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M. El hijo del siglo, de Antonio Scurati

Una biografía reveladora de una época atroz de la historia italiana.

19 de diciembre de 2021. Estandarte.com

Qué: M. El hijo del siglo Autor: Antonio Scurati Editorial: Alfaguara Año: 2020 Páginas: 824 Traducción: Carlos Gumpert Precio: 24,90 € (papel); 9,49€(eBook)

M. El hijo del siglo, de Antonio ScuratiCon este libro, tan revelador como imprescindible, Antonio Scurati (Nápoles, 1969) se mueve entre la historia, el ensayo y la novela, dándonos a conocer el cambio paulatino de Italia, el hundimiento y división de los partidos de izquierda –socialistas y comunistas–, la hipocresía y el mirar hacia el otro de los partidos de derecha, la debilidad de las instituciones o la postura acomodaticia de la burguesía, los empresarios y los terratenientes (pensaban que el fascismo duraría poco y no sentían reparos en aprovecharse de sus acciones). En sus páginas vemos desaparecer el orden, la libertad y la democracia, vemos las secuelas de la guerra y vemos cómo, en ese caos sabiamente aprovechado y dirigido, crece el poder de un hombre que se alza con fuerza devastadora, es el futuro Duce. Leemos: “Benito Mussolini está allí con las manos vacías, pero ha sido el primero en comprender que cabía explotar el rencor para la lucha política, el primero en haberse puesto a la cabeza de un ejército de insatisfechos, desclasados y fracasados que se pasan los días sacando brillo a sus puñales mientras él los pasa entre la redacción y la calle a la espera de que algo explote. Y de que él pueda cabalgar la onda de choque o bien escribir sobre ella en el periódico. No hay duda: la cadena paciente de los padres que generan hijos se ha quebrado con la guerra. El esquema se ha roto y solo un hombre como Mussolini podrá guiar a esa generación a la que el destino ha otorgado el derecho a hacer historia.” 

Y lo consigue pasando sobre todos y todo, burlando ideas, despreciando compromisos (baste ver la ambigua postura que mantiene con D’Annunzio o su desdén hacia, ente otros muchos, Giolitti). El fascismo está aquí, el poder es suyo, no hay oponentes. Italia y el Duce –eso afirma, piensa y espera– han conseguido el puesto que merecen en el concierto de naciones. 

Vibrante en su escritura, enormemente atrayente en su escenificación, Scurati retrata la figura creciente de este hombre, de oscuro origen, que fue en sus inicios militante socialista, periodista, que supo, y así lo cuenta el autor en una entrevista, comprender que “el miedo puede más que la esperanza”. Y lo narra de forma original, con carácter de crónica a veces, alternando el relato con cartas, recortes de prensa y comunicados. En el libro tanto los personajes (que podemos conocer con detalle en el glosario final) como los sucesos (huelgas, sesiones parlamentarias, levantamientos, ocupaciones, agresiones) son reales, y elige hacerlo así porque está seguro de que es la forma más efectiva de denunciar el peligro de caer en las redes de las opciones ultras. 

M. El hijo del siglo se centra en un periodo concreto que abarca desde 1919 (recién terminada la Gran Guerra y con sus terribles consecuencias, políticas, sociales y económicas) hasta 1924, cuando, al fin cumple su sueño, alcanza el poder absoluto. Lo consigue después de apoyar la violencia de las facciones y de jugar con todas las opciones que pudieran beneficiarle; después de manipular, incluso con violencia, elecciones y de aceptar el secuestro y asesinato de su gran y casi único opositor, el socialista Giacomo Matteotti; después de asaltar Roma, y después de humillar al Parlamento. En 1922, Mussolini es el jefe del nuevo gobierno, y su discurso del 16 de noviembre en la Cámara de Diputados estremece por revelador:

“–¡Señores! Lo que voy a hacer hoy en este hemiciclo es un acto de deferencia formal hacia ustedes por lo cual no les pido ninguna declaración de reconocimiento concreto. […]”. El saludo es un claro desaire, no merecen su consideración. “[…] Lo mejor que ha ocurrido ahora es que el pueblo italiano, la mejor parte de él, ha desbancado a un ejecutivo y se ha dado un gobierno por fuera, por encima y en contra de cualquier designación del Parlamento… Yo afirmo que la revolución tiene sus derechos. Yo estoy aquí para defender y potenciar al máximo la revolución de las camisas negras […]”. Otro hachazo. “[…] Con trescientos mil jóvenes, jóvenes totalmente armados, dispuestos a todo y casi místicamente preparados para ejecutar cualquier orden mía podría castigar a todos los que calumniaron y trataron de enfangar el fascismo. Podría convertir este hemiciclo silencioso y gris en un vivac de manípulos. […]”. Deshonra final, y silencio por respuesta. Termina: “[…] Podría atrancar el Parlamento y formar un gobierno únicamente de fascistas. Podría, pero no he querido, al menos por el momento. […].”

No hace falta más para descubrir y desmontar un personaje real (no fue el producto de un mal sueño), nefasto para Italia, capaz de lo inimaginable; un hombre de físico imponente, avasallador; tosco en origen, pero refinado por una de sus amantes, Margherita Sarfatti; un mujeriego, austero de hábitos, vividor, y, por desgracia, dotado de una personalidad sin escrúpulos, dominante e irresistible.

Y lo conocemos a través de un libro absorbente, que también retrata –a veces con excesiva profusión de datos– los movimientos de todos los estamentos de una sociedad pacata caminando pasivamente hacia su destrucción. Al cerrarlo queda una idea: es un libro que hay que leer.

Antonio Scurati es profesor universitario, ensayista y escritor. M. El hijo del siglo, primer volumen de la trilogía sobre el dictador, obtuvo el premio Strega, al mejor título de ficción escrito en italiano.

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