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El gato negro y otras historias de E. A. Poe

El maestro Breccia, más siniestro y genial que nunca, se adentra en el universo de Poe en impactantes adaptaciones a color.

23 de abril de 2024. Iván de la Torre

Qué: El gato negro y otras historias de E. A. Poe Autor: Alberto Breccia (adaptación y dibujo) Editorial: Doedytores Año: 2011 Páginas: 64 Precio: 2100 pesos argentinos

Alberto Breccia sorprendió a todos al elegir colores brillantes, fuertes y llamativos para historias muy oscuras, desde el hombre enloquecido por el alcohol que asesina a la mascota favorita de su mujer en El gato negro al El extraño caso del Sr. Valdemar, donde un experimento fallido termina en putrefacción, descomposición y muerte. El maestro Breccia se adentró en el universo de Edgar Allan Poe en impactantes adaptaciones a color que se publicaron en todo el mundo. 

En La máscara de la muerte roja, el dibujante incluso se permite mostrar escenas de sexo, algo muy poco común en su obra, para retratar la degradación física y moral de los protagonistas, aristócratas privilegiados que disfrutan una orgia interminable en su castillo mientras afuera los pobres están condenados a morir, víctimas de la peste o el hambre.

El extraño caso del Sr. Valdemar - El gato negro y otras historias de Edgar Allan Poe (Breccia)En William Wilson, a la manera de Jorge Luis Borges en Historia Universal de la Infamia” (otro de sus autores favoritos, al que homenajeará en una serie de cuadros que retratan momentos centrales de sus cuentos más importantes), Breccia traslada la anécdota y los personajes del siglo XIX a un baile de carnaval típico de los años treinta, en un tono paródico remarcado por la letra de la popular canción que abre y cierra la historia («Decime quién sos vos, decime dónde vas, alegre mascarita que me gritas al pasar, ¿qué haces?, ¿me conocés?»).

En esta historia de dobles homicidas, Breccia recupera, a todo color y en tono de farsa, el ambiente de Un tal Daneri, convirtiendo a los protagonistas de William Wilson en dos guapos de Mataderos, con duelo a cuchillo y sonrisa de Carlos Gardel incluida.

El dibujante reveló que estas adaptaciones nacieron de la presión que sufrió durante la última dictadura militar (1976-1983), cuando cada trabajo que hacía era controlado de cerca por el poder: “Un día me telefonearon y una voz anónima me dijo que iban a dinamitar mi casa. Tuve que esconderme una temporada. Debía haber cosas que, al menos en apariencia, fueran potables. Así si un día ellos hubieran venido a casa siempre habría podido decirles: 'Estoy dibujando una cosa extraña, algo cómica, algo grotesca'. Tal vez de ese modo podría arrancarles alguna sonrisa y evitar que me mataran a golpes de cruz. Los militares eran desconfiados e ignorantes. Yo estaba destrozado por esa sensación de impotencia. Quería dibujar algo más fuerte, más comprometido, sin poder hacerlo. Si lo hacía, firmaría mi sentencia de muerte, no sería más que carne de cañón. Por eso adapté William Wilson'”.

Los cuentos de Edgar Allan Poe recreados por BrecciaEl corazón delator, la única historia en blanco y negro del libro, posiblemente sea la mejor adaptación realizada por el dibujante en toda su carrera y la que le llevó más tiempo hacer, porque no encontraba el tono exacto para darle el enfoque y la intensidad que la narración pedía: “En mi opinión, El corazón delator es una de mis adaptaciones más logradas. Me exigió casi un año de preparación. Un año durante el cual no dejé de pensar en cómo sería la mejor manera de realizarla. Al principio, decidí que la historia podría transcurrir en una tienda porque, al leerla, se nos da la impresión que el protagonista es el empleado de un comerciante. Poe no es muy claro al respecto, y así, me decidí por la tienda. Después cambié de opinión y opté por el local de un anticuario, pero eso se parecía demasiado a Mort Cinder. Un día fui al teatro a ver una obra de Arthur Miller, La muerte de un viajante. El director había sido muy meticuloso, sobre todo al realizar la escenografía. Sobre la escena había construido una casita de dos plantas con un corte transversal, de modo que el espectador pudiera ver todas las habitaciones con su moblaje y los demás. Los actores pasaban de una a otra habitación, subían la escalera... Yo estaba tan absorto, fijándome en cada detalle, que el director había insertado en el decorado que, al final, no recordaba nada de lo que había sucedido en él. Era incapaz de recordar una sola frase de los actores. Ese tipo me había hipnotizado. Ese decorado tan preciso se había tragado a los personajes. Así que volví a cambiar de opinión y decidí eliminar el decorado de mi historia. El decorado sería blanco y negro. Tan solo conservaría los personajes: El asesino, la víctima y la Justicia. Un poco al modo de las tragedias griegas, donde los actores actuaban ante un gran telón negro. De haber utilizado un decorado más elaborado, habría conseguido que se tragara a los personajes, mezclándolos con todos los objetos. Todo esto, aunque ahora pueda explicarlo con facilidad, me llevó mucho tiempo. Una vez aclarado ese punto, empecé a estudiar los problemas inherentes a la adaptación en sí misma. Acabé eligiendo una solución cinematográfica, o sea un ritmo narrativo propio del cine. ¡Así fue como trabajé en este caso!”.

El gato negro y otras historias de Edgar Allan Poe - Alberto BrecciaSobre las increíbles y apasionadas adaptaciones de El gato negro y otras historias, el artista se mostró muy sincero y no ahorró críticas para los editores tradicionales: “Cuando adapto un texto literario elimino todo lo que puede perjudicar al relato, todo lo que pueda distraer al lector. Me gusta recurrir a técnicas que no son muy habituales, no con el afán de aparecer original, sino porque si no, no puedo expresarme, pero o dibujo como lo hago y al que le guste mi dibujo que lo compre, o no dibujo, porque por lo general a un dibujante lo llaman de una editorial, lo hacen esperar cinco días, le pagan cuando quieren y lo basurean, y el dibujante se aguanta, porque está en el nivel del intelectual, el hombre que no discute precios. Peor el dibujante ha de ser un trabajador en el momento de los precios, después será artista. Ése es el concepto que tengo de la historieta: representar al autor –sea guionista o literato- con la mayor potencia posible, y llegar hondamente a los lectores”.

 

Comentarios en estandarte- 1

1 | Luz María Mikanos 26-04-2024 - 00:08:25 h
Notable artículo! Me encantó enterarme de pormenores que desconocía! Gracias!