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Bud White, el mejor personaje literario encarnado por Russell Crowe
La interpretación de Crowe que le supuso el reconocimiento, los elogios y el despegue de una carrera con más grandes trabajos.
28 de agosto de 2024. Mariola Díaz-Cano Arévalo
Qué: Bud White, el mejor personaje literario encarnado por Russell Crowe
El actor australiano Russell Crowe y Bud White, el personaje creado por James Ellroy en L. A. Confidencial, le dio la fama en la versión cinematográfica de Curtis Hanson.
Son varios los personajes literarios que ha interpretado Russell Crowe como, por ejemplo, el capitán Jack Aubrey (Master and commander), de Patrick O’Brian; o Javert, en la más reciente versión musical de Los Miserables, de Victor Hugo. O el último, otro policía retirado y aquejado de alzhéimer, en la próxima versión de la novela El libro de los espejos, de E. O. Chirovici, estrenada en España bajo el título de Sombras del pasado o como Recuerdos mortales en México.
Pero sin duda la que más recuerda y destaca la mayoría de sus seguidores es el de Bud White, el violento pero a la vez muy vulnerable policía de los años 50 al que el actor, un completo desconocido por entonces, dio vida en una de las mejores películas contemporáneas de cine negro. La dirigió Curtis Hanson en 1997 y catapultó a la fama a sus protagonistas.
Russell Crowe
Nacido en Wellington (Nueva Zelanda) el 7 de abril de 1964, su familia, que se dedicaba al catering de rodajes, se mudó a Australia cuando él tenía 4 años y se crio entre focos y cámaras. Sin estudios en interpretación, probó suerte en la música primero siendo un adolescente y luego en pequeños papeles en el cine y la televisión.
Su éxito más importante, que lo empujó a dar el salto internacional, fue la impactante interpretación de un neonazi en la película Romper Stomper, que llamó la atención de más de un director en Hollywood.
Pero fue Curtis Hanson el que le dio ese papel que marca el punto de inflexión en la carrera de un actor. Fue en la versión —después de adaptar el guion literario— de L. A. Confidencial, la extensísima novela superventas que James Ellroy había publicado en 1990. Y Crowe lo hizo suyo en un trabajo que ha quedado para muchos como el mejor de su ahora ya larga y prestigiosa carrera.
Bud White y Russell Crowe
Bud White es uno de los tres personajes principales —habitual esquema en las novelas de Ellroy— de la película: tres policías (Jack Vicennes, Edmund Exley y Wendell Bud White) a cada cual más distinto, que, al investigar un atroz asesinato múltiple, se verán mezclados en una muy oscura trama de corrupción policial que alcanza a las más altas esferas del DPLA y de la política en la ciudad de Los Ángeles a mediados de los 50.
El Bud White literario es un hombre enorme y de métodos más que expeditivos cuya vida está marcada por haber presenciado cuando era niño la violenta muerte de su madre a manos de su padre. Así que en su trabajo como policía también se dedica a llevar una lista de maltratadores de mujeres a los que vigila y controla. Pero será el que se vea más implicado en la investigación del asesinato colectivo que ocurre que, en la novela, incluye muchas subtramas y personajes más.
Crowe contó más tarde que, en un principio, no se veía en el personaje por no cumplir ni de lejos con su descripción física en cuanto a complexión o altura, pero su mérito fue lograr transmitir esa impresión solo con una contundente presencia, los gestos y las miradas. Y Curtis Hanson lo vio muy bien al darle el primer plano y escena del comienzo de la película para provocar esa también primera reacción de intriga y sorpresa en el espectador al no saber de quién se trata o qué hace, y tampoco tener referencias de esa cara en la pantalla. A partir de ahí el personaje y el actor se confunden y es difícil distinguir a uno del otro.
Crowe supo imprimir a White tanto la fuerza y violencia físicas de sus intervenciones y relaciones con los otros personajes con la misma intensidad que la vulnerabilidad más frágil por el trauma que arrastra. Funcionó, además, el hecho de que el reparto general fuera uno de esos que han reunido a actores nacidos simplemente para desaparecer también en los suyos. Pero sin duda el de Bud White sobresale porque, en la película, es el que más favor se lleva del público, por su fuerza y carga emocional.
Y esa interpretación de Crowe le supuso no solo el reconocimiento y los elogios, sino el despegue de una carrera con más grandes trabajos y en la que ya, cerca de 30 años después de L. A. Confidencial, no tiene que demostrar nada.
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