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Paulo Coelho contra James Joyce
El autor de 'El alquimista' deja la espiritualidad para sus libros.
08 de agosto de 2012. Estandarte.com
Qué: Paulo Coelho arremete contra Ulises, la novela fundamental de James Joyce, en una entrevista.
Paulo Coelho se ha granjeado las críticas de los defensores de James Joyce y su novela Ulises. El novelista brasileño gozaba del favor del público, pero no de la simpatía de la crítica o del establishment de la literatura. Su mala reputación entre quienes defienden un concepto de la literatura alejado del latente en obras como Aleph no se ha atenuado, sino todo lo contrario, a raíz de sus declaraciones al diario brasileño Folha de S. Paulo.
El autor de El alquimista o Verónika decide morir optó por abandonar la espiritualidad en esa entrevista y se calentó arremetiendo, primero, contra los autores clásicos, en general: mi popularidad se debe a que soy un escritor moderno, aseguró. Una contemporaneidad rabiosa que debe a que hago fácil lo difícil y, así, me comunico con el mundo entero. Si los críticos o los otros escritores le profesaban un cariño más bien escaso, Paulo Coelho ha demostrado en esta entrevista que el desdén es recíproco. Hubo un tiempo, recuerda, en el que era posible que los críticos destruyesen una película o un libro, y eso lograba un efecto directo en el público. Hoy esa relación se horizontalizó, y lo que vale es el boca a boca, señala el escritor, con más de 5 millones de seguidores en Twitter.
Tampoco guarda piedad para sus colegas; cree que los novelistas actuales solo quieren impresionar a los otros escritores, y que uno de los libros que hicieron ese mal a la humanidad fue Ulises, que es solo estilo. No hay nada allí. Si diseccionas Ulises, apenas da para un tuit. No le interesa en absoluto la lista de autores brasileños más prometedores realizada por Granta, aduciendo que la prestigiosa revista no forma parte de mi mundo, y dedica el resto de la entrevista a opinar sobre sus viajes inminentes o su nueva obra.
Resulta innegable el éxito comercial de Paulo Coelho: más de 140 millones de libros vendidos en 160 países, traducido a 73 idiomas... Acaba de publicar una novela, Manuscrito encontrado en Accra, en la que aborda la historia de una Jerusalén sitiada por los cruzados, un hecho que le permite reflexionar sobre la inminencia del fin y los sentimientos que esto desata en quienes lo viven. Sin influencias autobiográficas y con un fuerte contenido religioso, no falta mucho para que sus seguidores en lengua castellana puedan disfrutarla.
Sin embargo, no debemos olvidar la influencia del Ulises de James Joyce en la literatura universal: considerada una de las obras capitales del siglo XX, a la cabeza de la vanguardia y de la posibilidad de experimentar con los elementos de la narración. Los personajes, el tiempo, el espacio, la forma... se reiventaron en la pluma de James Joyce. Tal es la importancia de Ulises que —desde su publicación en 1922— no ha cesado de calar en los lectores como si de una religión se tratase, hasta el punto de que el 16 de junio —día en el que transcurre la acción— se instituyó la celebración del Bloomsday, en el que centenares de amantes de la novela se desplazan hasta Dublín para seguir paso por paso los avatares de Leopold Bloom, su protagonista.
El propio Coelho ha informado por extenso en su perfil de Twitter sobre la polémica, ahondando en sus críticas, retuiteando comentarios de apoyo o rechazando a quienes defendían la obra de James Joyce.
Comentarios en estandarte- 2
1 | Flavio
14-08-2012 - 14:13:52 h
Pues yo sí creo que hay una confabulación: mucha gente quiere hacernos creer que es un escritor genuino. Además de Joyce, deberías leer "La conjura de los necios" y la cita de Swift que dice "cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él". Pero calculo que tampoco habrá leído a ninguno de los dos...
2 | Adriana Dos Santos
14-08-2012 - 20:24:41 h
Qué raro, cualquiera hubiera jurado que Paulo Coelho vivía en la misma nube que le da para aspirar a sus alienados lectores... Tampoco me sonaba que fuera un ESCRITOR propiamente dicho, sino un triste redactor de manuales de autoayuda para quienes han sido dejados a la deriva por su propia autestima.