Hellelil e Hildebrand, el poema danés detrás del famoso cuadro de Frederic William Burton

25 de marzo de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo

Hellelil e Hildebrand son los protagonistas de una antigua balada danesa que inspiró uno de los cuadros más románticos y trágicos que hay: El encuentro en la torre, del pintor irlandés Frederic William Burton. Te contamos la historia.

 

El pintor irlandés Frederic William Burton

Burton (1816 -1900) fue uno de los pintores y miniaturistas más destacados de la época victoriana. Se dedicó principalmente a la acuarela y le influyó mucho el movimiento prerrafaelista. Lo nombraron tercer director de la National Gallery de Londres en 1874, cargo que ocupó durante veinte años, tiempo en el que no pintó pero adquirió importantes obras para la colección del museo. Fue también uno de los fundadores de la Sociedad Arqueológica Irlandesa y apoyó las exploraciones egiptológicas.

 

El encuentro en la torre, el cuadro más famoso de Frederic William Burton

Esta obra cumbre de su carrera pintada en 1864, y también llamada Hellelil e Hildebrand, la inspiró un antiguo medieval danés del siglo XV por la traducción que había hecho un amigo suyo, Whitley Stokes, gran especialista en estudios celtas, en 1855.

Lo protagonizaban dos amantes de trágico destino, Hellelil e Hildebrand. Pero Burton decidió escoger una escena íntima como el tierno y conmovedor momento antes de la separación definitiva en vez alguno más dramático.

Y la situó en el espacio cerrado y estrecho de las escaleras de la torre de un castillo, para destacar aún más la unión tan profunda y cargada de emoción y ternura de los personajes, cuyo gesto los hace sostenerse uno al otro ya para toda la eternidad.

La pintó en acuarela y gouache sobre papel y el resultado terminó siendo una obra maestra y también la pintura favorita del pueblo irlandés, que la consideró así en 2010. Se puede ver en la National Gallery de Irlanda.

 

La historia de Hellelil e Hildebrand

El poema medieval danés narra la historia de cómo Helleli, una doncella que pertenecía a una familia de alta alcurnia, tenía a Hildebrand como uno de sus doce guardaespaldas, pero terminó enamorándose de él. Sin embargo, su padre se opuso tajantemente a ese romance y ordenó a los siete hermanos de Helleli que lo mataran.

Pero Hildebrand, que también era un príncipe de Inglaterra, decidió enfrentarse a ellos para conservar el amor de su doncella. No obstante, en el fondo ambos sabían que ese anhelo era muy complicado y peligroso y que posiblemente no volverían a verse con vida.

La balada entonces cuenta cómo el valiente guerrero no dudó en luchar y matar a uno por uno a todos los parientes de su amada hasta que, antes de asesinar al séptimo y también el menor de ellos, Hellelil lo detiene. Pero ya en ese momento el caballero está sin más fuerzas y malherido y cae muerto en los brazos de su enamorada, que, al poco tiempo y sin poder soportar el dolor de su pérdida, también muere.

Frederick William Burton quizás no tuvo la fama que mereció por su obra, pero sin duda este cuadro, por la belleza tan triste y emotiva del momento escogido para reflejar, le reportó el reconocimiento absoluto de los amantes de la pintura romántica, que lo consideran de sus más favoritos. Y también les dio la eternidad a esos amantes perdidos de la literatura.