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Los Lemmings y otros, de Fabián Casas

Hazte un favor: descubre a un autor maravilloso.

18 de marzo de 2011. Emilio Ruiz Mateo

Qué: Los Lemmings y otros Autor: Fabián Casas Editorial: Alpha Decay Año: 2011 Páginas: 152 Precio: 15 €

En abril llegará a las librerías españolas Los Lemmings y otros, de Fabián Casas, y con ello muchos descubrirán uno de los mejores libros de cuentos en español que se han escrito en años. Publicado en Argentina, país de origen de Fabián Casas, en 2005 en la editorial Santiago Arcos, reunía relatos publicados en varios medios hasta el momento, y demostraba lo que ya era la comidilla: que a Fabián Casas había que leerlo. El que esto firma así lo hizo por recomendación de amigos (como llegan siempre las cosas que acaban siendo realmente importantes) y cayó rendido ante tanta calidad junta. En España ha sido Alpha Decay quien ha tenido el buen gusto y la suerte de darlo a conocer en nuestro país. No se nos ocurre mejor manera de demostrar a los que lo dudaban (que alguno hay) que esta editorial no sólo se centra en publicar modernidades indie. Si ser editor es descubrir tesoros, como nosotros pensamos, la discusión está cerrada.

Bastaría "Asterix, el encargado", para demostrar la calidad de este autor nacido en el barrio porteño de Boedo en 1965. Con su característica narración en primera persona y esa oralidad tan marcada, que convierte un texto trabajado al detalle en una lectura liviana y deliciosa, "Asterix, el encargado" mezcla recuerdos de juventud con la creación de un personaje, el responsable del edificio en el que vivió el narrador con su primera novia, y es capaz de citar a Sebald, Kevin Costner y Wittgenstein en un mismo párrafo sin despeinarse. Hay inicios de cuento en Los Lemmings y otros tan sabiamente radicales como este: La dictadura fue la música disco. Hay imágenes que provocarían la envidia más insana en cualquier escritor, como esa de Roli iba y venía del baño, duro de merca como esos pajaritos que salen para decir cucú y se vuelven a meter. Hay tanta literatura en Fabián Casas (que, por cierto, también es un grandísimo poeta; basta leer El salmón para comprobarlo), que estás perdiendo el tiempo si sigues leyendo esto.

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