es y será uno de los cuentos más famosos del mundo, con múltiples versiones al largo de la historia y, por supuesto, objeto de adaptaciones cinematográficas de las que la más popular y conocida es la que hizo Walt Disney en 1959.

Sin embargo, su origen tiene un tono mucho más oscuro que el de la edulcorada historia que hoy conocemos y que habita el imaginario colectivo.

 

Escultura de Louis Sussmann-Hellborn. En esta escultura aparece Talía, la bella durmiente.La Bella Durmiente: la versión más antigua

La historia se publicó en 1634/1635 en napolitano, dentro de una colección de cuentos, Il Pentamerone, que firmaba el escritor Giambattista Basile. Los contaban por diez mujeres a lo largo de cinco días y este es el quinto cuento del quinto día. Su título era Talía, Sol y Luna

Había anteriormente una tradición oral que hablaba de la princesa Talía que, según los profetas, corría el riesgo de pincharse con una astilla envenenada oculta en una tela de lino. 

Por ello su padre decidió prohibir la entrada de cualquier material así en el palacio para mantener a salvo a su hija. Pero cuando llega a la adolescencia, Talía descubre una rueca y se pincha con una astilla, que la lleva en un profundo sueño del que no logra despertar.

Su padre, roto de dolor, se negó a enterrarla y la encerró. Un día el rey de un reino cercano llegó a las fronteras del palacio y al descubrirla decidió aprovecharse de ella. Después se marchó a su castillo con su verdadera esposa.

Talía se quedó embarazada y tuvo dos hijos, Sol y Luna. No se aclara cómo pudo hacerlo o llamarlos así, ya que estaba dormida. El caso es que por eso, como los niños tenían que alimentarse pero no podían llegar a los pechos para mamar por culpa del corpiño, le mordieron el dedo que tenía la astilla que contenía la maldición y esta se desprendió. Y así se despertó.

Por otro lado, la esposa del rey, que no lo repudió por engañarla ni abusar de una joven indefensa, presa de los celos, raptó a los niños para cocinarlos. Por suerte, el cocinero de palacio se apiadó de ellos, los salvó y asó unos pollos en su lugar. Pero la reina decidió también que Talía fuera quemada viva. Entonces el rey se enteró de lo que estaba haciendo su esposa, sintió remordimientos por todo y ordenó que la quemarán a ella. Ese sería el verdadero final.

 

La bella durmiente de Perrault y los hermanos Grimm

Sin duda la más famosa es la del francés Charles Perrault, que publicó en 1697 la Belle au Bois Dormant en su famoso libro Cuentos de Mamá Ganso. Fue el que quitó toda la carga violenta y tenebrosa y añadió a los personajes que han llegado hasta nosotros: la malvada bruja que lanza la maldición, las hadas muy alegres y simpáticas que ayudan a la princesa y el valiente príncipe que la despierta con un beso mágico.

A principios del siglo XIX los hermanos Grimm hicieron más o menos lo mismo al ir recopilando los cuentos orales y populares de todo el continente europeo. En el caso de La Bella Durmiente, se basaron en la versión de Perrault.

 

La versión de Disney

La Bella Durmiente de DisneyMucho tiempo después Walt Disney utilizó para su película (1959) —la decimosexta y ultima producida por él— esa última versión de los Grimm y le dio el toque dulzón y heroico de la casa con los valores habituales: un buen corazón, buenos sentimientos y respeto por los animales y la naturaleza, además del final más feliz.

Además, convirtió a la malvada Maléfica en una de las villanas más icónicas y famosas del cine no solo de animación, tanto que también tiene su versión más reciente en imagen real.

 

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