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Me quiere, no me quiere

Guía para no matar a tus plantas ni de amor ni de pena.

25 de abril de 2021. Estandarte.com

Qué: Me quiere, no me quiere Autor: Pancho Doren, Jesús Monteagudo Editorial: Zenith. Planeta Año: 2019 Precio: 17,95 €

El libro sobre cómo cuidar tus plantasDesde Casa Protea Plant Collectors Studio en Barcelona Pancho Doren (Santiago de Chile, 1986) y Jesús Monteagudo (Barcelona, 1983), arquitecto y licenciado en Bellas Artes respectivamente, desarrollan desde 2017 servicios que tienen que ver con su devoción por la botánica, heredada –en ambos casos– de sus abuelas.

Así, en este espacio que ellos califican como de encuentro para los amantes de las plantas diseñan proyectos de interiorismo con plantas –claro–, cuidan y asesoran sobre el cuidado de las mismas, crean y mantienen jardines y decoraciones florales y promueven el coleccionismo de plantas, algo en lo que son expertos: antes de mudarse a Barcelona, convivían en un apartamento que describen como minúsculo con 200 especies.

Esa pasión y esa experiencia se vuelcan ahora en un libro editado por Zenith y que lleva el simpático y evocador título Me quiere, no me quiere. El subtítulo ancla el tema: Guía para no matar a tus plantas ni de amor ni de pena. Cuajado de ideas, soluciones, consejos e inspiraciones para “convertir tu casa en un refugio vegetal”, se presenta como un manual básico para quien quiera iniciarse al mundo de la botánica. A la útil información práctica se suman historias y anécdotas, acompañadas de ilustraciones de Pancho Doren y de fotografías del mismo Doren y de Monteagudo.

Su decálogo de consejos comienza con algo tan lógico como identificar el nombre botánico de las plantas para facilitar la tarea de indagar en sus necesidades y termina con algo tan poético como que se le ponga un nombre de pila a la planta. Entretanto, recomienda planificar una rutina de cuidados, observar muy de cerca las plantas –incluso con lupa– en busca de posibles plagas o tener en cuenta la situación de los aparatos de aire acondicionado.   

A lo largo del libro, los autores ayudan a identificar distintas especies (cactus y otras suculentas, plantas tropicales, del aire y caudiciformes); a responder a sus necesidades según las estaciones del año; a reconocer las enfermedades (describen síntomas y los relacionan con los posibles problemas y sus soluciones –con la prudencia de que algunos síntomas pueden corresponder a distintas causas–) e, incluso, dan consejos para que el bolsillo no se resienta con esto de aficionarse a las plantas. Esto último lo hacen en el capítulo Por la patilla, el mismo nombre con el que en Casa Protea celebran las fiestas de intercambio de plantas y esquejes y que, ya sea pensando en el hablante español (Monteagudo, por ejemplo) como en el chileno (el caso de Doren), tiene mucho sentido con lo que quieren promover: para el primero –como bien sabemos– significa conseguir algo que nos sale gratis, y para el chileno es el nombre popular que se da a los esquejes. 

En este libro en el que tanto se habla de luz, agua y de humedad, de los colores de hojas y tallos y de lo que con ellos nos quiere decir cada especie, parece que lo que se descarta es la suerte y se confía en lo que los autores pretenden contagiar con estas páginas: “Se dice que algunas personas nacen con manos verdes, que son capaces de hacer crecer cualquier cosa, pero a lo largo de estos años nos hemos ido dando cuenta de que se trata de tener la disposición de aprender y la paciencia de observar, así como de no olvidar que la práctica hace al maestro”.

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