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La donación de libros de Taylor Swift

25 000 volúmenes para las bibliotecas escolares de Nueva York.

20 de noviembre de 2015. Estandarte.com

Qué: Taylor Swift dona 25 000 libros a las bibliotecas escolares de Nueva York. Año: 2015.

De vez en cuando alguna campaña de fomento de la lectura recurre a algún famoso para sonar más de la cuenta. En muchas ocasiones la relación entre el rostro conocido y el supuesto amor por los libros nos suena a ficción más que el contenido por el que supuestamente se interesa. En esta ocasión, la Scholastic Possible Fund ha dado la vuelta a este vínculo entre un personaje célebre y su promoción de los libros entre sus seguidores, logrando que la cantante Taylor Swift pose ante la cámara... y abra el bolsillo.

Taylor Swift ha donado 25 000 libros a las bibliotecas escolares de la ciudad de Nueva York. En colaboración con Scholastic Possible Fund, la fundación con la que la editorial Scholastic —cuyo mercado se limita a Estados Unidos y se centra en material educativo— promueve la lectura entre niños sin recursos, Swift ha centrado su donación en veinticinco colegios neoyorquinos que necesitan ampliar sus bibliotecas.

Por lo tanto, cada uno de ellos recibirá 1 000 libros nuevos y que se han seleccionado según la edad de sus alumnos. La iniciativa de Taylor Swift y la Scholastic Possible Fund se enmarca en el programa «Abrir un mundo de posibilidades», que defiende que los pequeños lectores accedan a una enorme variedad de títulos para escoger por sí mismos.

Antes de esta donación, Taylor Swift había intervenido en un encuentro con estudiantes, en el que habló sobre cómo los libros, la escritura y la lectura influyen en su música. Según indican desde la Scholastic Possible Fund, el gesto de Swift coincide con un informe sobre la importancia de las bibliotecas escolares en la formación lectora de los más niños. Su experiencia demuestra que los lectores de entre seis y diecisiete años de orígenes humildes disfrutan más leyendo que los chicos de clases sociales altas. El mismo estudio indica que nueve de cada diez niños consideran que sus libros preferidos son aquellos que escogen ellos mismos, sin que ningún profesor les obligue.

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