¿Qué harían Freud y Nietzsche con lo tuyo?

26 de septiembre de 2019. Estandarte.com

La editorial Larousse ha publicado ¿Qué haría Freud…?, un volumen que firma la psicoterapeuta y divulgadora Sara Tomley e ilustra maravillosamente Gareth Southwell. En él, se plantean diversas situaciones, dilemas o problemas cotidianos para, a continuación, traer a colación las diversas enseñanzas de los más reputados psicólogos y psicoterapeutas.

De modo que por un lado tenemos los problemas que tenemos siempre: ¿por qué dejo las cosas para el último momento?, ¿por qué me entra esa furia al conducir?, ¿por qué mi jefe es tan mezquino? Y, sobre todos los interrogantes, problemas y cuestiones, el universal ¿por qué siempre me pasa a mí? Y por el otro encontramos a los grandes psicólogos y psicoanalistas desde Sigmund Freud a Carl Jung, desde Erich Fromm a Melanie Klein, pasando por Daniel Kahneman y otros profesionales como el neurocientífico Antonio Damasio…

¿Qué haría Freud…? está dividido en cinco secciones: ¿Cómo soy? ¿Por qué actúo así? Los demás. ¿Qué está pasando? y ¿Cómo puedo mejorar? En cada una de ellas se agrupan las preguntas alrededor de las cuáles son “invocados” los sabios en número y nombre distinto para la ocasión. Freud, por ejemplo, responde en solitario a la primera consulta: “Sé que no debería, pero ¿puedes pasarme esa última porción de pastel?”. Con ese punto de partida como excusa se inicia una explicación sobre una de las claves de las teorías freudianas, la del Id, el Ego y el Superego. El ejemplo hace que se entienda mucho más fácil y rápidamente: “el Id quiere alimentarse con algo rico”. Él es el culpable de que uno quiera más pastel, más chocolate y más de todo eso que normalmente no se debe. “¿Estás loco?, exclama entonces el Superego. ¿No te das cuenta de que ya pesas más de la cuenta? No te cabe ninguno de tus vaqueros. ¿Nadie debería estar así de gordo! ¿Debería darte vergüenza!”.  Si el Id es salvaje en cuanto a sus impulsos, el Superego lo es en cuanto a sus modales para reprimirlos. “El Ego se halla entre dos criaturas histéricas”, afirma Sarah Tomley. “Puedes comerte el chocolate, sintiéndote culpable debido al puñetero Superego, que continuará enviándote pensamientos incisivos; o por el contrario, puedes resistir la tentación (con el Ego alineado con el Superego) y sentirte superior (el Superego desatado), sin poder reprimir, no obstante, una cierta decepción procedente del Id, al ver rechazado su deseo”. 

Obviamente la situación y el problema seguirán siendo tuyos, pero nunca está de más un poco de información y algo de ayuda para lidiar con la toma de decisiones. De esto trata este libro, que encuentra su complemento perfecto en ¿Qué haría Nietzsche…? Además de editorial, Larousse, ambos títulos comparten ilustrador, pero en este caso el autor es Marcus Weeks.

Siguiendo una estructura muy parecida, los grandes filósofos de todas las épocas, desde Sócrates hasta Albert Camus, pasando por Descartes, Marx, Schopenhauer o Simone de Beauvoir se sientan a discutir sobre asuntos o situaciones tan cotidianas como la batalla con la pareja por la temperatura del termostato, la pregunta sobre por qué no hay quién entienda el arte contemporáneo o por el malestar al pasar de largo ante un mendigo.

Quizá no se trata del tipo de preguntas de las que, según tenías (mal)entendido, se ocupa tradicionalmente la filosofía, pero ¿vas a negarle un consejo si es Aristóteles o Stuart Mill el que te lo da? Algunos filósofos te parecerán sensatos y cercanos como un buen amigo, otros te resultarán irritantes, incomprensibles o simplemente menos atractivos.

¿Qué haría Nietzsche…? supone, además de un tratado de filosofía aplicada, un curso exprés y diferente sobre esta materia. En cualquier caso tanto este libro como ¿Qué haría Freud? son una oportunidad para analizar tus problemas y aprender sobre psicología, filosofía y sobre ti mismo, mientras tomas una determinación.