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Antonio Muñoz Molina en el Museo del Prado

La Cátedra del Prado 2019 para aprender a mirar.

17 de noviembre de 2019. Estandarte.com

Qué: Cátedra del Prado 2019 Autor: Antonio Muñoz Molina (director de la Cátedra 2019) Cuándo: 7 de noviembre de 2019: El lugar de la pintura. 19:00 h.; 14 de noviembre de 2019: Historias visibles e invisibles. 19:00 h.; 21 de noviembre de 2019: La contemplación de lo real. 19:00 h.; 28 de noviembre de 2019: La materia y el oficio. 19:00 h. Dónde: Auditorio Museo del Prado, Canal Youtube del Museo del Prado

De la mano del escritor Antonio Muñoz Molina y a través de cuatro conferencias y cuatro talleres –estos últimos para 20 becarios seleccionados–, la Cátedra del Prado 2019 permitirá reflexionar sobre los diversos sentidos y la naturaleza particular de las obras de arte, descubrir historias más o menos ocultas en la pintura, acceder a visiones de mundos desaparecidos y acercarse a la consistencia material de la obra y al oficio de pintor. 

Todo con un gran rigor histórico y con un aire de crónica que imprime este gran narrador, autor, entre otras novelas, de Beatus Ille, El invierno en Lisboa, Como la sombra que se va, El jinete polaco o Tus pasos en la escalera, además de diversos ensayos y artículos. Licenciado en Geografía e Historia, en la especialidad de Historia del Arte, por la Universidad de Granada, dirigió el Instituto Cervantes de Nueva York entre 2004 y 2006 y es miembro de la Real Academia Española desde 1995 y honorario de la Academia de las Buenas Letras de Granada desde 2015. Ha sido profesor visitante en la University of Virginia y en la City University de Nueva York, y en 2010 ocupó la King Juan Carlos Chair en la New York University, en cuyo Departamento de Español ejerció durante seis años como profesor de escritura creativa.

En una conversación que el Museo del Prado cuelga en su web, Muñoz Molina habla de su papel en esta cátedra: “lo que me propongo es la tarea de aprender a mirar. Igual que leer un texto literario con los cinco sentidos y con plena atención requiere un esfuerzo […], para mí lo apasionante de esto es aprender a mirar, lo fundamental es la claridad de la mirada”.

La cátedra se articula bajo el título Rondas del Prado: en el jardín de las imágenes, a través de cuatro conferencias que se celebran en el auditorio del museo el 7, 14, 21 y 28 de noviembre y a las que siguen seminarios para becarios seleccionados que profundizan en cada tema el viernes siguiente a la conferencia. El aforo a las conferencias ya está completo, pero se podrán seguir a través del canal Youtube del museo.

La cátedra, según detalla la presentación del museo, parte de la idea de la crítica ambulante al modo de los “Salones” de Diderot, Baudelaire, etcétera, y de los libros de viaje y observación de la pintura de Stendhal. La propuesta es una secuencia de rondas o aproximaciones al Museo del Prado, un zoom sobre la pinacoteca que sea capaz de “salir de la visión aislada impresionista, digamos contemporánea, posromántica de la obra de arte, y verla en su propio contexto político, simbólico y espacial”, según detalla Muñoz Molina.

El hilo conductor es tanto la historicidad de las imágenes, como el modo de ser percibidas, teniendo en cuenta sus distintas procedencias y funciones –devocionales, votivas, propagandísticas, de disfrute secreto, etcétera– y el valor que tuvieron para quienes las coleccionaban. Como detalla el museo, “la contemplación estética, centrada en valores puramente visuales, ignora o desdeña los contenidos narrativos que eran fundamentales para quienes las encargaban y quienes las veían en su momento, basados en códigos culturales y religiosos que para la inmensa mayoría de los espectadores de ahora son inaccesibles”. Por ello es interesante la indagación en los procedimientos narrativos de la pintura –secuencia y síntesis, elipsis– y la observación de lo que sucede en los márgenes del relato central. La cátedra propone la interpretación de “los segundos planos, las esquinas, los fondos, que es donde se filtra muchas veces lo doctrinal o narrativamente superfluo, pero por eso mismo más significativo: los indicios de realidad, de vida cotidiana, de trabajo doméstico, de apariencia de capricho del artista, que son un adelanto de la dirección que irá tomando el arte”. También está previsto un acercamiento a la materialidad de la obra (los pigmentos, el lienzo, el efecto del paso del tiempo, la restauración…) y al oficio del pintor: se detiene en los autorretratos de artistas en el museo, los velados y los explícitos, y en las condiciones sociales y laborales que estos tuvieron a lo largo de sus vidas.

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