Aquello estaba deseando ocurrir

10 de febrero de 2015. Estandarte

Pensar en Leonardo Padura significa pensar en La Habana. Aquello estaba deseando ocurrir (Tusquets) recoge, por primera vez, todos sus relatos en un único volumen: aquellos que transcurren en Cuba, por supuesto, y muchos otros más.

En los cuentos de Leonardo Padura aparecen soldados que regresan de Angola a La Habana y, mientras tanto, recalan en un Madrid misterioso, con azarosos regresos al pasado incluidos; soldados que abandonan Angola, en efecto, pero a quienes tras la marcha les embarga una extraña sensación de doble traición; hombres solitarios en busca de un amor nocturno que, más que apaciguarles, les transformará en monstruos; y jóvenes estudiantes que aman con igual intensidad los boleros y sus decadentes intérpretes. Hay en Aquello estaba deseando ocurrir amor y erotismo, nostalgia y amistad.

Aquello estaba deseando ocurrir también bucea en la biografía del propio Leonardo Padura, con relatos sobre personas que sueñan con ser escritores y que se empeñan en recurrir a la ficción, cuando el relato más conmovedor lo encierra su propia vida. Y La Habana, claro, como escenario de encuentros y refugios y huidas, como las de todos esos cubanos que, desesperados, se embarcan rumbo a Miami.

Leonardo Padura (La Habana, 1955) trabajó como guionista, periodista y crítico, hasta lograr el reconocimiento internacional con la serie de novelas policiacas protagonizadas por el detective Mario Conde: Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras, Paisaje de otoño, Adiós, Hemingway, La neblina del ayer, La cola de la serpiente y Herejes, traducidas a numerosos idiomas y merecedoras de premios como el Café Gijón 1995, el Hammett 1997, 1998 y 2005, el Premio de las Islas 2000 y el Brigada 21.

También ha escrito La novela de mi vida y El hombre que amaba a los perros, una trepidante reconstrucción de las vidas de Trotsky y Ramón Mercader, traducida a diez idiomas, vendidos sus derechos al cine y merecedora del Premio de la Crítica en Cuba, el Francesco Gelmi di Caporiacco 2010 y, en 2011, el Premio Carbet del Caribe, el Prix Initiales y el Prix Roger Caillois. Leonardo Padura recibió en 2012 el Premio Nacional de Literatura de Cuba. Aquello estaba deseando ocurrir supone su primera incursión en el relato.

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