Tesla y La invención de todo lo demás

21 de octubre de 2022. Estandarte.com

Nikola Tesla; la corriente alterna; la posibilidad de volver al pasado y de viajar al futuro; conversaciones con palomas; la complicidad entre un padre y una hija y la de esa hija con un desconocido que dice no serlo; un amigo que vuelve; un hotel con espías; Nueva York; la radio... Todos estos ingredientes forman parte de una novela realmente especial: singular y bella en la forma, interesante, jugosa y entrañable en el contenido: La invención de todo lo demás, de la escritora norteamericana Samantha Hunt (Catedral, 2021).

Hunt (Nueva York, 1971) recupera la vida del inventor Nikola Tesla (1856-1943) y la cuenta mezclando historia y ficción, creando un halo de irrealidad.

En un doble sendero narrativo, la escritora deja que a veces sea el propio Tesla, en una extraña conversación con su amigo Samuel Clemens –Mark Twain–, quien reviva el pasado, vuelva a su infancia, a sus enfermedades, sus estudios en Graz, su llegada a Estados Unidos, su paso por el taller de Thomas Edison, las charlas con sus amigos Robert y Katharine, sus investigaciones…

En otras ocasiones, el relato deja a un lado la voz de Tesla y se preocupa más por seguir los pasos de la otra gran protagonista de la novela, Louisa.

Un narrador ajeno se cuela en su vida, en su relación con su padre y en los recuerdos de este; en ese misterioso encuentro o reencuentro con el que dice ser un compañero de clase de la infancia…

Con Louisa, las páginas del libro recorren el Nueva York de los años cuarenta, escuchan la radio, cuidan –ya sea a palomas o a personas–, convierten el trabajo de arreglar habitaciones en una aventura y se desconciertan ante el singular e innovador proyecto en el que se enrola su padre con un gran amigo. Intrigan y enganchan.

A pesar del cambio de narrador y de foco, no son dos historias independientes. En una sugerente urdimbre, se van cediendo el paso y se encuentran. Lo hacen en ese hotel en el que Tesla pasa los últimos años de su vida y Louisa trabaja.

Lo que entre ellos ocurre tiene ese aire de misterio, de fábula y de grandes sentimientos que impregna esta novela fresca y original, de placentera lectura y brillante prosa que conocemos por la estupenda traducción de Marcelo E. Mazzanti en esta edición de Catedral que llega a España más de diez después de que obtuviese el Bard Fiction Prize en 2010 y quedara finalista en el Orange Prize en 2009.