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'El Chapo' se refugia en 'El Quijote'

El líder del cártel de Sinaloa lee entre rejas a Miguel de Cervantes.

20 de enero de 2016. Estandarte

Qué: El Chapo lee Don Quijote de la Mancha en la cárcel. Autor: Miguel de Cervantes. Dónde: prisión de máxima seguridad de El Altiplano (México).

Casualidad o causalidad, acabamos de enterarnos de uno de los más extraños homenajes a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de su muerte: Joaquín El Chapo Guzmán, el líder del cártel de Sinaloa, está leyendo Don Quijote de La Mancha en la cárcel. El narcotraficante, que inspiró la novela más reciente de Don Winslow —El Cártel, ganadora del Premio RBA—, reingresó en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, de la que ya escapó en julio del año pasado.

Eduardo Guerrero, comisionado del Órgano Administrativo Desconcertado de Prevención y Readaptación Social, ha confirmado que «en días pasados ya le dimos un libro para que empiece a leer. Le dimos El Quijote: creemos que es un libro excelente, y tenemos que empezar a darle este tipo de nociones». Quizá el encuentro con las aventuras del ingenioso hidalgo y su inseparable escudero inspiren al Chapo, igual que el propio Miguel de Cervantes encontró inspiración en sus meses encarcelado en la Cárcel Real de Sevilla

El autor de Don Quijote de La Mancha fue encarcelado entre septiembre y diciembre de 1597, supuestamente por apropiarse de dinero público en su oficio de recaudador de impuestos atrasados. Se desconoce si Cervantes debe a sus meses en prisión la escritura de las primeras páginas de su novela, pero sí que sabemos que allí encontró la inspiración. Nos lo contó él mismo en el inicio del prólogo a Don Quijote de La Mancha: «Desocupado lector: sin juramento me podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al orden de naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante. Y, así, ¿qué podía engendrar el estéril y mal cultivado ingenio mío, sino la historia de un hijo seco, avellanado, antojadizo y lleno de pensamientos varios y nunca imaginados de otro alguno, bien como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo triste ruido hace su habitación?». ¿Inspirarán Miguel de Cervantes y Don Quijote de La Mancha al Chapo?

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