La llama, de Leonard Cohen

31 de marzo de 2020. Estandarte.com

“Quieres más oscuridad / extinguimos la llama”, dice la frase principal de la canción que da título al último álbum de Leonard Cohen. Las nueva canciones de You want it darker se publicaron en octubre del 2016. Su autor moría al mes siguiente. Si la oscuridad protagonizó su último trabajo musical, la llama alumbra su libro póstumo. Y le da título. La llama, el legado literario de Leonard Cohen en forma de canciones, poemas y notas personales inéditas, acaba de ver la luz en un volumen publicado por Salamandra.

Uniendo ambas obras, el hijo del artista, Adam Cohen, que produjo el álbum y ahora escribe el prólogo del libro. “Este volumen contiene los últimos escarceos de mi padre con la poesía. Al final, era para lo que se mantenía vivo, su única razón para respirar”. Le llama algo muy bonito que tiene relación con el título, le llama “alma en llamas” y dice: “cada página que emborronaba era la prueba duradera de un alma en llamas”.  Dan fe de ello las páginas de esta recopilación póstuma que combina obra inédita y publicada. En La llama se recoge una generosa muestra del sinuoso periplo y la amplia variedad de registros y voces de un poeta y cantante absolutamente singular. Lírico y filosófico a un tiempo, feroz y corrosivo por momentos, este volumen incluye nuevos poemas sobre la guerra, el arrepentimiento y la amistad, como el conocido homenaje a Enrique Morente; las letras de las canciones de sus cuatro álbumes más recientes; fragmentos escogidos de los numerosos cuadernos que guardó con celo desde la adolescencia hasta el día final; y, entreverada en el texto, una emocionante y sorprendente serie de autorretratos y otros dibujos.

Al igual que su último trabajo musical, donde se leen líneas inequívocas que se refieren a una muerte próxima –“Aquí estoy/preparado, mi Señor”–, La llama también está concebido como un elocuente adiós a este mundo. En el libro, Leonard Cohen repasa su vida con la dosis habitual de melancolía y sorna que impregna toda su obra hasta llegar a la recta final. Lo afronta con cierta nostalgia, pero con valentía y entereza. Las mismas que mostraba en una de sus últimas entrevistas, pocos meses antes de morir y donde declaraba: “Estoy preparado para morir (…). Llegado cierto punto, y si todavía estás en tus cabales (…), tienes que aprovechar la oportunidad de dejarlo todo atado. Tal vez sea un cliché, pero se subestima su poder analgésico. Dejar todo en orden, si puedes hacerlo, es una de las actividades más reconfortantes, y los beneficios son incalculables”.

Cantante y poeta sobre todas las cosas, Leonard Cohen (Montreal, 1934–Los Ángeles, 2016), empezó su relación con el arte en 1956 con el libro de poemas Comparemos mitologías. Publicó a partir de entonces numerosas obras también de narrativa como El juego favorito y Los hermosos vencidos. Como cantante y compositor icónico al margen de modas y corrientes, editó diecisiete álbumes con los que se ganó el reconocimiento mundial y numerosos premios que combinan sus dos pasiones: los hay para sus letras y para sus músicas, desde el Grammy Lifetime Achievement Award 2010 al Premio Príncipe de Asturias de las Letras que lo trajo a España en 2011. Para el recuerdo, sus amores y pasiones, sus conciertos-recitales de horas, sus horas oscuras y sus crisis. Y remontadas memorables, entre las que ya puede figurar este volumen que lo rescata de la despedida y la oscuridad musicadas de You want it darker a la luz puesta en páginas de La llama.