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Carta de Ada Colau a Rajoy

"Hace falta ser mala gente para decir algo así", sentencia Colau.

18 de abril de 2013. Estandarte.com

Qué: Carta de Ada Colau al presidente del Gobierno Mariano Rajoy

En su Carta Abierta al presidente del Gobierno Mariano Rajoy la activista Ada Colau expone su posición frente a las acusaciones de nazi, filoterrorista y etarra que ella y su Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) han recibido en las últimas semanas por parte del Partido Popular. “En lugar de escuchar el clamor popular, intentan generar confusión llegando a comparar nuestras acciones pacíficas con el terrorismo de ETA o la Alemania nazi. Hace falta ser mala gente para decir algo así”, dice Ada Colau en su carta a Mariano Rajoy. “Señor presidente, nunca es tarde para rectificar. No teman los escraches, no teman a la población. Bajen a la calle y hablen con la gente. Hagan justicia y detengan los desahucios. Hay vidas en juego que no pueden esperar más”, sentencia Colau.

La carta de Ada Colau al presdente del Gobierno Mariano Rajoy forma parte del libro ¡Sí se puede!, que ha presentado esta mañana en rueda de prensa en Barcelona.

“La PAH no tiene ni necesita lideresas. Parece que ustedes se han empecinado en buscar cabecillas a los que poder decapitar, como forma rápida de acabar con una protesta que a las entidades financieras, y ahora parece que también a ustedes, les molesta”, continúa Ada Colau en su carta.

Sobre el tema de los escraches, que tanta polémica ha levantado, Ada Colau expone: “Les molesta que podamos ir a protestar frente a sus casas. Lo entiendo. A mí tampoco me gustaría. Pero si alguna vez hubieran acudido a un desahucio, entenderían que se trata de algo infinitamente más molesto. (…) Ustedes gobiernan ese país, por lo que no debería sorprenderles que esas familias llamen a sus puertas después de haber intentado en vano llamar su atención. Este movimiento, absolutamente ejemplar, ha agotado todas las vías que la insuficiente democracia española ofrecía”.

Lee a continuación completa la Carta de Ada Colau al presidente del Gobierno Mariano Rajoy:

Señor Mariano Rajoy. Señores diputados y diputadas del PP, miembros del Gobierno de España. Les escribe Ada Colau, pero esta vez no como portavoz de la Plataforma de Afecta­dos por la Hipoteca (PAH), sino como una ciudadana cual­quiera.

Estos últimos días han sido intensos. La señora delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, y otros miem­bros del Gobierno y de su partido, así como algunos medios de comunicación, han lanzado graves acusaciones contra mi persona. Se han dicho muchas mentiras o medias verdades deformadas: que si era filoterrorista, que si era simpatizante de no sé qué, que si estaba condenada en juicios inexisten-tes, que si era antisistema por acciones pacíficas varias, que si estaba subvencionada con millones de euros... Es igual. Los abogados me dicen que debo denunciar, y en algunos casos graves lo haré, pero no vale la pena perder tiempo respondien­do a la difamación. Sin embargo, se han acumulado algunos malentendidos de fondo que creo oportuno aclarar.

En primer lugar, ustedes no han entendido el movimiento de la PAH. Dejen que les cuente. La PAH es un movimiento ciudadano en el que participan miles de personas, la mayoría afectadas, algunas otras solidarias, todas movilizadas por la defensa del derecho a la vivienda. Es un movimiento apartidis­ta, muy plural y transversal, en el que personas muy distintas hemos coincidido movidas por la indignación frente al abuso de las entidades financieras y la complicidad que éstas han encontrado tanto en su Gobierno como en el anterior. Por ello les digo que sus acusaciones de que el PSOE mueve los hilos de la PAH son ridículas y demuestran un desconocimiento de la realidad preocupante. Deberían venir a nuestras reuniones y comprobarlo. En ellas encontrarán votantes de todos los par­tidos y abstencionistas; clases medias y bajas; inmigrantes y autóctonos; jóvenes y mayores... Vamos, la ciudadanía en ge­neral.

