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Cinco horas con Miguel Delibes

Las inspiradoras conversaciones entre Javier Goñi y Delibes de 1985.

20 de julio de 2020. Estandarte.com

Qué: Cinco horas con Miguel Delibes Autor: Javier Goñi Editorial: Fórcola Ediciones Año: 2020 Páginas: 224 Precio: 16,50 €

Cinco horas con Miguel Delibes, Javier GoñiEra enero de 1985, Javier Goñi pasó cinco tardes en casa de Miguel Delibes, charlando y grabando las conversaciones para luego recogerlas en un libro. Formaría parte de la colección De Palabra, editada por Anjana Ediciones, y su título haría un guiño a uno de los libros más conocidos del vallisoletano: Cinco horas con Mario. Fórcola Ediciones recupera esa obra –Cinco horas con Miguel Delibes– en 2020, año en que se cumplen diez de la muerte de Delibes y se celebra el centenario de su nacimiento. Lo hace respetando aquellas cinco conversaciones, con la nota preliminar y el epílogo originales y con un prólogo y un segundo epílogo incorporados en 2020.

En el prólogo, el periodista y crítico literario cuenta cómo conoció a Delibes; de su memoria rescata anécdotas y momentos en El Norte de Castilla y cómo continuó su relación con el escritor una vez que él –Goñi– se trasladó a Madrid. Son recuerdos más bien del oficio periodístico, mientras en el nuevo epílogo el discurso se acerca a la literatura: a obras de Delibes, libros y estudios que se han escrito sobre ellas, adaptaciones al cine y al teatro, a sus personajes… Las conversaciones fueron, como hemos dicho, en 1985 y después de esa fecha la bibliografía de Delibes siguió creciendo –aunque ya temía a la hoja roja, esa señal de que se acerca el final–. Entre otras muchas obras, todavía faltaban por llegar Señora de rojo sobre fondo gris o El hereje. Goñi se refiere a esa última etapa en el epílogo y aunque ya no le puede dar la palabra al escritor vallisoletano, recupera declaraciones suyas para redondear el perfil.

Las cinco conversaciones estructuran cinco capítulos: “Los inicios. El territorio de la infancia”; “Con la escopeta al hombro por los caminos de Castilla”; “Miguel Delibes, periodista”; “Burgués, liberal, progresista y provinciano”, y “Un ecologista en un mundo que agoniza”. En esas cinco horas “estirables, de reloj daliniano o cosa así” –como las describe en el prólogo–, el lector asiste al crecimiento de Delibes desde sus juegos en el Campo Grande, la vocación de dibujante, su afición a los deportes, las primeras lecturas o el despertar de su interés literario con un tratado de Derecho Mercantil –el de Joaquín Garrigues–. Con la misma naturalidad con la que describe qué admiraba de ese texto técnico, hace autocrítica de sus novelas y habla de literatura con ideas interesantes sobre las voces impostadas, las formas de esquivar a la censura, qué necesita un buen libro infantil o por qué se sentía incapaz de escribir poesía.

En este diálogo entre dos hombres de letras se habla de novelas, personajes, editores o derechos, de innovaciones narrativas y premios. Salen también a la palestra temas que preocupaban a Delibes y volcaría en sus escritos como la despoblación rural o el duelo impuesto entre naturaleza y progreso. Sus reflexiones y argumentos sólidos fluyen con claridad y un tono de confianza, y presentan a ese humanista con visión de sociólogo, pesimista y defensor de la libertad, preocupado por los desfavorecidos, contrario a los bloques y amante de la naturaleza y de lo rural auténtico.

Delibes tenía mucho que decir y muy interesante y Goñi supo conducir las conversaciones para aprovechar ese potencial. En la charla del quinto día, Delibes dijo a su interlocutor: “Me ves bien, me has conocido bien”; este conocimiento atraviesa y sostiene todo el libro y es una de las claves de su solidez. En su traspaso a papel, el periodista y crítico decidió reproducir las charlas a veces en pregunta-repuesta, otra como entrevista indirecta y otra omitiendo sus intervenciones en un juego que recuerda a Menchu hablándole a Mario mientras le vela y en el que a Delibes le toca el papel de la viuda. Este y otros guiños (como esa suma de titulares con las que empieza los capítulos, que resumen el contenido y esbozan un inteligente perfil del personaje) multiplican el atractivo de un libro inspirador, de sugerente y jugosa lectura. 

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