Los dioses tienen los pies de lana

06 de noviembre de 2020. Estandarte.com

Los dioses tienen los pies de lana es la primera novela de José María Sánchez Galera (Madrid, 1976), doctor en Humanidades y licenciado en Periodismo. No es su primer libro, ya tuvimos contacto anterior con el autor en Vamos a contar mentiras: Un repaso por nuestros complejos históricos, editado por Edaf.

En Los dioses tienen los pies de lana (el maravilloso título procede de una cita de Petronio) se aprecia la formación humanística del autor que el lector apreciará en el conjunto de la novela y que ya en su primer párrafo muestra un estilo muy personal de prosa rica y evocadora que será constante en la obra:

"El año que murió mi abuelo los olmos tardaron en desprenderse de sus cámaras. Las flores de los cerezos cayeron antes de tiempo. Y los plátanos infestaron tanto el aire con su polen, que algunos chicos del colegio sangraban por la nariz. Aquel año compré mi primera revista de astronomía, y también un libro de Isaac Asimov que acabó en el fango de un riachuelo."

La novela está construida alrededor de la relación de David e Isabel. José María Sánchez Galera aporta escenas situadas antes de que los protagonistas se conozcan para, como en una suerte de remolino narrativo ascendente, participar de un relato que surge del conocimiento íntimo de David, su infancia y su entorno.

Los dioses tienen los pies de lana conforman un relato coral de un universo en rápida transformación que a la vez se halla inscrito en una aparente inmutabilidad propia de la primera juventud en la que todo parece moverse sin que nada cambie esencialmente. 

La novela tiene un ritmo que invita al disfrute, sin estridencias y rico en detalles, que lleva al desarrollo de una relación en contextos muy contemporáneos que a la vez tienen algo de narrativa juvenil de finales del siglo XX caracterizada por el recurso a los grupos adolescentes que actúan por lo general al margen de adultos y en el que Sánchez Galera se apoya para subrayar la situación de desarraigo del protagonista.

El relato puede parecer no uniforme en su desarrollo, ya que en algunos capítulos se siente que el autor se escapa arrastrado por su mundo (la tradición clásica). Aunque podría despistar al lector, se trata de otras voces, como la del abuelo. Estas voces permiten contemplar al protagonista y al mundo desde fuera, si bien pueden ensombrecer la mirada y transmitir una sensación caleidoscópica propia de una época sin referentes. 

La novela fue presentada en la Biblioteca Pública Eugenio Trías (Parque del Retiro, Casa de Fieras). El acto contó con la intervención de Luis Alberto de Cuenca, poeta, filólogo e investigador del CSIC, y de Pablo Velasco, profesor de la CEU San Pablo.