Tenían veinte años y estaban locos

04 de noviembre de 2011. Emilio Ruiz Mateo

En Tenían veinte años y estaban locos, antología de poetas seleccionada por Luna Miguel para La Bella Varsovia, hay títulos de poemas tan elocuentes como “Back to Black”, “El beso con lengua” o “Iniciando sesión”. Hablan de juventud y referentes pop. En esta antología se logra una imagen de la poesía joven actual, joven de verdad: veintisiete poetas menores de veintisiete años que entraron en contacto en un escenario, Internet, y con una maestra de ceremonias, la también joven y poeta Luna Miguel.

Cuenta Luna en el prólogo que, después de cuatro o cinco años de ciberbúsquedas, decidió crear un tumblr para ir publicando versos de los poetas que le gustaban. Aquel proyecto se ha convertido ahora en libro gracias a Elena Medel y Alejandra Vanessa, o lo que es lo mismo, La Bella Varsovia.

El juego entre presente y futuro es constante en Tenían veinte años y estaban locos. Partiendo del propio título, alteración de una cita de Roberto Bolaño (En aquel tiempo tenía veinte años y estaba loco), Luna Miguel juega a imaginar qué dirán los futuros lectores al leer esta antología, y a explicar el presente a modo de pasado.

Toda antología tiene parte de juego, y el que aquí se plantea está cargado de ilusión por un presente que, algún día, signifique algo. Luna Miguel sólo los ha reunido: lo que ocurra más adelante está por ver, pero, en sus propias palabras, no hay nada más bonito que un puñado de soñadores haciendo lo que realmente les gusta.

Y entre ese puñado de soñadores encontramos poetas que con gusto y atención seguiremos leyendo en el futuro. Nos referimos a Laura Casielles (poemas como "La levedad del pájaro" son una gran tarjeta de visita para una nueva autora), la cotidianeidad casi táctil de Cristian Alcaraz, la sorprendente madurez de Alberto Acerete y María M. Bautista, la fuerza impresa en cada verso de Laura Rosal o el dolor nocturno y frustrado de Javier Gato. Salvo pocas excepciones, la mayoría de estos poetas son inéditos incluso en papel y, los publicados, casi todos lo han hecho en editoriales minúsculas…

Estamos ante una generación que nace en un nuevo escenario, el ámbito blog y su aledaños, y se retroalimenta de las redes sociales. Que La Bella Varsovia les haya dado voz nos ahorra mucho “trabajo” de búsqueda.