En segundo lugar, la PAH no tiene ni necesita lideresas. Parece que ustedes se han empecinado en buscar cabecillas a los que poder decapitar, como forma rápida de acabar con una protesta que a las entidades financieras, y ahora parece que también a ustedes, les resulta molesta. Yo no soy nadie importante ni especialmente brillante. Soy en estos instantes una portavoz, pero como yo hay miles de personas tanto o más implicadas. Ésa es la fuerza del colectivo: somos un movi­miento profundamente democrático, que apuesta por la des­centralización y el protagonismo de todas y cada una de las personas que en él participan. Ése es uno de los ingredientes secretos que explican que en los momentos más difíciles las personas saquen lo mejor de sí mismas. El empoderamiento y la solidaridad nos hacen imparables.

Y, finalmente, hablemos de los escraches. Les molesta que podamos ir a protestar frente a su casa. Lo entiendo. A mí tampoco me gustaría. Pero si alguna vez hubieran acudido a un desahucio, entenderían que se trata de algo infinitamente más molesto. Hay miles de personas en una situación límite, en la calle y con deudas, en paro, sin tener qué comer... Y todo ello a pesar de que viven rodeadas de abundancia. Miles de familias viven en la calle en el país de Europa que más vivien­das vacías acumula. Pasan hambre en un Estado que permite que cada día se tiren toneladas de alimentos en buenas condi­ciones. Y ustedes gobiernan ese país, por lo que no debería sorprenderles que esas familias llamen a su puerta después de haber intentado en vano llamar su atención.

Este movimiento, absolutamente ejemplar, ha agotado to­das las vías que la insuficiente democracia española ofrecía: durante más de cuatro años hemos intentado negociar con las entidades financieras, hemos hablado con los partidos políti­cos, con servicios sociales, ayuntamientos... Hemos puesto recursos en los juzgados y hemos recogido como hormiguitas casi un millón y medio de firmas. Pero nada, el Partido Popu­lar no se ha movido ni un milímetro y anuncia que rechazará las medidas de la Iniciativa Legislativa Popular.

Qué casualidad. Justo en el momento en que la PAH cuen­ta con más apoyo social (entre el 80 por ciento y el 90 por ciento, según todas las encuestas). Cuando ya se han entre-gado el millón y medio de firmas de la ILP. Cuando la presión social les ha obligado a admitir a trámite esa ILP que no pen­saban ni debatir. Cuando llega una sentencia europea que da la razón a las personas afectadas y dice que las miles de eje-cuciones hipotecarias y desahucios que se han producido los últimos años en España son ilegales. Justo en este momento, cuando parecería que ya nada más puede retrasar la necesa-ria reforma legislativa, ustedes nos salen con una campaña de criminalización como única respuesta. En lugar de escuchar el clamor popular, intentan generar confusión llegando a com­parar nuestras acciones pacíficas con el terrorismo de ETA o la Alemania nazi. Hay que ser mala gente para decir algo así.

Recuerden que en este tema de los desahucios de momen­to los únicos domicilios violados y los únicos muertos los ha puesto la población. No sus señorías, que hasta la fecha se han limitado a mirar desde lejos, y desde la comodidad, un drama que podrían haber evitado si hubieran actuado donde les compete, en el Congreso. Por supuesto que la ciudadanía no es tonta y en seguida ha visto que en toda esta campaña de difa­mación no se buscaba más que hacer ruido para desviar la atención. De modo que no les va a funcionar. La realidad es tozuda y miles de personas estafadas y desahuciadas no van a desaparecer por mucho que su Gobierno las ignore.

Dejen que termine usando el paralelismo con la Alemania nazi al que ustedes recurren con tanta ligereza. Si bien la gra­vedad no es comparable, en ambos casos estamos hablando de situaciones de vulneraciones sistemáticas de derechos huma­nos. En España, afortunadamente, no estamos frente a cam­pos de concentración, deportaciones ni asesinatos masivos. Pero sí tenemos violentos desalojos y miles de personas empo­brecidas que ven comprometidas sus necesidades básicas, y condenadas de por vida a la exclusión social y la economía sumergida. Y todo para mantener los privilegios y los benefi­cios astronómicos de las élites financieras.

