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Impón tu suerte, de Enrique Vila-Matas

Autoafirmación en no-ficción de un autor de ficción, “sin más”.

29 de abril de 2020. Estandarte.com

Qué: Impón tu suerte Autor: Enrique Vila-Matas Editorial: Círculo de Tiza Año: 2018 Páginas: 488 Precio: 22 €

Impón tu suerte, de Enrique Vila-MatasEn puridad, Impón tu suerte es un amplio conjunto de ensayos, artículos, conferencias y discursos de Enrique Vila-Matas. Editado por Círculo de Tiza, el libro se define tanto por lo que es como por lo que no es: no es novela, ni colección de relatos ni un diario. Y, sin embargo, el tono de sus reflexiones, compartido como ambiente de muchas de sus novelas o los escritores de costumbre –viejos conocidos para quienes estén acostumbrados a la literatura de Vila-Matas– hacen que este libro de no-ficción llegue a percibirse en ocasiones como uno que pudiera perfectamente serlo. Al final, como explica el autor: “No me dedico a la no ficción, ni al realismo negro ni sucio, ni a la maldita autoficción; el espacio en el que siempre me moví es simplemente el de la ficción, sin más”. 

Puede que no se dedique a la maldita autoficción como él dice, pero en Impón tu suerte sí se dedica a la autoafirmación. Lo hace, por ejemplo, en el texto que da nombre al libro. Allí habla de los escritores valientes, de los que se arriesgan, de los que se imponen, de los gladiadores. Esos son los escritores y los demás no merecen llevar ese nombre. “Un escritor es un tipo que se quita los guantes, dobla la bufanda, menciona la nieve, nombra la guerra, se frota las manos, mueve el cuello, cuelga el abrigo, va más allá y se atreve con todo. Si no se atreve a todo, no será jamás un escritor. ‘La estirpe de los gladiadores no ha muerto. Todo artista lo es’, escribió Flaubert. Y he aquí unas palabras en las que tengo una fe absoluta”. Vila-Matas empezó hace décadas a seguir esa senda, la de quienes se arriesgan. También empezó a pagar los precios acostumbrados; incomprensión, “palos”.... Sí, sí: él habla de “palos”. “Palos en las ruedas, palos en las manos que escribían. Palos españoles”. Y parece que los “palos” le hacían envalentonarse y crecer su apuesta: “No puedo ocultar aquí que el motor de mi obra lo han alimentado esencialmente mis detractores. Aún hoy, cuando me miran o cuando escriben sus limitadas reseñas, veo que no se han acostumbrado”. 

Incluso los amigos se mostraban extrañados y casi preocupados al leer los libros que iba publicando. “Y después de esto, ¿qué vas a hacer?”, le preguntaban. Las comillas son del libro. Y “esto” en esa frase es lo que sirve para describir gráfica, pero indefinidamente su literatura, su libro en cuestión o su manera de redactar, su camino aún no transitado, su criatura aún sin nombre, por describir, por etiquetar. Después de “eso” Vila-Matas explica que sobrevenía la instalación en un estado de “callejón sin salida”, llegando a pensar que “todo había terminado. Me costaba salir de ese callejón. Pero, por suerte, siempre a última hora, me acordaba de que la inteligencia es el arte de saber encontrar un pequeño hueco por donde escapar de la situación que nos tiene atrapados”. Literatura como escapismo, como resquicio para poder seguir ejerciendo la libertad.

Porque Impón tu suerte también es un alegato a favor de la libertad, de la independencia, de hacer un camino propio. Y no solo este libro, sino en la obra entera de Vila-Matas. En concreto, en el texto titulado Rigor y risa explica: “Resulta interesante ver cómo quien escapa de las reglas comunes de nuestra sociedad anónima de rigurosos, presumidos y realistas-lukácsianos lo tiene mal, y hasta puede que le espere un cero en conducta”. 

Puede que Vila-Matas haya tenido sus suspensos y haya estado cientos de veces frente a ese callejón sin salida, pero es cierto que al final su tesón y su ¿suerte? han acabado por imponerse. Ha publicado, es leído, comentado, premiado y ni él ni su forma de escribir son ya desconocidos para la mayoría del público. Si es esto o no el éxito habría que preguntárselo a él, pues el éxito es cuestión de opinión y más que de opinión de sensación, pero sí es cierto que ha logrado imponer sus maneras de escribir y que cada cual elija si son sus maneras de leer o no. 

Por cierto, el título, Impón tu suerte lo saca –y lo explica– Vila-Matas de unos versos de René Char “que quería escribir en un hipotético escudo de armas literario (…): Impón tu suerte, abraza tu felicidad y ve hacia tu riesgo. Al mirarte, se acostumbrarán”. O te leerán. Y eso ha pasado. 

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