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Vestir la historia de España: moda, poder y cultura

Consuelo Sanz de Bremond explora siglos de indumentaria como testigo social.

14 de julio de 2025. Catalina León

Qué: Historia de la indumentaria española. Moda, poder y cultura, la vestimenta como testigo de la historia de España Autora: Consuelo Sanz de Bremond Editorial: Almuzara Año: 2025 Páginas: 315 Precio: 19,95 €

Consuelo Sanz de Bremond, la autora de Historia de la indumentaria española. Moda, poder y cultura, la vestimenta como testigo de la historia de España, lo es también de otros títulos como la novela La bordadora y el libro realizado en colaboración con Javier Traité: El olor de la Edad Media. Salud e higiene en la Europa medieval.

Sanz de Bremond es una divulgadora que deja muy claro en sus obras sus intenciones. Se licenció en Ciencias Biológicas pero su pasión es la investigación histórica en diversos aspectos. En este caso, contarnos anécdotas y curiosidades sobre la indumentaria desde los comienzos de la Edad Media hasta el siglo XX. Para ello lleva investigando el tema muchos años y buceando en fuentes diversas de las que ella ha extraído una interesante selección de elementos que son los que conforman este libro, tan entretenido como didáctico.

Los dos primeros capítulos del libro tienen carácter introductorio: Breve historia de la indumentaria y La construcción de la identidad personal y colectiva. A partir del capítulo III la divulgadora comienza a desplegar una serie de elementos ciertamente curiosos referentes a tocados, vestimentas, zapatos, y toda clase de adminículos y prendas relacionados con la forma de vestir y arreglarse no solo en España, sino también en otros lugares muy relacionados con la vida en nuestro país por razones geopolíticas o históricas. Desde aditamentos tan conocidos como la mantilla o la capa española, hasta otros menos conocidos como el guardainfante o el pelote; desde la corte española a las modas extranjeras, léase la moda morisca, la francesa, la italiana, la alemana o la inglesa.

A la descripción detallada de esos elementos, su funcionalidad, sus cambios a lo largo del tiempo, su sentido dentro del arreglo personal o su papel social, se unen también una serie de sucedidos que actúan contextualizando su uso y dando lugar a historias que tienen el interés de lo anecdótico.

El último capítulo, dedicado a los bulos célebres, tiene un contenido muy especial porque Sanz de Bremond se lanza a desarticular ideas falsas, atribuciones erróneas y falsedades similares, como suele hacer desde hace años desde sus redes sociales y desde su blog, entablando a veces intensas luchas con personas que discuten tal o cual concepto y poniendo los puntos sobre las íes en muchas ocasiones.

El libro resulta muy completo. Sus ocho capítulos tienen el añadido de un epílogo interesante, una bibliografía muy completa y, sobre todo, una colección de fotos que la autora ha ido recopilando en sus visitas a numerosos museos y centros de investigación. Las fotografías aclaran suficientemente algunos de esos elementos curiosos, que no son fáciles de distinguir y que requieren de mayor información gráfica. La intención didáctica de la autora es comprobable en este extremo.

Una de las características de esta obra es la contextualización que se realiza para colocar en su tiempo y su espacio históricos y geográficos cada uno de los aditamentos de que se trata. Esto es fundamental porque hablamos de un período cronológico muy largo y de una extensión geográfica muy amplia, que no solo abarca España, como hemos dicho, sino otros lugares por la propia naturaleza de intercambio social, político y cultural de las distintas épocas. Esto indica que aquí no solo hay moda, también hay geografía, historia, sociología, antropología y una mezcla de ciencias sociales que se utilizan para explicar ampliamente la cuestión de que se trata. Las distintas modas nacionales van influyendo las unas en las otras al mismo ritmo que los cambios políticos y el poder se iban asentando en uno u otro lugar. De ahí el acertado subtítulo de la obra.

Se ha señalado en muchas ocasiones por expertos diversos el papel fundamental que tiene la moda, entendida no como una cuestión puntual sino con carácter general, en la vida de las sociedades. La forma de vestir está muy relacionada con la vida social, la vida familiar y personal, el nivel económico y las actividades que las personas van realizando. En ocasiones tienen que ver con conceptos más amplios y profundos, indican categorías sociales y profesionales, estatus, capacidad económica, incluso devociones y aficiones. El intercambio propio del cruce de influencias hace que las modas sean cambiantes, intercambiables y vayan evolucionando al ritmo de la propia historia. Detalles tan sencillos como la llegada de nuevos tejidos o tintes fueron decisivos para que en el siglo XVIII mejorara enormemente la vestimenta  con carácter general y no solamente entre los poderosos.

Algunos temas me han resultado especialmente interesantes, como, por ejemplo y por citar uno de ellos el pantalón femenino (pp 188 a 201). Para explicarlo tiene que hacer uso de conceptos muy relacionados con el mundo moderno, por ejemplo, el de la comodidad, algo que las mujeres medievales o de la Edad Moderna ni se planteaban. La comodidad es el gran triunfo del mundo contemporáneo y por eso el surgimiento del pantalón femenino tiene tanta importancia. Otra característica de este tema es que es la prenda actual por antonomasia, que no se ha pasado de moda y que está siempre presente en todos los armarios. También en clave femenina están las páginas dedicadas a los escotes, llenas de anécdotas y de pequeños detalles, que resultan interesantes y curiosos, el objetivo principal de esta obra según su autora.

Consuelo Sanz de Bremond ha escrito una obra entretenida, llena de detalles interesantes, bien documentada y organizada temáticamente, que ofrece una perspectiva global y asequible a la hora de conocer un elemento de la vida de las personas tan personal y, a la vez, tan social, como la indumentaria.

 

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