Los casos del comisario Collura

19 de junio de 2022. Estandarte.com

En estos ocho relatos, un encargo veraniego del periódico La Stampa, Andrea Camilleri (1925-2019) da vida a Cecè Collura. Es un personaje que, como cuenta en la entrevista que aparece al final del libro, nace de la necesidad de escribir algo al estilo de Agatha Christie en un espacio delimitado, un barco, por ejemplo.

De esa elección surge el comisario de a bordo, el protagonista. «Un comisario de a bordo [aclara el autor] no es un policía: es sobre todo quien se ocupa del buen comportamiento de los cruceristas, del crucero mismo y del personal de a bordo, pero no es un investigador».

Con estas palabras explica el nacimiento de Collura, un personaje que pudo ser Montalbano, pero que tomó otro rumbo y otras características. Un policía que, por razones de salud (debe descansar tras las heridas sufridas en un tiroteo), acepta encargarse de la seguridad de un crucero, un trabajo más burocrático que policial, pero que –sorpresas del destino– acaba envolviéndolo en una serie de sucesos que despiertan su olfato y experiencia.

Durante el crucero –un sagaz análisis de unos personajes y de un modo de viajar–, Collura junto a su ayudante, experto en estas cuestiones, se enfrenta a casos curiosos e inéditos que Camilleri describe con un gran sentido del humor. Son historias cortas –exigencias del encargo–, redondas, que sacan a la luz intereses, amores, infidelidades, engaños o intentos de asesinato que atrapan y dicen mucho más de lo que cuentan.

La lectura descubre situaciones y acontecimientos extraños: la necesidad de revivir el pasado de un pasajero (El misterio del falso cantante); los intentos por conseguir una herencia (Guapa, joven y prácticamente asesinada); los celos infundados (Un ramo de mujeres para el petrolero Bill); el recuerdo de su amigo Montalbano (¿Qué ha pasado con la pequeña Irene?) o la desesperación del enamoramiento (Trampa de amor en primera clase).

Tan curiosos son los casos a los que se enfrenta que termina cada historia preguntándose si es un crucero real o virtual. Y al final, en el último relato, La desaparición de la viuda inconsolable, llega a una aplastante conclusión «Cecèse alejó con discreción. Había creado de la nada una anciana señora con el fémur roto, otro personaje virtual de aquel crucero decididamente virtual».

El relato que así termina comienza con una interesante reflexión que descubre la intención de estos relatos que entretienen y al tiempo son reveladores de una sociedad: «Pensándolo bien, ¿quiénes son los cruceristas? Son los habitantes de un país provisional y en movimiento. Pasados tres o cuatro días de navegación, todos conocían la vida, muerte, y milagros de todos, vicios privados y virtudes públicas. Y entonces empiezan las murmuraciones que, en las tierras de Cecè Collure, se conocen como ‘cotillleos’».

Con Los casos del comisario Collura, Destino rinde homenaje a ese enorme escritor llamado Andrea Camilleri, un novelista que dibujó un paisaje y unos personajes inolvidables, que nos hizo conocer Sicilia, la mafia, el día a día policial, y nos llevó a vivir sus gustos y aficiones como si fueran las de un amigo.  

El libro termina con una entrevista concedida en el año 2002 a Giovanni Capecchi, en la que descubre los entresijos y esbozo del personaje y expresa su deseo de escribir una historia donde Cecè Collura y Salvo Montalbano trabajasen juntos.