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Cartas para salvar un trabajo

'Los escribidores de cartas' recupera el ritual de la correspondencia.

10 de octubre de 2020. Estandarte.com

Qué: Los escribidores de cartas Autora: Beatriz Osés García Editorial: SM El Barco de Vapor Año: 2019 Páginas: 160/120 Ilustrador: Kike Ibáñez Precio: 12,50 € (cartoné); 8,70 € (rústica)

Los escribidores de cartas, de Beatriz Osés García, premio SM El Barco de Vapor.Los escribidores de cartas, de la periodista y escritora Beatriz Osés García, es un libro dirigido a un lector de entre 8 y 11 años que gira en torno al plan ideado por tres niños para que el cartero del pueblo –que es el abuelo de Iria, una de ellos– no pierda su trabajo. El único buzón de Noaberri se ha convertido, como dice ese abuelo, en hogar de las arañas. Las telas grises ocupan el espacio que antes llenaban cartas que ya ni se escriben ni se mandan.

Su autora, Beatriz Osés García, describe su libro como “un homenaje a muchas personas que he conocido, a una que no llegué a conocer, y al arte de escribir secretos, confesiones, miedos, deseos y echarlos en un buzón. También encierra una reivindicación de la espera y de la reflexión, de la comunicación con desconocidos que nos rodean, de la amistad y de la superación de los rencores.

Es un cuento sobre un pueblo poco convencional y sobre unos personajes que no son lo que parecen. Es la posibilidad de expresar nuestras emociones y de arriesgarnos”.  Todo ello enlazado con un tono fresco y divertido y acompañado de las ilustraciones de Kike Ibáñez.

Para la autora, esas románticas figuras de los escribidores de cartas que dan título a su obra son muy necesarias en una sociedad como la actual, atropellada por la prisa. Escribir una carta requiere tiempo, paciencia, reflexión. Por no hablar de la ilusión de encontrar un sobre manuscrito en el buzón con tu nombre en el destinatario y el de alguien que aprecias en el remite. Hay todo un ritual cargado de reflexión, imaginación y confidencias alrededor de las correspondencias, que se refleja en esta novela. En ella también hay espacio para las redes sociales. No se trata, ni mucho menos, de demonizarlas. Como dice Osés García en la entrevista que comparte la Fundación SM, cartas y nuevas tecnologías son compatibles. “Las nuevas tecnologías traen la inmediatez pero también un tipo de mensajes, habitualmente, menos cargados de emociones y misterio. Las cartas, por el contrario, se deberían recuperar para decir aquello que nos resulta más difícil, para hablar de sentimientos y estados de ánimo, para contar secretos”.

Pero no solo del género epistolar trata el libro. Las cartas son uno de los instrumentos que un grupo de niños utilizan para luchar por algo –el empleo del abuelo, como adelantamos–. Y ahí está una de las claves de por qué el jurado del Premio SM El Barco de Vapor 2019 se ha decidido por este libro como ganadora «con un lenguaje sencillo y accesible para los niños, reivindica la comunicación tradicional en una época en la que estamos hiperconectados, porque dibuja unos personajes que no dan las cosas por perdidas y nos enseñan que no hay que rendirse y porque muestra que la pequeña decisión de una persona puede transformar a mejor a toda una comunidad». El jurado de esta edición ha estado compuesto por la escritora Llanos Campos; por la jefa de producto de FNAC, Mercedes Hernández; por Inés Miret, consultora especializada en temas relacionados con la lectura; por Gabriel Brandariz, gerente de Literatura Infantil y Juvenil en SM; por Mabel Cotera, gerente de Marketing de Literatura Infantil y Juvenil en SM, y por Patrycja Jurkowska, editora ejecutiva en SM.

Con una interesante trayectoria en el campo de literatura infantil, Beatriz Osés García (Madrid, 1972) no solo es autora de obras como Cuentos como pulgas (Kalandraka, Premio Lazarillo de Creación Literaria 2006) o El cuentanubes (Editorial San Pablo Comunicación SSP, Premio de Novela Juvenil La Brújula 2010 y finalista del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2011), sino que también participa como  ponente en seminarios y actividades de animación a la lectura y escritura creativa. Nos sumamos a esta reflexión de la escritora: “[…] uno de los mejores regalos para los hijos sigue siendo un buen libro. Como las cartas, opino que deberían valorarse. El ritual de acudir a una librería se tendría que potenciar desde casa, desde las escuelas e institutos y desde los medios de comunicación […]”.

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