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Vertical de ausencia, de José Teruel

Poemas en torno a la mística del amor, Premio Ciudad de Salamanca.

07 de enero de 2023. Estandarte.com

Qué: Vertical de ausencia Autor: José Teruel Editorial: Reino de Cordelia Año: 2021 Páginas: 128 Colección: Los versos de Cordelia Precio: 10,95 €

Vertical de ausencia, de José Teruel“El libro participa de la maleabilidad del lenguaje de los místicos porque es capaz de nombrar desde el capricho lujurioso de una loca hasta la transparencia de las aguas, capaz de amalgamar identidades aparentemente distintas: carne y espíritu, él o ella, dios o amado. El libro encuentra en la tensión de los contrarios y en los límites del lenguaje la única posibilidad de allanar dualidades”, así describe José Teruel su obra Vertical de Ausencia (Reino de Cordelia, 2021), reconocida con el XXIV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca.

Se trata de un libro repleto de emociones, que destila sensaciones, gloriosas metáforas, belleza; pura poesía. Que se disfruta con una lectura lenta para descifrar el valor de la ausencia, del tiempo, del ansia, del amor, de la mística. Como leemos en la reseña de la editorial, el poemario es una “meditación sobre la incontable tensión deseante del ser”. Tensión por la ausencia, unión y plenitud son los ejes de esta obra de innegable riqueza de lenguaje.

Su autor, José Teruel, es doctor en Filología y profesor honorario de Literatura española en la Universidad Autónoma de Madrid. Acreditado a Catedrático desde 2015, ha sido profesor visitante en Duke University, en la Escuela Española de Middlebury College y en la Università Ca’ Foscari Venezia. Escribe poesía (Jamás cuerpo de amado, La soledad de los nombres), ensayos (Los años norteamericanos de Luis Cernuda) y es responsable de ediciones anotadas (Obras completas de Carmen Martín Gaite, Antologías de 1932 y 1934 de Gerardo Diego, o –entre otras– la antología Habitable de Pureza Canelo). En la actualidad dirige el proyecto I+D+i Epistolarios inéditos en la cultura española desde 1936.

Tal como explica Teruel en la presentación del libro, Vertical de Ausencia surgió en un tiempo donde resonaban en su oído versos rítmicamente muy marcados, ciertos pronombres “tú –con particular énfasis–, él, nosotros…”, y el amor como sentimiento de ausencia y de inminente presencia.

Compuso esta memoria de una historia amorosa en silva libre impar y, como detalla él mismo en el vídeo de presentación, en tres movimientos. Son las tres partes que lo articulan: La ausencia es su modo de aparecer; La plenitud redonda de las cúpulas; Meditación sobre la llama, esto es: la espera; la inminencia y la plenitud, y el regreso y recogimiento, donde el autor medita sobre la llama del amor y el lenguaje poético que lo hizo posible.

Teruel, destacando el poema final –La casa deshabitada–, como una vuelta a la casa de su infancia, al lugar donde se desarrolló el amor y como “una alegoría de la pura ausencia donde me pregunto quién mira lo que nadie ve”, describe de forma precisa y certera el oficio del poeta: “Mirar donde nadie ve”. Nos adentramos en cinco de sus poemas en busca de esa mirada hacia el amor en la que, como apunta, “se impone una voz, la voz de la incontable tensión deseante del ser humano, pero depurada de toda anécdota”:

Vertical de ausencia

Escuchaba tu silencio en mi boca
inundada de palabras de ti,
que no supe decirte

por celestes y hambrientas.

La estancia era un espejo ciego,
como blancura vertical de ausencia
sobre mi cuerpo inmóvil,
ardiendo en los oídos
por promesas de amor contra el olvido.

Suspensión

Recuerdo tu voz.
Entretuve tu palabra.
¡Qué quieto silencio!

La soledad de los nombres

Hay un verso abandonado que busco
en la luz ya vencida de la tarde.
Los nombres encerrados en la letra
se han quedado solos.
Las cosas que nombraban se han marchado,
extraviadas por el aire, me atañe buscarlas.

Privación

Que te apetezca a ti, mi dios,
que haya solo una lámpara,
ardiendo en el altar de mis sentidos,
encendida con fuego de verdadero amor
que alimenta a cuanto siento y oigo
de la admirable perfección
de este cuerpo, aceite purísimo,
que recobro y siempre mandas quemar
en mi más íntimo santuario.

Aire

Vacío está de todo ser el aire.
Regresa nocturno, mudo de ti,
ausente en huellas dactilares.
¡Aire de ausencia hueco!
Donde solo queda aire
tu voz empieza a oírse.

El jurado de este Premio de Poesía, convocado y organizado por la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes del Ayuntamiento de Salamanca, ha estado presidido por el poeta Antonio Colinas Lobato e integrado por Asunción Escribano Hernández, Fermín Herrero Redondo, Juan Antonio González Iglesias, César Antonio Molina Sánchez, José Luis Puerto y Jesús Egido Salazar, con Rubén Tostado González como secretario.

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