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La Deseada, de Maryse Condé

La búsqueda de la identidad es el eje de esta brillante novela.

26 de diciembre de 2022. Estandarte.com

Qué: La Deseada Autora: Maryse Condé Editorial: Impedimenta Año: 2021 Páginas: 320 Traducción: Martha Asunción Alonso Precio: 22,50 €

La deseada, de Maryse CondéMaryse Condé (Pointe-à-Pitre, Guadalupe, 1937) empezó a escribir con 42 años. A los 81 recibió, de manos de la Nueva Academia, el Nobel Alternativo de Literatura –era 2018, el año que, por un escándalo sexual, la Academia no concedió el Nobel de Literatura–.

Se reconocía con este galardón su forma de retratar los estragos del colonialismo y el caos poscolonial con un lenguaje preciso y, al mismo tiempo, devastador. Para entonces, su obra ya había sido aplaudida con otros prestigiosos premios y su voz reconocida como una de las más influyentes de la literatura francófona.

Autora de más de treinta obras, entre cuentos, novelas, obras de teatro, ensayos y autobiografías, enseñó durante décadas literatura francófona en, entre otras, la Universidad de Columbia (Nueva York) y presidió en 2001 el Comité por la Memoria de la Esclavitud en Francia, cuyo trabajo –según apunta la presentación de la editorial Impedimenta en su página web– se materializó en la ley que reconoce la esclavitud como un crimen contra la humanidad.

Ese compromiso se reconoce en su literatura, como también se identifican rasgos de su biografía, incluso en esta novela, La Deseada, que es la menos autobiográfica de las tres obras que, con la traducción de Martha Asunción Alonso, la editorial Impedimenta recoge en su catálogo (las otros dos son Corazón que ríe, corazón que llora y La vida sin maquillaje).

Marie-Noëlle, la protagonista de La Deseada, abandona el archipiélago antillano de Guadalupe por Francia y después se establece en Estados Unidos, donde imparte clases. En eso coincide con Condé. La escritora ha vivido también en distintos países de África, y aunque en La Deseada no lleva allí a su personaje principal, sí lo hace con otros y así asegura la presencia del continente en su novela.

Condé nació en el seno de una familia antillana burguesa de ocho hermanos, mientras que Marie-Noëlle es hija única y de padre desconocido, pero las dos viven el choque cultural, social y racial del exilio en Francia y descubren los límites del sueño americano.

La violencia, el abandono y el sufrimiento infantil que retrata en Marie-Noëlle, su madre y su abuela están inspirados en una realidad que ha reconocido en la sociedad antillana. Son estas tres generaciones las que vertebran la novela; a su alrededor, una constelación de personajes con los que retrata la amistad, la dependencia afectiva los abusos.

Marie-Noëlle se cría en La Pointe (Guadalupe) con su nodriza, Ranélise, un personaje entrañable y uno de los que mejor representa los lazos de fraternidad y amistad que puntean la obra. La vida de Marie-Noëlle está condicionada por la relación con su madre –Reynalda– y por los secretos y mentiras que no le permiten reconocer sus orígenes.

La búsqueda de la identidad es una constante en las obras de Condé. Como apunta Impedimenta, en La vida sin maquillaje se descubre que en sus estancias en África buscaba esa identidad que ya empezó a entrever con el descubrimiento de la negritud en su aterrizaje en Francia.

En Corazón que ríe, corazón que llora, cuenta que al llegar a Francia esa familia –la suya– que se niega a hablar criollo y que se considera francesa de pura cepa tiene que enfrentarse a que los blancos le miren por encima del hombro.

En La Deseada, la autora acompaña a Marie-Noëlle en su peregrinar y lo hace con una gran riqueza narrativa, cargada de sensorialidad, con un poso triste, poético y duro, que dibuja con brillo, sencillez y naturalidad el peso del colonialismo, la ausencia de afectos y de pertenencia, la capacidad de salir adelante. Condé juega además muy bien la baza de cambiar el punto de mira y presentar los relatos desde distintas vivencias.  

Martha Asunción Alonso es, además de la traductora, la responsable de las notas a pie de página que, con brevísimas pinceladas, contextualizan con datos históricos y culturales. 

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