Washington Irving, el escritor norteamericano más viajero

03 de abril de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Washington Irving es uno de los escritores clásicos norteamericanos más conocidos y el primero que obtuvo fama mundial. También es considerado uno de los grandes del romanticismo del siglo XIX en general, no solo en su país. Además, fue un gran viajero.

También fue el primero que usó la literatura para hacer reír y caricaturizar la realidad y sociedad de su época, pero sin que no incomodase a los lectores.Creó ese estilo coloquial que luego utilizaron colegas como Mark Twain o, posteriormente, Hemingway.

Sus obras más conocidas son, entre otras, La leyenda de Sleepy Hollow y Cuentos de La Alhambra.

 

Washington Irving, su vida 

Washington Irving, que fue autor, ensayista, biógrafo, historiador y diplomático, nació el 3 de abril de 1783 en Nueva York. Tuvo siete hermanos. Empezó los estudios de Derecho, pero su vocación iba más por el periodismo y la escritura que por la abogacía.

Comenzó escribiendo relatos para varios periódicos y revistas y consiguió un cierto éxito y renombre popular con sus historias cortas, que normalmente contenían grandes dosis de humor y sátira.

Se mantuvo al margen de los movimientos políticos y sociales que se dieron en su época, algo que no quita que se convirtiese en uno de los mayores representantes del romanticismo norteamericano. Eso sí, su romanticismo tiene unas características más superficiales como el amor al pasado, a lo fantástico y a las leyendas.

También tuvo el impulso viajero que compartieron tantos otros escritores y artistas a uno y otro lado del Atlántico. En 1815 se fue a Liverpool y allí hizo amistad con importantes autores británicos como Walter Scott. Fue su amistad con el gran escritor romántico escocés la que influyó en su obra y lo animó a escribir uno de sus títulos más representativos: El libro de los bocetos.

También escribió algunos ensayos, relatos y sobre todo artículos con los seudónimos de Geoffrey Crayon o Diedrich Knickerbocker y está considerado figura de referencia de autores como Nathaniel Hawthorne o Edgar Allan Poe. También viajó por Inglaterra, Alemania y París, donde conoció a Mary Shelley.

En 1846 regresó a Sunnyside, su casa de campo, y murió allí el 28 de noviembre de 1859.

 

Washington Irving - El libro de los bocetos

También conocido como Libro de apuntes, se trata de una recopilación de ensayos y cuentos. Se publicó en Estados Unidos entre 1819-20, en varios volúmenes, y como libro en Inglaterra en 1820.

Incluye retratos costumbristas de la vida inglesa como The Christmas Dinner o Westminster Abbey, entre otros. También ensayos sobre tópicos americanos y adaptaciones de cuentos populares alemanes como Rip Van Winkle y La leyenda de Sleepy Hollow, su obra más conocida. Abundan muchos elementos populares, la escenificación de las historias, los detalles en la descripción de personajes, el humor sutilmente malicioso y las supersticiones tan arraigadas en aquella época.

 

Washington Irving, el gran viajero

Irving fue un gran viajero, de carácter inquieto aunque enfermizo, algo que no le impidió emprender varios viajes por su país, Canadá y Europa. Escribía sobre ellos en sus diarios, donde anotaba sus impresiones. Visitó España en su período como diplomático, ya que fue embajador de los Estados Unidos en Madrid. De su estancia salieron una biografía de Cristóbal Colón (1828) y Los Cuentos de la Alhambra (1832).

Para estos últimos, aunque faltos de más rigor histórico, se inspiró en cuentos y leyendas populares. Era muy observador y un gran estudioso del folclore y solía tomar notas de todo. Así le impresionaron mucho la tradición y riqueza de las historias antiguas españolas y el material que recogió lo utilizó para narrar esos cuentos.

Cuando regresó a Estados Unidos, siguió haciendo viajes que le proporcionaron temas para sus siguientes obras centradas en el Oeste americano. Fueron títulos como Viaje por las praderas, Astoria o Las aventuras del capitán Bonneville. Sin embargo, ninguna consiguió el éxito de las anteriores.

 

Los Cuentos de la Alhambra, de Washington Irving

Terminamos con un breve fragmento de Los Cuentos de la Alhambra.

«Allí me detuve para dirigir una última mirada sobre Granada. La colina en que me encontraba domina un maravilloso panorama de la ciudad, la vega y los montes que la rodean, y está situada en la parte del cuadrante opuesto a la Cuesta de las Lágrimas, famosa por el último Suspiro del Moro. Ahora podía comprender algo de los sentimientos experimentados por el pobre Boabdil cuando dio su adiós al paraíso que dejaba tras él y contempló el áspero y escarpado camino que lo conducía al destierro».