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La caligrafía: qué es y para qué sirve

La letra bella y armoniosa, que asocia tradición y creatividad.

25 de marzo de 2024. Estandarte.com

Qué: La caligrafía: qué es y cuál es su funcionalidad

Hablar de caligrafía es hablar de un arte: el de escribir con bella letra, correctamente formada y según diferentes estilos, tal y como la define el Diccionario de la lengua española.

La armonía en los trazos requiere de paciencia, trabajo y constancia. Su aprendizaje, por tanto, contribuye a desarrollar esas capacidades, pero también a formar y educar la mirada y a incentivar la creatividad a partir de la tradición.

Anna Coll, directora del estudio de caligrafía y creatividad deletras (Madrid), nos señala las ventajas de ejercitar y dominar la caligrafía: «Al igual que a los niños no se les deja de enseñar a sumar porque haya calculadoras, está demostrada la eficacia de la escritura para fomentar la coordinación y las habilidades manuales. Y su ejercicio periódico resulta esencial para la actividad cerebral. Yendo un poco más allá, aprender caligrafía artística es como aprender música, pintar, bailar, coser... ¿hay algo que tenga más sentido? Solo tiene ventajas: crea espacios para desconectar de la rutina, alimentar el espíritu, para la desintoxicación digital. Quien los disfruta, sabe de sus beneficios, pues la práctica tiene una vertiente muy terapéutica, como un mindfulness medieval».

Su mención a la Edad Media nos invita a mirar atrás. En el larguísimo camino de esta disciplina íntimamente ligada a la escritura, nos detenemos en la invención de la imprenta, después de haber pasado por hitos como el desarrollo de los alfabetos griegos o de la capital, la rústica y la cursiva romanas o la gótica.

Emilio Cotarelo y Mori en su Diccionario biográfico y bibliográfico de calígrafos españoles (Visor, 2004) señala: «Por un contrasentido no infrecuente en las cosas humanas, la invención de la imprenta que vino a dejar sin oficio ni ocupación a tantas legiones de escribas y copiantes y que parecía deber ocasionar la total ruina de la escritura de mano fue justamente lo que dio origen y nacimiento al arte caligráfico».

Con la llegada de la imprenta, la escritura a mano no desapareció, sino que adoptó un papel formativo, ideológico, identitario artístico, y, con épocas mejores y peores, se convirtió en reflejo del tiempo y el lugar que habitaba.

Poniendo el foco en nuestro país, Anna Coll describe la situación actual: «La caligrafía artística sigue siendo una actividad muy minoritaria en España. Es más popular un tipo de lettering vistoso, que poco tiene que ver con el minucioso espíritu de la caligrafía clásica. Sin embargo, para muchos jóvenes es la manera de llegar a interesarse por las letras clásicas. En los últimos años ha aumentado notablemente su uso en publicidad marketing, al parecer porque la letra manual da sensación de cercanía. Por otro lado, la buena escritura se ha convertido en símbolo de distinción, muy valorado en todo tipo de eventos sociales y de marcas».

Con una larguísima tradición de la que aprender, la caligrafía es todo un arte; un arte en movimiento que encierra sensibilidad e historia, que tiene que ver con la personalidad y la identidad y que, en combinación con otras disciplinas, ofrece muchas posibilidades gráficas y comunicativas, por ejemplo, para la creación de logotipos o el desarrollo de marcas, packaging... Encontramos muestras más puras y clásicas en documentos como diplomas o invitaciones protocolarias.

El calígrafo no es un simple copista; ha de respetar y tener en cuenta nociones específicas y parámetros universales relacionados con la armonía de las proporciones, el equilibrio de las formas o el ritmo de los contrastes, pero aportando la calidez de su personalidad. Hay espacio para la inventiva y la creatividad.

La temida nota de la profesora recomendando ejercicios de caligrafía no lo sería tanto si se relacionara el cuidado en la composición de la letra con algo recreativo. Es lo que hace Anna Coll cuando le pedimos que nos describa la dinámica de sus talleres: «Como escuela de caligrafía llevamos operando con el propósito de difundir la caligrafía como actividad recreativa. Los talleres son en grupos muy reducidos, y no tenemos un programa cerrado: vamos viendo diferentes alfabetos y realizando casi a la vez proyectos creativos en los que aplicar lo aprendido. Incluimos todos los materiales y manuales de trabajo. Nuestros docentes están formados con los mejores maestros del mundo, con muchos años de experiencia en la práctica de todo tipo de caligrafía y mucho entusiasmo por transmitir la pasión por las bellas letras». 

Precisamente, la posibilidad de abrir la puerta al aprendizaje online es uno de los aspectos que destaca la directora de deletras respecto a innovaciones en el campo de la caligrafía. En cuanto a los materiales, recuerda que hace falta muy poco para practicar caligrafía: «Respecto a herramientas, es cierto que existen todo tipo de rotuladores, reglas láser y papeles especiales, pero en realidad se puede hacer caligrafía con muy pocos elementos. Solemos decir que comprar materiales de caligrafía (que suelen ser muy atractivos) y practicar caligrafía son dos hobbies completamente diferentes». Se puede escoger entre muchos papeles (de acuarela, tela, Japón…), acuñar un rotulador, una pluma o una caña, pero lo importante es el ejercicio de la armonía y la proporción, la creatividad. 

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