Frágiles, de Remedios Zafra

02 de junio de 2022. Estandarte.com

En su primer viaje a la ciudad, Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973) vio, siendo una niña, a un hombre mendigando en la calle. Su hermana y ella se quedaron impresionadas; esa situación era nueva para ellas, no para los que estaban a su alrededor. «¿No lo veis?», interpelaron a su padre y al resto de transeúntes. Le veían, por supuesto, pero ya se habían acostumbrado.

Esta anécdota es una de las tantas que comparte esta escritora y científica titular del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en su nuevo ensayo Frágiles. Cartas sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura (Anagrama, 2021). Con ese recuerdo introduce el tema de la normalización de situaciones duras o injustas. Una de esas situaciones vertebra el libro: la precariedad en el trabajo creativo y la ansiedad que conlleva.

Ya se ocupó de ello en El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital (Anagrama, 2017). Reconocido con el Premio Anagrama de Ensayo, en ese libro apunta cuestiones como que la vocación y el entusiasmo son instrumentalizados por un sistema que favorece la ansiedad, el conflicto y la dependencia en beneficio de la hiperproducción y la velocidad competitivas o que la burocratización de los trabajadores culturales puede llegar a neutralizarlos y apagar su pasión intelectual.

Insiste ahora en esta línea y lo hace a raíz de la cantidad de interpelaciones, respuestas y comentarios que recibió tras la publicación del ensayo. Sus reflexiones dieron lugar a conversaciones y puestas en común de experiencias con artistas, investigadores, trabajadores de la cultura, científicos, becarios, poetas, doctorandas, profesores, dramaturgos...

Muchos se reconocieron en la realidad que describió, en esas vidas-trabajo, entre ellos una mujer a la que describe como damnificada: es escritora y trabaja en condiciones precarias como periodista. Tuvieron una charla telefónica en la que, como apunta Zafra en la primera parte de este nuevo libro «[…] la mujer me reprochaba haberla incomodado sin ofrecerle a cambio una alternativa concreta y tranquilizadora. Y yo pensaba: ¿no es acaso ese el malestar necesario del que deriva toda toma de conciencia?».

Frágiles se presenta como respuesta a esa conversación y a muchas otras. Toma la forma de una sucesión de cartas y con este formato en el que se suceden los «Querida amiga:» y «Con afecto, R.», adelanta la intimidad de sus contenidos, muy clara cuando comparte anécdotas como la perturbación que le causó que nadie pareciera ver a aquel mendigo, la sensación que tenía de que moriría en un paso de peatones o por qué a veces alterna lentillas bien graduadas con otras de menos dioptrías.

Con esos detalles o con poéticas metáforas como la que esconde el cuento de las quinientas sábanas o su amistad con un caracol, Zafra se adentra en cuestiones políticas y filosóficas sobre la deriva de la sociedad y sobre la nueva cultura, esa que «gradúa nuevos umbrales psíquicos y materiales para la intimidad y la ciudadanía derivados de la vida en red, modificando a distintos niveles nuestra forma de vivir como humanos y de fundir vida y trabajo, ahora que los dedos se han enraizado en las teclas y los cuerpos sentados amenazan con hacerlo en las casas que funcionan como centros de operaciones».

Habla de autoexplotación, del sentido de las tareas, del futuro postergado, de conexión, de culpabilidad, acumulación y cuidados o de permitir que la tecnología sea quien decida. Hace números (¿a quién le saldrán las cuentas con la conferencia que pone como ejemplo?).

Valora el saber decir que no, la educación pública, las sombras y la creatividad autónoma y sincera. Pone sobre el tapete la mercantilización de los sujetos, que se convierten en marcas, en productos exhibidos en una esfera pública proyectada como escaparate.

Y defiende, una y otra vez, la cultura: «De hecho, el activismo político contemporáneo se nutre y retroalimenta del contexto artístico e intelectual, por cuanto allí donde hay imaginación y crítica hay necesariamente cuestionamiento y resistencia a formas injustas de poder y privilegios».

Lleno de metáforas, confesiones, lecturas, referencias filosóficas, planteamientos políticos y feministas, este ensayo a veces duele por lo desalentador del escenario que refleja, pero centrar la mirada puede provocar cambios que ayuden a vencer muros y ablandar párpados, es decir, a propiciar el ejercicio inverso a la normalización y rebelarse para transformar las cosas.

«Hay cosas que si se callan terminan por ser asumidas, más en las crisis, como que hay trabajos que sirven para vivir y otros que valen preferiblemente como regalos», apunta con la misma claridad que atraviesa todo el libro.