Industria del libro: los 100 más importantes

13 de octubre de 2011. Emilio Ruiz Mateo

El periódico británico The Guardian ha creado la lista de las 100 personas más importantes de la industria del libro. El resultado viene liderado por Jeff Bezos, fundador de Amazon, en el primer lugar, seguido de la escritora J.K. Rowling en el segundo. No es hasta el séptimo puesto que encontramos a otro escritor, el autor de best sellers James Patterson.

¿Cómo se ha elaborado la lista de The Guardian? El periódico reconoce en primer lugar que se trata de una lista enfocada al panorama británico, aunque con influencias del panorama internacional, en especial de Estados Unidos. Los factores principales para subir puestos en la lista son la “influencia” y el “poder”, mezclados con los datos de las listas de ventas y con conceptos más abstractos como “influencia cultural” y “herencia”.

Subjetiva, como todas, lo cierto es que la lista de las 100 personas más importantes de la industria del libro arroja datos curiosos, como el hecho de que el número 1 sea el fundador del gran monstruo de la venta electrónica de libros, que el número 8 lo ocupe un chef (Jamie Oliver), el 14 el agente literario Andrew Wylie, que el 18 sea para “El fantasma de Stieg Larsson”, que el actor y escritor Stephen Fry sea el 59, el dibujante de cómics Alan Moore casi no llegue a aparecer (ocupa el número 96) o que el penúltimo puesto lo ocupe la autoeditada Amanda Hocking.

Para los que aún confiamos en el poder de la palabra, respiramos tranquilos al ver que hay un buen número de escritores en la lista, no todo son editores e influencers varios: Ian McEwan (19), Zadie Smith (27), Marian Keyes (37), Salman Rushdie (45), Seamus Heaney (46), Martin Amis (50), Jonathan Franzen (52)…

Puede que sólo sea un divertimento más comprobar quién entra y quién no en la lista (especialmente si le echas un vistazo en formato mosaico), pero lo cierto es que entre líneas y sorpresas deja entrever por dónde van los tiros en la industria editorial, cada vez más consciente de que lo digital no es sólo un nuevo paso, sino un cambio total de escenario.