Verano, de Ali Smith

30 de septiembre de 2022. Estandarte.com

Verano: «La más breve y escurridiza de las estaciones, aquella a la que no se obligará a rendir cuentas, porque el verano no puede aprehenderse salvo en segmentos, fragmentos, momentos, destellos de recuerdos de los supuestos o imaginados veranos perfectos, veranos que nunca existieron». Así lo describe y piensa Grace, una de las protagonistas de la novela, mientras camina en busca de una capilla, un cementerio que conoció tiempos atrás.

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Este verano que va desde la luz a la oscuridad, esta estación luminosa y también melancólica culmina este glorioso «Cuarteto estacional» que serpentea entre personajes reales e imaginarios; que vive –¡y cómo!– la realidad del presente, que la sufre, la siente, la denuncia. La obra invita a pensar, a subrayar, a releer, a absorber este mundo que nos ha tocado vivir.

Denuncia la indiferencia de un tiempo –un entonces– donde se vivía como si nada importara y donde los que decían que sí les importaba «eran unos pringados, o que solo querían quedar bien». Unos años en los que cada noticia, cada suceso social o político tenía como respuesta un «¿y?», acompañado de un encogimiento de hombros.

De nuevo Ali Smith sorprende con un tapiz deslumbrante, hecho de historias entretejidas al compás de las andanzas y sueños de cada personaje; con saltos al pasado, a otras estaciones, a antiguos protagonistas, creando un paisaje múltiple que envuelve con la riqueza de su lenguaje, su capacidad creativa y su arte para recrear vidas auténticas como el trágico recorrido vital de la directora de cine italiana Lorenza Mazzetti (en la introducción encontramos una precisa descripción de las imágenes de una de sus películas) o vivir la pasión de Robert por Einstein.

Verano, Cuarteto estacional IV es una novela que usa caminos ricos y tortuosos para poner sobre el papel una realidad dura, unos modos de vida trazados por las redes con la pobreza de su lenguaje («creo q estoy a . d hacer 1 tontería;-abajo en playa frente a chip porfa ven ya mismo si pueds necesito 1 mano 3min», escribe Robert a su hermana Sacha) y la sustitución de sentimientos por emoticones. Los personajes –padres, hijos, amigos– viven dominados por la pandemia, el confinamiento, el cambio climático, el machismo, la migración, el racismo, la religión televisada o la ruptura del Brexit.

Smith pisa la realidad, no pierde el contacto con ella y la cuenta con pasión, con dureza, con ternura, con humor, con poesía. Enlaza tiempos y situaciones y así, al relatar el encierro actual, nos lleva a otros confinamientos: los de la Primera Guerra Mundial, los de los judíos, los de los niños y jóvenes que llegaron a Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, los de los migrantes, los otros, los sin techo…

Ese es, así nos parece, el hilo conductor del que –unas veces en primera persona, otras en tercera, otras en forma epistolar– se sirve la autora para describir de manera extraordinaria las vivencias, deseos, luchas  y añoranzas de sus personajes: Sacha, Robert, Grace, Arthur, Ashley… Personas que aparecen y desaparecen; que vuelven como fantasmas del pasado, que viven el presente sin pensar demasiado en el futuro; todos con su carga de ideas, sentimientos, errores; con sus ídolos (Kafka, Newton, Einstein…), con  relaciones que hablan de amor, enfrentamiento –¡qué negativa la política!–. De esperanza dentro de la desesperanza.

Verano cierra un ciclo emocionante, escrito con el genial, vibrante y creativo estilo de Ali Smith y traducido para la edición de Nørdica de forma impecable por Magdalena Palmer, finalista del XVI Premio Esther Benítez de Traducción convocado por @ace.traductores. El fallo se conocerá el 3 de noviembre y la entrega tendrá lugar el 16 del mismo mes en el Instituto Cervantes de Madrid.