Décadas después del nazismo, la sociedad alemana aún no se ha perdonado a sí misma el no haber sabido reaccionar a tiempo para evitar la barbarie. Pues bien, en España miles de ciudadanas y ciudadanos hemos decidido que en el futuro queremos poder mirarnos al espejo. Una democracia que per­mite la vulneración sistemática de derechos humanos, e inclu­so la promueve, no es democracia, por mucho que se vote cada cuatro años. Democracia será cuando el interés general se anteponga a los dictados de los mercados. Cuando nada sea más importante que la vida y la dignidad de las personas.

Señor presidente, nunca es tarde para rectificar. No teman los escraches, no teman a la población. Bajen a la calle y ha­blen con la gente. Hagan justicia y detengan los desahucios. Hay vidas en juego que no pueden esperar más.

Barcelona, 8 de abril de 2013

 

Comentarios en estandarte- 9

1 | Ulrich 17-04-2013 - 12:29:04 h
¿Ada Colau ha escrito una carta a Rajoy? ¿Y de qué va?

2 | Espita Pulgarcita 18-04-2013 - 12:09:51 h
Tengo ganas de leer la carta de Ada Colau a Mariano Rajoy!!!!

3 | Morian 18-04-2013 - 18:09:13 h
Leída esta carta de Ada Colau a Rajoy me parece algo débil en cuanto a los argumentos. Teniendo casi todos ellos parte de cierto, el discurso final que hace Ada Colau en su carta creo que no es certero.

