Pero… ¿quién mató a Harry?

20 de junio de 2019. Estandarte.com

Pero... ¿quién mato a Harry?, de Jack Trevor Story, es una curiosa historia, breve y amena, que engancha con su sentido del humor, su carácter esperpéntico e incluso, en ciertas ocasiones, con su ternura. Como anticipa el título, se trata de averiguar quién está detrás de la muerte de Harry, el hombre que yace en la portada, a los pies de una figura femenina que sujeta una pala.

Es una novela de personajes. Son ellos, con sus curiosidades y excentricidades, los que hacen que toda fluya con simpatía y agilidad. Las circunstancias en las que les coloca el autor, Jack Trevor Story (Hertford, 1917-Milton Keynes, 1991) despiertan más de una sonrisa y alguna que otra carcajada. También hay momentos en los que esa hilaridad se mezcla con un poco impaciencia e impotencia, del tipo que provocan algunas escenas de las películas de los hermanos Marx y en las que el espectador –en este caso, lector– tiene ganas de coger al protagonista por los hombros y rogarle que espabile.

El muerto aparece muy pronto en un bosque cercano a la urbanización de Sparrowswick Heath en la campiña inglesa y son las reacciones que provoca –todas, bastante peculiares– las que van perfilando al resto de individuos en situaciones que no tienen desperdicio, como aquellas geniales en las que aparece un doctor a la caza de una mariposa.

La novela es muy escenográfica tanto en las descripciones de los personajes y los espacios como en los diálogos por los que los protagonistas se van mostrando más claramente y el lector se va colando en sus jugosas relaciones. Los capítulos están, asimismo, bien definidos por escenas. Así que no es de extrañar que de este libro, publicado por primera vez en 1949, surgiera una película: Alfred Hitchcock dirigió una comedia negra en 1955, de la que se ha tomado un fotograma para la acertada portada de esta edición de Alba. Por aquella The trouble with Harry, Shirley MacLaine obtuvo un Globo de Oro en la categoría de la nueva estrella del año. Era la primera película de la actriz estadounidense. Igual que esta fue la primera novela de Trevor Story, a la que siguieron muchas otras, así como guiones para televisión y una serie de columnas autobiográficas en The Guardian, escritas en los años setenta y que sirvieron de inspiración a la serie de televisión de la ITV Jack on the Box.

Pero… ¿quién mató a Harry? es también una obra burlona, no solo en el argumento, incluso en el uso del lenguaje, con el que a veces Jack Trevor Story juega como si estuviera experimentando. Es curiosa, por ejemplo, la forma en la que en alguna ocasión utiliza las repeticiones y curiosa también la ironía y el humor que se percibe en los títulos de algunos de los capítulos (El cadáver no respondió o Una rica tacita de té).

Desde luego, con esta novela se pasa un buen rato corto, pero, no solo eso. Como se lee en la contraportada: “en ese clima estival, de monte bajo, mariposas, tardes soñolientas, noches esplendorosas y mágicas, Jack Trevor Story supo evocar algo del Sueño de una noche de verano, con sus enredos y confusiones, y un erotismo sutil y muy vital que hace, deshace, separa y junta parejas… en torno a un cadáver”. Merece la pena.