Mujercitas, el homenaje de Greta Gerwig a un gran libro

19 de diciembre de 2021. Estandarte.com

Jo visita a un editor para venderle un relato, no quiere reconocer que es suyo, aunque está claro. Cambia lo que haya que cambiar para que sea comercial y pueda ser publicado. Lo hará así muchas otras veces y no firmará o lo hará con seudónimo.

Como lo hizo también algunas veces la autora de Mujercitas, Louisa May Alcott, que a mediados del siglo XIX se basó en su propia experiencia para contar la vida de esas cuatro hermanas, las March, durante la guerra civil estadounidense. La novela nació como dos que luego se fundirían en la que, más de un siglo después, sigue editándose, inspirando a otros novelistas y encontrando otro hueco más en la gran pantalla gracias a la cineasta Greta Gerwig, después de antecedentes como los que firmaron George Cukor, Mervin LeRoy o Gillian Armstrong con interpretaciones como las de Katharine Hepburn, Elizabeth Taylor o Winona Ryder.

En esta versión, estrenada en España a finales de diciembre de 2019, la directora de Lady Bird no solo se ha encargado de la dirección, también del guion de una obra que, rompiendo la linealidad y dando continuos saltos en el tiempo, se nutre de esas dos novelas que conforman Mujercitas y de otros escritos de Alcott para crear la película que la cineasta considera más autobiográfica de su carrera. Como le ocurría a Louisa May Alcott, Gerwig también se ve reflejada en Jo: “siempre ha sido la persona que quería ser y la que esperaba ser”, ha llegado a decir. Rebelde, decidida, ambiciosa, creativa: una mujer con voz propia.

Respetuosa con el clásico, pero enfocada desde el personal prisma de Gerwig, la película incide en los temas clave de la obra para la directora: mujeres artistas (Jo está ligada a la escritura; Meg a la interpretación; Amy a la pintura, y Beth a la música) y mujeres y dinero. Dinero que falta; dinero ganado por una misma; dinero y matrimonio… No es necesario una boda para salir adelante, ¿o sí? Ahí está el personaje de Amy –que en esta versión adquiere mucha fuerza– para reflejar/denunciar lo que la sociedad esperaba de una mujer.

“Las mujeres tienen mente y tienen alma, no solo corazón. Tienen ambición, también talento, no solo belleza. Y estoy harta de que la gente diga que una mujer únicamente vale para el amor, no lo soporto”, espeta una Jo magníficamente interpretada por Saorise Roman. Junto a ella, en el reparto, están Emma Watson (Meg), Florence Pugh (Amy), Eliza Scalet (Beth), Laura Dern (Marmee), Thimothée Chalamet (Laurie), Meryl Streep (tía March) y James Norton (John Brooke). La fotografía (Yorick Le Saux) y la banda sonora (Alexandre Desplat) son otros tantos a favor de una cinta que ha sabido adaptar muy bien el clásico, imprimiéndole con esas idas y venidas en el tiempo un ritmo inteligente y cinematográficamente atractivo para incidir en el poder de las hermanas para construir sus propias historias y tomar el control de sus vidas.

Mujercitas desprende un feminismo que utiliza a cada uno de los personajes –muy bien dibujados– para hablar de independencia, libertad y determinación. Esto es lo que la directora admira especialmente de Jo y lo que le ha movido a crear este personal homenaje a la obra de Alcott. De alguna manera, al traerla de nuevo a la actualidad, la cineasta invita a recuperar el libro y descubrir, como ocurre con las buenas historias, que hay muchas capas de lectura entre las que bucear.