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Panza de burro, de Andrea Abreu

Cargada de poesía, cuenta una amistad desde el lenguaje de la oralidad.

22 de noviembre de 2021. Estandarte.com

Qué: Panza de burro Autora: Andrea Abreu Editora: Sabina Urraca Año: 2020 Páginas: 176 Editorial: Barrett Precio: 17,90 €

Panza de burro, de Andrea AbreuEn solo seis meses, nueve ediciones: eso le ha pasado a Panza de burro entre junio y noviembre de 2020. Es la novela de Andrea Abreu (1995), editada por Sabina Urraca con Barret.

Abreu, una periodista, poeta y escritora que viene de un ámbito rural pobre de la isla de Tenerife, rescata en esta historia ese Tenerife que nada tiene que ver con el de las postales turísticas. Y lo hace con el lenguaje que allí se utiliza, el que ella llama el chelismo, porque su abuela se llama Chela y aquí están las expresiones que le oye y que ella misma empleaba de niña. Panza de burro está construido con el lenguaje de la oralidad, no atiende a normas ni en el vocabulario ni en la estructura, atiende a raíces. Fluye, y lo hace con pulsión poética.

La historia que cuenta Abreu en Panza de burro es la de dos amigas, dos chicas preadolescentes y sus días largos de un verano –Panza de burro comienza en la fiesta de fin de curso–, con unas vacaciones que no se parecen a las que el imaginario común asocia a una isla. No van a la playa porque sus adultos están trabajando. Ellas llenan esos días largos con las barbies, acompañándose una a otra a sus casas, comiendo, peleándose y reconciliándose, fijándose en los mayores, moviéndose por ahí sin tutela. En esta novela hay mucha escatología, también sexualidad, una sexualidad en fase de descubrimiento, sin etiquetas.

En la novela la narradora es una de esas dos amigas protagonistas, la conocemos como shit (así –mierda– la llama su amiga) que admira, casi venera a la otra, Isora. Desde esa mirada de niña que está saliendo de la niñez, desde su voz, desde su mirada hacia Isora y desde su relación con su abuela y su tío, desde esos platos con gofio y la música o la obsesión de la familia de Isora por la gordura, desde los encuentros con otros chavales del barrio y las rivalidades, esta novela poética rescata vidas de las que no se suele hablar, muestras cosas que se suelen esconder y con ellas construye una novela que toca el corazón.  

Panza de burro –que toma el nombre de un fenómeno meteorológico que se da en Canarias de nubes bajas que no dejan un resquicio para el sol– es la primera novela de Andrea Abreu, que tiene publicados también el poemario Mujer sin párpados (Versátiles Editorial, 2017) y Primavera que sangra (Demipage, 2020), un análisis poético sobre la menstruación. En esta novela ha trabajado con Sabina Urraca –que fue profesora suya en un taller de escritura– como editora. También periodista y escritora, Urraca ha escrito para el libro una emocionada presentación de la que tomamos un extracto como mejor invitación a la lectura de esta novela descubrimiento: «[…] hay veces en las que he llegado a pensar que Panza de burro no era un libro, sino más bien un largo y poderoso exabrupto, un estallido de emoción a las faldas de un volcán, un corazón de mirlo latiendo bajo la tierra. He pensado que podría expresarse a través de un grito en una playa. Y nada más.»

Nota 22 de noviembre de 2021: «Panza de burro», de la periodista canaria Andrea Abreu, publicada por la editorial Barrett, ha sido la ganadora del XVI Premio Dulce Chacón de Narrativa Española que concede el Ayuntamiento de Zafra a la mejor obra en castellano impresa y editada el año anterior. 

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