Otra vida por vivir, de Theodor Kallifatides

25 de diciembre de 2021. Estandarte.com

“No sabía dónde hallar la fuerza necesaria para organizar mi día en torno a un texto”. El escritor Theodor Kallifatides (Molaoi, Grecia, 1938) llevaba escribiendo cerca de cincuenta años, ya había cumplido los 75 y de repente no encontraba palabras ni tono. Se aburría. El colapso fue tal que se deshizo del estudio donde trabajaba en Estocolmo –“la guarida del lobo” lo llamaba él– y decidió acostumbrarse a otras rutinas. Pero eso significaba emigrar de sí mismo, como muchos años atrás había emigrado de su país, Grecia, en busca de otra vida en Suecia.

En Otra vida por vivir comparte ese momento crítico de vacío y vértigo literario (la cita del inicio está sacada de sus páginas). Pero no solo eso. Este breve y cautivador libro habla sobre la necesidad de escribir; sobre los cambios en su entorno y cómo le duelen hechos como que los alumnos y los enfermos hayan pasado a ser clientes; sobre su condición de inmigrante en el país en el que escribe y del que toma la lengua para hacerlo; sobre sus sentimientos hacia Grecia y hacia el idioma griego. Con belleza y un tono al tiempo sereno y firme, afronta el exilio y las actitudes de los países de acogida, la pobreza y la indigencia, la identidad. “Hemos dejado de ser individuos aislados para convertirnos en tribus. Por un lado, nosotros; por el otro, los extranjeros”, sentencia tras recordar escenas bochornosas aparejadas a la crisis económica a partir de 2008.

Mientras pasea para llenar el tiempo que antes ocupaba la escritura, sus pensamientos vuelan. Gran observador, cualquier detalle puede encender una chispa: por ejemplo, un cartel en un camino le lleva a meditar sobre la libertad de expresión: recuerda el atentado contra el semanario Charlie Hebdo y confronta a Voltaire con argumentos que aprendió de su abuela. Son reflexiones de gran profundidad expuestas con claridad y sencillez. “Una cultura no puede ser juzgada sólo por las libertades que se toma, también se juzga por las que no se toma. Hay cosas que no se prohíben, pero eso no significa que se permitan”.

Lleno de intimidad, el texto refleja la complicidad del autor con su esposa, Gunilla; la importancia que para él tienen la amistad y su familia; ideas sobre el pasar de los años y la vejez y sobre el especial vínculo que se crea con la lengua... Otra vida por vivir es el primer libro que Kallifatides escribe directamente en griego (ha firmado más de cuarenta obras entre ficción, ensayo y poesía); siempre lo ha hecho en sueco, pero esta historia –un cúmulo de recuerdos y una actitud ante una crisis que desvela su actitud ante la vida– le pedía volver a su lengua materna; también necesitó viajar a Grecia. Es una suerte acompañarle en esta travesía a través de estas páginas.

Sus miradas hacia atrás, sin orden aparente, conducen a veces a su escuela, a la Segunda Guerra Mundial, a una incursión en el cine, a la dictadura, al taller de un amigo o a su casa de Gotland, recuerdan un desayuno o la crueldad de la indiferencia ante la desgracia ajena... Es un libro intenso, ofrece mucho en muy poco espacio y lo hace con una naturalidad y una armonía impresionantes (aquí hay que reconocer también el trabajo de la traductora, Selma Ancira). Kallifatides salta de un tema a otro como lo haría un buen conversador cargado de experiencia, que hace cómplice a su interlocutor de sus temores y sus referentes, ya sean sacados de una tragedia griega o de las enseñanzas de su padre. En estas páginas descubrimos a un autor cargado de humanidad, que sabe lo que es decir adiós (“La emigración es una especie de suicidio parcial […]”) y también que el adiós no tiene por qué ser definitivo.

Kallifatides venció esa crisis y estas páginas que muestran el camino que recorrió nos dejan bellas enseñanzas sobre superación, trabajo e inmigración. Galaxia Gutenberg editó Otra vida por vivir en 2019 y en 2020 El asedio de Troya, una novela deliciosa.