4 | Jorge 21-04-2013 - 10:00:46 h
Hola amigos, Os adjunto una reflexión de Ricardo Galli que ha publicado en su Google+ que puede ser de utilidad: En primer lugar, respeto y admiro el trabajo que hizo la PAH, fue impresionante, desde la ayuda directa evitando desahucios, hasta la concienciación social del problema, a la elaboración y presentación de la ILP. Incluso no sé muy bien qué pienso de los escraches. Superficialmente me parece bien, los políticos reciben lo que se merecen. Pero por otro lado pienso en que afecta a familiares y vida íntima, por lo que me hace dudar de que sea tan lícito (no de legal, sino de ético). De todas maneras, simpatizo personalmente con los escraches, nunca los critiqué, pero tampoco los aplaudí... por esos dilemas que tengo. Aún así, el tweet mío fue resultado de ver la "carta a Rajoy" de Ada Colau, que fue una gota más a muchas cosas que vi y leí y que no me gustaron nada. Por ejemplo, la manipulación en el porcentaje de aumento de suicidos por desahucios (ya ni me acuerdo las cifras), el relacionar directamente suicidos con deshahucios, pero sin diferenciar cuáles eran por ejecución hipotecaría (los menos), y cuáles eran por otras razones (problemas familiares, inquilinos que no pagaban desde hace años, deudas de familiares, etc.). Eso ya me pareció muy grave, y que lo haga una plataforma que revindica valores éticos, muy contradictorio. Pero se suman otros, como los números de viviendas vacías, que decían que eran de 6 millones, pero los número fríos hablan de 3.5 millones (casi a los mismos valores que en 2001, ojo, según leí, no confirmé con datos oficiales). Para rematar, la PAH, especialmente su portavoz Ada Colau, exigía que se apruebe la ILP sin tocar una coma, y ayer aseguraban que la retiraban porque la habían cambiado hasta el "espíritu". Puede ser, pero lo siento, pero no veo que aprobar sin tocar una coma sea lo "democrático". Hace unos años se presentó la ILP contra el matrimonio gay, con más firmas (creo que 1.7 millones) que la de la PAH, que ni se consideró en el Congreso. Y nadie, ni aún los que exigen que la ILP de la PAH se apruebe sin tocar una coma, se quejó en su momento de que ni se haya considerado. Afortunadamente... pero las reglas democráticas deben ser para todos por igual. Pero aún es peor, nos guste o no nos guste, los diputados del PP fueron votados por muchas más personas (un orden de magnitud) que los que firmaron la ILP de la PAH. No hay ninguna evidencia que 1.5 millones tenga más representatividad democrática que 11 o 12 millones de Españoles. Jode, pero las reglas democráticas son esas, y no se puede decir que exigir lo contrario sea democrático. Lo siento, pero hay discursos y manipulaciones que no puedo tragar. Cuando Ada Colau se presentó en el Congreso yo la felicité públicamente. Aunque no me gustó y me pareció fuera de lugar esa "amenaza" (de lo que hoy son los escraches), el resto del discurso me pareció muy excepcional, y me emocionó escuchar esas cosas en el Congreso (hace años que no escuchaba algo tan "humano"). Pero pasaron muchas cosas, entre ellas el baile de números inventados que se convertían en noticias sin la menor verificación. Dado que Colau es la portavoz, pongo en ella las mayores responsabilidades por eso. Y además considero que lo hacía para conseguir la atención de los medios, a los que se presentaba regularmente, para repetir sus estadísticas inventadas o a "ojo de buen cubero" (con sesgo hacia lo que le favorecía, por supuesto). De nuevo, esas actitudes no las puedo aprobar, y las considero muy criticables. Hoy hice mi primera crítica a Ada Colau después de ver http://www.meneame.net/story/carta-ada-colau-mariano-rajoy (que además es de hace dos semanas). Creo que son merecidas, y que aunque esté equivocado, estoy criticando a una persona pública, portavoz de un lobby, y que no dudó en manipular (no digo mentir, aunque podría) a los medios y la población, por sus objetivos. No, no vale manipular, ni asumir que una representatividad basado en encuestas es mayor que la de los votos, ni que lo democrático es hacer lo que exige un lobby, sin tocar una coma. Puedo simpatizar con los objetivos de ese lobby, pero que no me jodan, manipular es manipular, y exigir que los representantes elegidos democráticamente hagan exactamente lo que les exiges no es democrático. Por supuesto, con mi crítica a Ada Colau (no acuso a toda la PAH de esto, no sé cuántos aprueban lo que dice su portavoz) me acusaron de ser del PP, de la derecha, fascista, monguer, imbécil, ególatra etc. etc. Y la verdad, no veo mucha diferencia entre que el PP acuse de nazis o fascistas a los que hacen los escraches, con recibir casi el mismo tratamiento por un único tweet crítico con la portavoz de esa plataforma (que además era sobre sus acciones públicas, no sobre lo que hace la PAH, ni sus objetivos). Lo siento, pero no me cuadra. Me alegro que a otros sí, deben dormir más tranquilo que yo, que me meto a reflexionar tonterías. Un abrazo.

5 | Chemer 23-04-2013 - 18:28:17 h
¡Un bravo a Jorge! Me gusta su comentario porque eso de invadir la intimidad ajena con insultos y amenazas me parece repugnante y de mal gusto, incluso delictivo. Además, si mi memoria no es infiel, creo que la ley sobre los desahucios la hizo otra señora y de otro partido ¡Y nadie hizo "escraches" ni nada parecido por ello!

6 | Chemer 23-04-2013 - 22:36:32 h
Cuando no conviene el comentario, no se publica. ¡Así estamos!

7 | Estandarte.com 24-04-2013 - 09:34:09 h
No, Chemer, es sólo que los comentarios no salen publicados automáticamente. A veces tardamos en publicarlos por cuestión de trabajo y organización, pero no censuramos. Lo que sí es cierto que no publicamos son insultos, y por supuesto, no es su caso. Las opiniones, de cualquier color, tienen sitio en Estandarte.com. ¡Gracias por leernos!

8 | Chemer 24-04-2013 - 19:07:06 h
Gracias por la aclaración. Estandarte es un revista literaria magnífica.

9 | Estandarte.com 24-04-2013 - 20:34:36 h
¡Gracias por el piropo, Chemer!